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“Me destrocé la rodilla en un accidente y Deliveroo pasó de mí”. La odisea de ser 'rider'
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LAS CONDICIONES LABORALES, BAJO LA LUPA

“Me destrocé la rodilla en un accidente y Deliveroo pasó de mí”. La odisea de ser 'rider'

'Riders' y 'glovers' critican su desprotección por el sistema de remuneración y bonus por tiempo que hace que "vayan como locos" con la bicicleta para cumplir objetivos

Foto: Un 'rider' de Deliveroo, en plena entrega. (Reuters)
Un 'rider' de Deliveroo, en plena entrega. (Reuters)

Daniel Guerrero pedaleaba por la avenida Suecia de Valencia. Al no haber carril bici en esa calle, lo hacía por la calzada. Un coche se le cruzó “a toda velocidad” para detenerse unos metros delante por un semáforo en rojo. “Me puse a su altura y se lo recriminé”, cuenta este joven de 27 años, 'rider' de Deliveroo. Tras un acalorado cruce de reproches, el conductor, al arrancar, dio “un volantazo” y derribó al ciclista. “A día de hoy sigo de baja. Tengo un esguince cervical, además de la cadera, el tobillo derecho y la rodilla jodida”, explica. “En Deliveroo pasaron de mí. No me hicieron el mínimo caso. Ni se preocuparon. Simplemente, se desentendieron”.

Guerrero llevaba entonces trabajando varios meses para la plataforma. Es uno de los miembros de RidersXDerechos, la organización de trabajadores surgida a raíz de las movilizaciones contra la empresa de comida a domicilio por sus condiciones. “La única cobertura que he tenido es la mutua que te obligan a pagar como autónomo”, explica. Sin embargo, la mayoría cotiza el mínimo por contingencias profesionales, así que la ayuda que reciben es poco más que un pellizco. “¿Cotizar más o un seguro? Ya tienes que pagar 300 y pico euros de cuota cada mes. Si vas a cobrar 800, se te quedan en 500. No dan las cuentas para mucho más”.

Foto: Un 'rider' de Deliveroo cruza París en abril de 2017. (Charles Platiau / Reuters)

"Rozando la temeridad"

placeholder Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

El debate de los 'falsos autónomos' y las acusaciones de precariedad de los repartidores de plataformas como Glovo, Uber Eats o Stuart no ha hecho más que arreciar desde que la Inspección de Trabajo en Valencia resolviese que existe una "relación laboral" entre Deliveroo y sus 'riders', algo que la empresa rechaza aceptar alegando que este órgano no es competente y que acudirá a los tribunales para pelear.

Uno de los puntos más complicados es el de la desprotección patente de este colectivo. No es un asunto que afecte solo a España. Sirva como ejemplo que este mismo martes se conoció que Deliveroo compartirá información de sus repartidores con las autoridades británicas para mejorar la seguridad.

Desde que Deliveroo empezó a pagar por pedidos, ahí empecé a ir a toda caña, con mucha presión

Ellos mismos lo reconocen. "Andamos con la bici rozando la temeridad". Lo hacen para maximizar ingresos. "Antes del verano, cuando cobrábamos por horas, todo iba más relajado. Sin embargo, con el cambio de contrato, Deliveroo empezó a pagar por pedidos. Ahí sí que tenía que ir a toda caña y con presión", reconoce Abel, un joven madrileño de 25 años, que prefiere no desvelar su verdadero nombre.

Pasó nueve meses en la compañía, que dejó cuando se cambió el modelo de remuneración. Tras tomarse un descanso, 'fichó' por Glovo. "Aquí es todavía más intensa esta situación. Hay bonificaciones por hacer el trabajo en determinado tiempo y a determinas horas, así que hay momentos que vas como loco. Hay ocasiones que el sistema te marca una ruta para hacer, por ejemplo, en ocho minutos y es imposible", añade. "Algunas veces te paras, lo piensas y te entra el miedo. Sobre todo cuando oyes historias de accidentes y hostias que se han dado otros compañeros".

Accidente con un 'glover': ¿a quién reclamo?

Abel circulaba hace un par de meses "bastante rápido" por una cuesta del madrileño barrio de Malasaña. En un cruce, una moto apareció en su trayectoria. No pudo frenar a tiempo. "Tuve la suerte de que me esquivó. Pero él se llevó la peor parte". El conductor, Marian C. Moldovan, se encontró "con una contusión en el hombro, la chaqueta y el casco echados a perder, la moto en el taller y un par de meses de frustración".

Cuando tramitó con su seguro la reclamación, se puso en contacto con Glovo y, a pesar de la disposición inicial, ahora se encuentra que tanto la plataforma como su aseguradora le dan largas, tal y como relata en su blog. Esto ha puesto patente un nuevo problema: la responsabilidad civil.

placeholder Vista del 'mail' de la aseguradora de Marian con las largas de la compañía aseguradora de Glovo.
Vista del 'mail' de la aseguradora de Marian con las largas de la compañía aseguradora de Glovo.

"Un motorista tiene que tener seguro, pero uno que va en bicicleta no. Así me he encontrado con este problema", cuenta Moldovan a Teknautas. "Obviamente, la empresa no va a hacerse cargo de estos gastos así por así, porque sería algo así como admitir que existe una relación laboral con los repartidores, que es lo que quieren evitar", argumenta Rubén Ranz, coordinador de 'Tu respuesta sindical', la web de UGT que atiende a los trabajadores de plataformas digitales.

“Al final es normal que ocurran estos accidentes. Y han creado un modelo para no tener que rendir cuentas a nadie. Estamos hablando de gente que echa turnos desde las nueve de la mañana a las 12 de la noche para conseguir mayores ingresos”, añade el sindicalista. "Por no mencionar que la 'app' de Glovo te permitía escoger franjas de hasta 24 horas anteriormente. En septiembre se limitó a 13 horas, el tope legal para un trabajador por cuenta propia".

La excelencia, en el punto de mira

placeholder Un repartidor de Glovo. (Glovo)
Un repartidor de Glovo. (Glovo)

Sistema de excelencia. Ese es uno de los objetos más criticados con dureza sobre Glovo. Sirve para 'jerarquizar' a sus repartidores. La compañía, que abre dos rondas de turnos a la semana, premia a los mejor valorados permitiéndoles escoger primero los turnos en los que quieren trabajar.

Tener un buen nivel de excelencia, por ejemplo, abre las puertas a los trabajos entre semana, los más cotizados y solo al alcance de aquellos que tienen un cinco sobre cinco. Cuando alcanzan este sobresaliente, muchos se desviven por mantenerlo. Eso fue lo que llevó a un joven de 25 años, que prefiere mantener su nombre a buen recaudo, residente en Madrid, a cogerse el alta mucho antes de lo que le habían recomendado los médicos.

placeholder Vista del estado de la oreja del 'glover' de 25 años que sufrió el problema. (Cedida)
Vista del estado de la oreja del 'glover' de 25 años que sufrió el problema. (Cedida)

Unos días antes había impactado con un coche mientras iba en bicicleta. Fue una caída desafortunada. La mala suerte quiso que se dejase "media oreja" en el asfalto con el impacto. Se la tuvieron que reconstruir. El resultado se ve en la foto. Sin embargo, no dudó en ponerse el casco y empezar a aceptar pedidos. "Todo por no perder posiciones".

La premisa: "no perder las horas"

"Han creado un sistema bastante tenso. Yo más de una vez he sufrido una caída con la moto. Con la rodilla o el codo ensangrentado he seguido repartiendo para no palmar las horas", cuenta Javier, otro que elige un nombre ficticio para preservar su identidad. Es uno de los más veteranos con los que hemos contactado. Lleva militando en Glovo casi dos años y aunque sigue "dado de alta" ya no reparte "porque apenas podría acceder a las peores horas".

Javier, de 27 años de edad, tuvo en su día un cinco sobre cinco en el sistema de excelencia. Todo cambió cuando decidió el pasado año irse un mes de vacaciones. "Al volver tenía un 3,2", añade este madrileño. "El asunto es fácil. Si no curras, baja tu nota". Un 3,2 es un aprobado sobrado, camino al notable, pensarán. Nada de eso. "Con esa nota solo puedes optar a las noches de viernes, sábado y domingo de ocho a 11, cuando más demanda hay". Y mejorar la calificación no es fácil.

placeholder Vista de los criterios para subir en el sistema de excelencia. (Glover Support)
Vista de los criterios para subir en el sistema de excelencia. (Glover Support)

Contactados por este diario, desde Glovo aseguran que "los 'glovers' que tienen más antigüedad y mejores valoraciones por parte de los usuarios y 'partners' son los que tienen prioridad para escoger en qué franjas horarias quieren colaborar con la plataforma, el criterio de excelencia no depende de la plataforma". Además, niegan que haya impacto o perjuicio por no trabajar. "En última instancia, el 'glover' tiene la potestad de no hacerlo, pero no hay penalización en ningún caso".

Sin embargo, cuando uno bucea en la información que ponen a disposición de sus futuros repartidores, la valoración no depende únicamente de las opiniones. Esto supone un 5%. El resto se reparte, tal y como explican en su propia web, entre 'Horas de alta demanda' (35%), 'Eficiencia' (45% en trabajos asignados automáticamente), 'Número de pedidos' (15%) y las 'Ausencias' (-0,3%) en las franjas escogidas.

Foto: Todo parecía ir 'sobre ruedas' cuando tomaron esta foto (Jinn)

No es tan fácil contactar

"Yo tenía la suerte de que tenía confianza con mi jefe. Y más importante, contacto directo. Cuando he tenido contratiempos, he podido contactar rápidamente con él y buscar una solución. Sin embargo, si no conoces a nadie dentro, no es tan sencillo", aclara Javier. Un compañero, asegura, "sufrió un ataque de epilepsia" en pleno turno. Tuvo que estar tres días ingresado. "No pudo contactar con la empresa hasta tres días después y para aquel entonces ya había perdido parte de esa excelencia".

Desde Glovo defienden que tienen un teléfono de emergencias para estas ocasiones, donde pueden, por ejemplo, "solicitar certificados para la Seguridad Social que acrediten el número de entregas que realizan" para solicitar la ayuda de turno. También lo publicitan en la web. Sin embargo, a este periodista le ha costado encontrar alguna forma de contacto que no sea una dirección física (con un horario de oficina) o un formulario en su página. Preguntados por esto, los repartidores confirman que ese contacto existe. "Pero es inútil", dice uno de ellos. "Te acabas viendo obligado a contactar por 'mail'. E imagina que te pilla un viernes. Igual no tienes respuesta hasta el lunes".

Glovo asegura tener un teléfono para emergencias. Varios 'glovers', sin embargo, dicen que es imposible contactar

"Yo lo utilicé el día de mi accidente con Marian", cuenta Abel. "No tuve respuesta. Ni esa vez ni otra que lo intenté. Cabreado pregunté a otros que conocía y también existía la misma queja. Te sorprende bastante esto".

Javier asegura que él mismo ha estado en la oficina —"glovers' llamando y sin cogerlo"—. "En las formaciones no te lo dan. Al menos en las que he estado yo no lo han dado", denuncia.

Coberturas

placeholder Foto: Glovo.
Foto: Glovo.

Sobre los accidentes, Glovo afirma en primer lugar que sus repartidores "tienen la misma cobertura propia que cualquier otro autónomo". Además, aseguran tener un seguro adicional. "La empresa, igual que para los 'partners', tiene contratado un seguro a medida que cubre la actividad realizada por el repartidor, entre otros supuestos y coberturas, en los casos de accidentes, por lo que no solo están cubiertos por la propia Seguridad Social sino de forma directa por la plataforma", reza el comunicado.

La clave de este conflicto está en que se resuelva si existe o no relación laboral con los 'glovers'

Deliveroo, también contactada para preguntarle por el asunto, se ha limitado a responder a Teknautas que "se toma la seguridad vial muy en serio y ofrece orientación a los 'riders'" siempre que pueden. "La compañía dispone de protocolos para este tipo de incidentes. Esas situaciones se desarrollan en el marco habitual de colaboración bajo el modelo de autónomo", afirman.

Sea como sea, el problema se antoja largo y complicado. Tras el éxito sindical de Valencia, otros territorios se han movilizado y han pedido una inspección de Trabajo. Por ejemplo, en Madrid hay un proceso en marcha contra las cuatro plataformas principales que podría resolverse en las próximas semanas. "Los 'riders' actualmente son trabajadores por cuenta ajena, nunca autónomos o TRADES", comenta Lois Regueira -laboralista de Zeres Abogados- que añade sobre las consecuencias que puede tener para la empresa.

"Ademas en caso de accidente sin que el trabajador este de alta en el RGSS o sin que se hayan abonado las correspondientes cotizaciones por parte del empleador, si se demostrase la existencia de relación laboral por cuenta ajena, la empresa tendría que hacer frente al total de las prestaciones derivadas del accidente, a posibles sanciones y recargos por incumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales e incluso a responsabilidades de carácter civil", explica este especialista. "En una actividad con un riesgo de siniestralidad tan elevado como esta, las cuantías a las que podrían tener que hacer frente las empresas infractoras serían muy elevadas por lo que la ventaja competitiva que obtienen estas plataformas operando de este modo podría resultar no ser tal"

Daniel Guerrero pedaleaba por la avenida Suecia de Valencia. Al no haber carril bici en esa calle, lo hacía por la calzada. Un coche se le cruzó “a toda velocidad” para detenerse unos metros delante por un semáforo en rojo. “Me puse a su altura y se lo recriminé”, cuenta este joven de 27 años, 'rider' de Deliveroo. Tras un acalorado cruce de reproches, el conductor, al arrancar, dio “un volantazo” y derribó al ciclista. “A día de hoy sigo de baja. Tengo un esguince cervical, además de la cadera, el tobillo derecho y la rodilla jodida”, explica. “En Deliveroo pasaron de mí. No me hicieron el mínimo caso. Ni se preocuparon. Simplemente, se desentendieron”.

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