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La historia oculta del fin del 'roaming': cómo estas cuatro mujeres vencieron a las telecos
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la lucha interna contra los operadores

La historia oculta del fin del 'roaming': cómo estas cuatro mujeres vencieron a las telecos

Ahora nos parece increíble, pero hace pocos años había ciudadanos pagando facturas telefónicas de miles de euros por no apagar la itinerancia cuando salían a otro país europeo

Foto: Viviane Reding, Vicky Ford, Neelie Kroes y Pilar del Castillo (Montaje: Carmen Castellón)
Viviane Reding, Vicky Ford, Neelie Kroes y Pilar del Castillo (Montaje: Carmen Castellón)

El 15 de junio de 2017 se produjo una revolución comparable al Acuerdo de Schengen que certificó la caída de las fronteras interiores de la Unión Europea. Desde entonces, cualquier ciudadano puede viajar a otro país y utilizar su teléfono móvil como si estuviera en casa. Por primera vez, nuestros avatares de internet pudieron circular libremente por Europa con la misma facilidad con que lo hacíamos nosotros, sin necesidad de andar mendigando claves para el WiFi. Desde este pasado verano, el temido 'roaming' ha muerto y —aunque ellas nunca lo reconocerán— las principales protagonistas de este asesinato político son cuatro mujeres, una de ellas española, todas ellas de partidos liberal-conservadores.

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A continuación, describimos la implicación que cada una de ellas tuvo en este 'crimen' que la industria de las telecomunicaciones trató de evitar durante una década.

Viviane Reding

La parte más conocida de toda esta historia es que comenzó con una mentira. En 2007, la Comisaria Europea para la Sociedad de la Información, la luxemburguesa Viviane Reding, apareció junto al ministro alemán Michael Glos tras una reunión del Consejo de Transportes, Telecomunicaciones y Energía. Para sorpresa de los periodistas asistentes a la rueda de prensa, Reding preguntó a Glos si le apetecía comentar algo sobre el 'roaming'. El alemán sonrió y le cedió el turno:

"Damas y caballeros, hoy es un gran día para los consumidores y los negocios", comenzó Reding, "usar su teléfono en el extranjero no les costará más de 12 euros por una llamada de cuatro minutos, y no más de 2 euros en el futuro".

Lo que Reding denominó entonces "un gran día para Europa" escondía una trampa: en la reunión previa no se había llegado realmente a un acuerdo, y como explicó en su momento el corresponsal de RNE Antonio Delgado, previamente a la gran mentira de Reding, 24 de los 27 miembros de la UE se habían opuesto en privado a acabar con el 'roaming'. Pero nadie estaba realmente en posición de oponerse de cara a su electorado. Así que la bola echó a rodar.

Con aquel primer acuerdo, la luxemburguesa prometió una reducción del 70% en los costes por 'roaming'. En aquel entonces, el mercado de las telecomunicaciones no estaba regulado, cualquier operador podía cargar lo que quisiera a un cliente por la itinerancia de sus llamadas y mensajes. En aquella conferencia de prensa aún la comisaria no mencionaba los datos, pero hacía seis meses que el titular 'Apple reinventa el teléfono con el iPhone' daba vueltas por todo el mundo y, según fuentes cercanas al proceso, fue la irrupción del consumo de datos la que provocó el primer disparo de las instituciones europeas a las operadoras de telefonía a cuenta de la itinerancia.

Aquella primera regulación estableció el límite máximo del megabyte en 6 euros, a una distancia enorme de los 49 céntimos que se marcaron como tope por cada minuto de voz disfrutado en el extranjero, pero al menos ya había un límite.

Neelie Kroes

La holandesa fue escogida Comisaria para la Agenda Digital en el año 2010, y fue la responsable de ir proporcionando sucesivos hachazos al precio del 'roaming' durante los tres años siguientes. Compañías tan poderosas como Vodafone, Orange o T-Mobile iban cumpliendo estos requisitos a regañadientes, aplicándolos el mismo día que la ley europea les ordenaba hacerlo.

Como relataba su portavoz, Ryan Heath, hace unos meses, Kroes tuvo que vérselas con lo más granado de la industria de las telecomunicaciones, representadas en Bruselas por el lobista Luigi Gambardella (contactado para este reportaje, sin éxito) a quien llegaron a declarar 'persona non grata' en los alrededores del despacho de Kroes.

Los roces fueron particularmente intensos con Vodafone. En el Mobile World Congress de 2013, su CEO Vittorio Colao se quejó amargamente de estos recortes en las tarifas, a lo que Kroes respondió con "un mensaje para Vittorio y Vodafone" declarando que "no respondo bien a las amenazas". Poco después, a finales de verano de ese año, la comisaria presentó el llamado Mercado Único de las Telecomunicaciones, un bloque de regulación con tres piezas centrales: revisión de la armonización del espectro, neutralidad de la red y una nueva revisión del 'roaming'.

placeholder La exvicepresidenta de la Comisión Europea Neelie Kroes (M.V.H. / EFE)
La exvicepresidenta de la Comisión Europea Neelie Kroes (M.V.H. / EFE)

Ahí es cuando entra en juego Pilar del Castillo, eurodiputada por el Partido Popular y en ese momento ponente del Parlamento Europeo para el Mercado Único de las Telecomunicaciones. En ese momento, la española decidió subir la apuesta.

Pilar del Castillo y Vicky Ford

"En esta revisión, la Comisión Europea no planteaba el fin del 'roaming' pero sí un avance", explica Del Castillo a Teknautas, "esto llega al Parlamento, la ponente era yo. Entonces, ¿qué pasa? Podíamos haber hecho dos cosas, seguir a la Comisión o hacer lo que hicimos: decir que había que aprovechar esa oportunidad: era la hora de acabar con el 'roaming' de una vez".

"Yo he sido la ponente: he tenido que proponerlo, que defenderlo y que llevarlo a buen puerto, pero hay que reconocerle al parlamento la decisión de jugársela y que se acabara el 'roaming'", añade.

Podíamos haber hecho dos cosas, seguir a la Comisión o hacer lo que hicimos: era la hora de acabar con el 'roaming' de una vez

Las negociaciones a tres bandas (Parlamento Europeo, Comisión Europea y Consejo, donde están representados los países) fueron muy complicadas. "La UE no es un mercado único sino que está dividido en 28 mercados nacionales de telecomunicaciones y cada uno tiene unas características distintas", dice la eurodiputada, "por ejemplo, hay países donde hay mucho flujo de personas, de Letonia a Italia o de Alemania a España en verano, o ciudades como Londres o París que a veces tienen más movimientos que muchos de estos países: todo esto requería hacer una revisión del mercado mayorista donde los países del norte de Europa salieron bastante contentos y los del sur no tanto".

Junto a ella en las negociaciones estaba Vicky Ford, una diputada 'tory' que se encontró ante la difícil situación de estar defendiendo un mercado único donde el 'roaming' no pusiera trabas a los europeos mientras su partido defendía aprobar una ley de referéndum para votar sobre la salida del Reino Unido del club europeo.

Y de hecho, en junio de 2015, ambas leyes fueron aprobadas. Pero esto no quiso decir que el camino hubiese concluido.

La industria siguió alertando de que necesitaban más tiempo para realizar las inversiones en infraestructuras.

placeholder La eurodiputada Pilar del Castillo durante su participación en el Foro Nueva Economía 'Unión Europea, transformación digital y mercado único' (E.N. / EFE)
La eurodiputada Pilar del Castillo durante su participación en el Foro Nueva Economía 'Unión Europea, transformación digital y mercado único' (E.N. / EFE)

"Pedían una moratoria y la tuvieron", dice la exministra, "se aprobó en junio de 2015 y se les dieron 16 meses, con una pre-condición: tenían que dejar el sobrecoste del 'roaming' al mismo nivel que ofrecía el mercado mayorista".

En aquel momento, en España estábamos pagando la más alta de las posibilidades que permitía la regulación europea: 19 céntimos por minuto (en otros países estaban pagando dos céntimos) y 20 céntimos por MB.

En aquel momento, en España estábamos pagando la más alta de las posibilidades que permitía la regulación europea: 19 céntimos por minuto

En abril de 2016, los precios bajaron automáticamente a cinco céntimos por minuto y otros cinco por MB, que es justo lo que se pagaba en el mercado mayorista. Operadores como Vodafone, que tan ferozmente se habían opuesto al fin del sobrecoste por itinerancia, comenzaron en 2016 a ofrecer a sus clientes usar su teléfono en otro país sin coste, un año antes que sus competidores. Dieron la batalla por sentenciada. "Y en junio de 2017 desapareció todo", dice satisfecha Del Castillo.

¿Así, tan fácil? La propia eurodiputada no las tenía todas consigo al ir a comprobar su siguiente factura telefónica. "Yo he gastado mucho en 'roaming' y la primera vez tenía ese miedo… a ver la factura", confiesa, "pero cuando la vi, efectivamente, coste cero".

El 15 de junio de 2017 se produjo una revolución comparable al Acuerdo de Schengen que certificó la caída de las fronteras interiores de la Unión Europea. Desde entonces, cualquier ciudadano puede viajar a otro país y utilizar su teléfono móvil como si estuviera en casa. Por primera vez, nuestros avatares de internet pudieron circular libremente por Europa con la misma facilidad con que lo hacíamos nosotros, sin necesidad de andar mendigando claves para el WiFi. Desde este pasado verano, el temido 'roaming' ha muerto y —aunque ellas nunca lo reconocerán— las principales protagonistas de este asesinato político son cuatro mujeres, una de ellas española, todas ellas de partidos liberal-conservadores.

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