Robos y colas. El 'súper' futurista de Amazon tiene los mismos problemas que el resto
Una semana después de su inauguración, Amazon Go comienza a ver que no será tan fácil reinventar la forma de hacer la compra
Se presentó a finales de 2016 con la misión de reinventar el sector de los supermercados. Sin empleados, sin colas, sin cajas para pagar… El ‘súper’ de Amazon debía convertirse en una especie de paraíso de los clientes, pero esa imagen bucólica solo ha durado hasta su apertura al público.
Grandes colas, problemas con los clientes y hasta robos. En una semana el último invento de Amazon ha visto que para reinventar una industria no vale con una buena campaña de marketing y un gran nombre. Es más, el mismo día de su inauguración ya demostró que una empresa puede romper su idea principal sin llevar ni 24 horas abierta.
El lunes 22 de enero a las 20.28 (hora española), Ryan Petersen tuiteaba: “Estoy en Seattle y hay una cola para hacer la compra en la tienda de comestibles cuya premisa principal es que no tienes que hacer cola para comprar”. Amazon Go había roto en menos de 24 horas la promesa que más fuerte había defendido la compañía desde que anunciase su creación. Debía ser una tienda sin esperas, y ya tenía a decenas de personas en la puerta. Y lo peor, no era la única promesa incumplida.
I’m in Seattle and there is currently a line to shop at the grocery store whose entire premise is that you won’t have to wait in line. pic.twitter.com/fWr80A0ZPV
— Ryan Petersen (@typesfast) 22 de enero de 2018
the line at lunchtime for amazon go #AmazonGo pic.twitter.com/3pf54AX7fU
— Tom (@stripedypaper) 22 de enero de 2018
Después de paralizar el lanzamiento del proyecto por los problemas de seguridad a mediados de 2017, la empresa abría las puertas de Amazon Go este enero asegurando que su sistema era casi infranqueable. E incluso lo sometió al juicio de los usuarios que lo comprobaron y le dieron la razón. Pero, lejos de convertirse en una fortaleza y un ejemplo, el mismo día de la apertura ya había gente diciendo que había salido la tienda sin que Amazon le cobrase algunos de los productos.
I think I just shoplifted?? #AmazonGo didn’t charge me for my Siggi’s yogurt 😬 #nolinesnocheckout #freestuff pic.twitter.com/RDPhC5ryXD
— Deirdre Bosa (@dee_bosa) 22 de enero de 2018
Feels like I just stole all this stuff. Also way easier to buy more when you know you’re not gonna see a register. Still waiting for my receipt to be convinced I didn’t steal something #AmazonGo pic.twitter.com/x4lbLGoDv2
— Deirdre Bosa (@dee_bosa) 22 de enero de 2018
Y otros que se quejaban de que les habían cobrado de más.
My favorite part of #AmazonGo is leaving the store wondering how you just spent $50 in 57 seconds. 🤷♂️ pic.twitter.com/spG4nwA8vt
— Brandon (@thebdotte) 23 de enero de 2018
Por si quedaba alguna duda, también hay quien ha ido a la tienda a robar y lo ha conseguido, aunque hayan sido solo unos tampones. Eso sí, para hacerlo se ha aprovechado de un sistema de honor de Amazon que, por el momento, te permite borrar de tu recibo cualquier producto que no hayas comprado y se te haya cobrado dándote a ti todo el poder para ser honesto, o no, con la empresa.
Fallos de los primeros días (impensables en empresas de este calado), sistemas por ajustar, riesgos de la fama, demasiada confianza en los usuarios... De momento Amazon no ha hecho ninguna valoración de la semana que lleva su tienda futurista abierta, pero habrá que estar atentos. Lo mismo acaba poniendo seguridad humana extra para proteger el trabajo de las máquinas.
Se presentó a finales de 2016 con la misión de reinventar el sector de los supermercados. Sin empleados, sin colas, sin cajas para pagar… El ‘súper’ de Amazon debía convertirse en una especie de paraíso de los clientes, pero esa imagen bucólica solo ha durado hasta su apertura al público.