La mochila del fotógrafo 'amateur': todo lo que necesitas para empezar con poco dinero
En una cámara, sí, pero también en un buen objetivo o en tarjetas SD y baterías de repuesto. Hay que dividir el presupuesto en varias partidas y saber cómo no despilfarrarlo.
Hace tiempo que no cargas con tu pequeña cámara de fotos compacta para registrar fiestas y vacaciones varias. Ni siquiera cuando vas de turista llevas la réflex que te regalaron en tu último cumpleaños. Sí, los teléfonos móviles han ocupado el espacio que hasta hace unos años era de aparatos fotográficos de todo tipo. Sin embargo, los apasionados de la fotografía con mayúsculas, aunque estén dando sus primeros pasos, siguen con un cierto equipo entre sus manos.
Ahora que se acerca la Navidad, nada como empezar a preparar o seguir llenando una mochila de fotógrafo, para nosotros o para otra persona. Y para ello no hay que gastar mucho dinero (aunque prepara más de 300 euros si no tienes cámara): con nuestras recomendaciones, tu cuenta bancaria no temblará.
En primer lugar, hay que saber qué queremos en una cámara. Los expertos recomiendan que no gastemos mucho dinero en un primer momento: para comenzar, es mejor hacerlo por una modesta, también en tamaño. Las hay profesionales, pero esas mejor dejarselas a los que saben. Por ello, en cuanto a los megapíxeles, con unos 12 o 14 tendremos de sobra para hacer unas buenas (y ampliables) fotos, aunque encontrarás modelos con más de 20 que, según tu presupuesto, puedes tener en consideración. La ISO también es importante: por decirlo de manera sencilla, cuanto mayor sea, más fácil nos será hacer fotos con poca luz.
El GPS interno (para que en los metadatos se registre el lugar donde disparaste) o la grabación de vídeo son algunos extras que también nos pueden interesar. Tampoco dejemos de preocuparnos por la garantía, el servicio técnico o la posibilidad de conectar con más objetos. Y si tiene correa, para evitar caídas o robos, mejor que mejor; si no, te aconsejamos que la compres aparte.
Nikon es una de las compañías con más experiencia y buen nombre en el mundo de la fotografía. Suelen tener una gran variedad de precios, así que es cuestión de comparar. Por ejemplo, una D3300 con rango ISO hasta 25600 que además graba Full HD cuesta ahora
Objetivo (in)discreto
No todo tu presupuesto debe irse en la cámara. Sé consciente de ello antes de adquirirla, porque también necesitarás una serie de accesorios casi indispensables. Si no en este momento, en el futuro.
Por ejemplo, el objetivo. Uno bueno ayuda a que tus imágenes se vean diferentes, pues la luz no pasa de la misma manera según los tipos de abertura que tenga. La mayoría de las veces, cuando compramos una cámara réflex, esta viene con un objetivo muy básico, por lo que habrá que pagar de nuevo para hacer fotos más técnicas o artísticas.
Cuando lo compremos, fijémonos en sus valores. Por ejemplo, algo como 18-200 mm hará referencia a la distancia focal, es decir, al mayor o menor campo de visión que puede abarcar; si los números son más bajos, más grande será el campo de visión, pero si son más altos podremos fotografiar mejor un objeto que esté a gran distancia.
Hablando de gran distancia tampoco hay que desdeñar el ‘zoom’ óptico, para saber hasta dónde podremos ampliar sin movernos del sitio. Por último, el número f indica la cantidad de luz que puede entrar en él, algo bueno si queremos hacer imágenes en lugares donde escasee. En este caso, cuanto menor sea el f mejor será para esas imágenes.
En una tienda de fotografía te pueden asesorar bien sobre todo esto, pero también puedes acudir a las opiniones y variedad de modelos de un portal como Amazon, que permite filtrar por diafragmas o distancias focales o comprar un kit de cámara, objetivo y otros objetos. Por ejemplo, uno de Canon con un f de 1.8 y una distancia focal mínima de 50 mm cuesta
Aquí sí está permitido el 'flash'
Puede que quieras comprar un ‘flash’ para incorporarlo a tu cámara. Hay varias cosas que necesitas saber antes de adquirirlo. Por ejemplo, si tiene modo manual o automático: si quieres control, necesitarás el primero. Si vas a dispararlo muchas veces y muy rápido, también deberás comprobar la duración de su batería y cómo se recarga para volver a disparar. También, si es posible girarlo para buscar otros ángulos o si cuenta con ‘zoom’ para llegar allí donde quieres ir con el ‘zoom’ óptico de la cámara.
Además, la luz se puede fundir con el tiempo, por lo que también has de reparar en su vida útil o en la temperatura que pueden alcanzar. Por último, el número de guía es la potencia que tiene: a mayor número, mayor potencia.
La gama de precios es bastante amplia, y es fácil encontrar buenos ‘flashes’ por un precio asequible. El NW-561 de Neewer, por
Estabilizando
Las cámaras acostumbran a tener estabilizador de movimiento, pero un trípode es otro de los imprescindibles para un equipo de fotógrafo ‘amateur’. En este caso, es importante fijarse en el material: algunos de aluminio pueden ser muy ligeros y por ello inestables. Los de fibra de carbono suelen ser bastante buenos, algo más pesados y también de precio mayor. Nos tocará comparar varios modelos y, a ser posible, probarlos antes de adquirirlos.
Cuando lo hagas, observa cuánto peso puede soportar, si cuenta con partes extensibles que lo hacen más alto y con una altura regulable. También, que el palo central pueda girar, con el fin de fotografiar desde cualquier ángulo sin mover las patas. Si cuenta con un nivel de burbuja para que la imagen no nos salga torcida, mejor que mejor.
Asimismo, hay que tener en cuenta nuestras necesidades. En Amazon podemos encontrar
Una tarjeta para guardarlas a todas
Pero todo esto de nada sirve si no tenemos una tarjeta SD en la que almacenar las fotos. Cada fotógrafo es un mundo aquí; algunos recomiendan tener varias pequeñas, de 2 GB, o así, por si perdemos o se estropea una de 32 GB y nos quedamos sin ninguna foto de nuestro viaje.
Cuando vayas a adquirirla, te encontrarás unos números muy particulares: 2, 4, 6… Estos números hacen referencia a la rapidez con la que los datos se graban en la SD, algo muy importante si quieres hacer muchas fotos, una detrás de otra, con rapidez. A mayor número, mayor celeridad para trabajar. Hay un formato SDHC (Secure Digital High Capacity), que significa una mayor velocidad, ideal si quieres grabar vídeos; ya que son más caras, pero deséchalas si tu uso no va a ser tan intenso.
Por otra parte, antes de comprarla debes saber el tamaño de la ranura de tu cámara: quizá no te convenga una SD, sino una micro. No es cuestión de devolverla cuando vayas a usarla y te quedes sin nada.
Repuestos y extras
Igual que es interesante tener varias tarjetas SD por si alguna se pierde, se estropea o se llena, también conviene tener unas baterías de repuesto. Guarda parte de tu presupuesto para adquirir al menos una y tenla siempre cargada. Un cargador externo de baterías o pilas también es un imprescindible. La marca Technoline tiene cargadores inteligentes a partir de
Otro mínimo que puedes contemplar es un disparador remoto, que te permitirá alejarte de la cámara una cierta distancia y disparar como si fueras al lado. AmazonBasics tiene uno de hasta 5 metros compatible con Nikon
En definitiva, la mochila puede ser tan grande como deseemos y como nuestro presupuesto nos permita. Solo sabiendo lo que necesitamos evitaremos gastos innecesarios y concentraremos nuestros ahorros en algo de utilidad. ¡Que hagas buenas fotos!
Hace tiempo que no cargas con tu pequeña cámara de fotos compacta para registrar fiestas y vacaciones varias. Ni siquiera cuando vas de turista llevas la réflex que te regalaron en tu último cumpleaños. Sí, los teléfonos móviles han ocupado el espacio que hasta hace unos años era de aparatos fotográficos de todo tipo. Sin embargo, los apasionados de la fotografía con mayúsculas, aunque estén dando sus primeros pasos, siguen con un cierto equipo entre sus manos.