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Guerra contra el Airbnb español de los guías turísticos: "Es indignante, se debe regular”
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LA ECONOMÍA COLABORATIVA, A DEBATE

Guerra contra el Airbnb español de los guías turísticos: "Es indignante, se debe regular”

Un proyecto español que pone en contacto a viajeros y guías 'gratuitos' (que solo cobran las propinas) ha avivado la polémica en el sector de las visitas turísticas

Foto: Los 'free tours' crecen aún más gracias a varias plataformas de internet. (GuruWalk)
Los 'free tours' crecen aún más gracias a varias plataformas de internet. (GuruWalk)

Borja es un abogado veinteañero instalado en Madrid que no solo se dedica al Derecho. En su tiempo libre (y, según él, como afición), este canario guía a grupos de turistas por el centro de Madrid. Lo hace sin estipular tarifa alguna, a cambio de la propina que los visitantes decidan darle en función de su grado de satisfacción. Borja Medrano ofrece, como tantos otros en cualquier ciudad turística, los llamados 'free tours'. Ahora, y gracias a internet, su labor como guía turístico es mucho más sencilla. Un par de plataformas de la economía colaborativa permiten que viajeros y guías 'gratuitos' se pongan en contacto para acordar una ruta con antelación.

"Es indignante: se debe regular, o se hace para todos o para ninguno", protesta la presidenta de la Confederación Española de Federaciones y Asociaciones Profesionales de Guías de Turismo (CEFAPIT), Almudena Cencerrado, en declaraciones a Teknautas. En el punto de mira, además de esos guías que ofrecen sus servicios a cambio de la voluntad, se encuentran ahora herramientas como GuruWalk, la 'startup' valenciana que en menos de un año ha permitido que más de 9.000 usuarios encuentren a su asequible cicerone.

Foto: Un coche con un bandería de Uber. (Reuters)

Hasta ahora, solo roces

"Nuestro objetivo es claro: ser el líder internacional de este tipo de 'tours', los basados en propinas, y queremos que la gente empiece a llamarlos GuruWalks al igual que no te reservas un piso compartido, te reservas un Airbnb", afirma con rotundidad Juan Castillo, fundador de la compañía española.

Si bien el máximo responsable del proyecto asegura que, hasta la fecha, no ha habido ningún tipo de problema legal, el conflicto ya ha provocado algún que otro roce. "Alguna conversación ha habido, porque esto no le gusta a todo el mundo", explica a Teknautas restándole importancia al choque de intereses con los guías oficiales españoles. "Desde Italia sí hemos recibido algunos emails fuertes: allí el 'lobby' de los guías es muy fuerte y tienen una posición demasiado privilegiada; ganan mucho, mucho dinero y están demasiado acomodados", denuncia el creador de GuruWalk.

placeholder Los monumentos, principal punto conflictivo para guías oficiales y 'free tours'. (Pxhere)
Los monumentos, principal punto conflictivo para guías oficiales y 'free tours'. (Pxhere)

La situación recuerda, inevitablemente, a otras disputas aún sin resolver. Si Airbnb tiene que lidiar con el rechazo del gremio de los hoteles, y Uber con el de los taxistas, mientras este alude, entre otras cosas, a la inversión necesaria para hacerse con una licencia en una ciudad, el caso de los guías turísticos parece guardar similitudes.

Una de las quejas de los guías oficiales es que ellos tienen que acreditar conocimientos

"Se genera una situación injusta", explica Cencerrado. Tal y como explica la presidenta de CEFAPIT, mientras los guías oficiales deben superar una prueba de acreditación —con la consiguiente inversión formativa—, aquellos que se dedican al singular mundo de los 'free tours' no tienen que demostrar conocimientos previos.

A vueltas con los impuestos

No obstante, el principal caballo de batalla tiene que ver con las contribuciones al erario público. Medrano, sin dedicarse a ello en exclusiva, afirma ganar en temporada alta entre 200 y 300 euros al mes en concepto de propinas. Pero, en realidad, los guías de los 'free tours' no cobran, así que no hacen factura y, por lo tanto, no hay impuestos que pagar.

Mientras tanto, esta comunidad 'online' creada en España ha decidido ir a por todas: si hasta ahora se llevaban una comisión de 2 euros (para esto sí que había tarifa) por cada turista que reservaba una visita guiada, Castillo anuncia que, al menos por un tiempo, dicha tasa va a dejar de cobrarse.

El objetivo es convertirse en líderes indiscutibles del sector. "Para crecer y expandirnos por países donde el concepto no está tan instaurado y así coger una posición más fuerte en el mercado, porque entendemos que todos los modelos de 'marketplace', como Uber, tienden a ser un monopolio en cada sector", explica Castillo.

A pie de calle, mientras tanto, se masca la tensión. "Pasa sobre todo cuando coinciden varios grupos en algún monumento", señala el fundador de GuruWalk. "Al 'free tour' no se le mira bien, como si estorbara", se lamenta.

La directiva Bolkestein

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

Para calmar las aguas, el responsable de GuruWalk trata de aconsejar a los guías oficiales para que se adapten a una situación que, en muchas zonas, tiene cobertura legal. En Madrid, por ejemplo, la profesión está liberalizada desde tiempos de Esperanza Aguirre. Además, Castillo alude a la llamada directiva Bolkestein de la Unión Europea, que permite la liberalización de los servicios turísticos.

Captar clientes y ofrecerles otros 'tours' de pago. Eso es con lo que tientan a los guías

"Tenemos que hacerle ver a los guías tradicionales que esto también es una herramienta de 'marketing' para ellos", sugiere el fundador de GuruWalk. "Un 'tour' básico por una ciudad de 2 horas en el que tú solamente cobras una propina te puede servir como una forma muy barata de reclutar a ese grupo de gente y ofrecerles visitas concretas que sí cobres", plantea Castillo. "Tienen que ver que ellos también pueden hacer esto, que pueden ganar mucho dinero y que van a potenciar su sector".

Una calma tensa parece haberse adueñado del escenario turístico. Los guías profesionales siguen reclamando una regulación de los 'free tours' al tiempo que contemplan su auge de la mano de plataformas como GuruWalk. Parece que la batalla entre taxistas y aplicaciones de 'ridesharing' no va a ser la última que tenga que librar la llamada economía colaborativa.

Borja es un abogado veinteañero instalado en Madrid que no solo se dedica al Derecho. En su tiempo libre (y, según él, como afición), este canario guía a grupos de turistas por el centro de Madrid. Lo hace sin estipular tarifa alguna, a cambio de la propina que los visitantes decidan darle en función de su grado de satisfacción. Borja Medrano ofrece, como tantos otros en cualquier ciudad turística, los llamados 'free tours'. Ahora, y gracias a internet, su labor como guía turístico es mucho más sencilla. Un par de plataformas de la economía colaborativa permiten que viajeros y guías 'gratuitos' se pongan en contacto para acordar una ruta con antelación.

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