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La improbable historia de Michael: "Con 13 años mantenía a toda mi familia"
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FICHAJE ESTRELLA DEL VERANO EN SILICON VALLEY

La improbable historia de Michael: "Con 13 años mantenía a toda mi familia"

Los datos dicen que Michael debería ser pobre y estar en riesgo de exclusión; sin embargo, con solo 21 años y sin estudios, las empresas de tecnología se lo rifan

Foto: Sayman, a la derecha, junto a Mark Zuckerberg, fundador de Facebook.
Sayman, a la derecha, junto a Mark Zuckerberg, fundador de Facebook.

Michael Sayman (Miami, 1996) es el chico de moda en Silicon Valley. Facebook le reclutó con 17 años como ingeniero de software, convirtiéndolo en el más joven de la compañía, y este verano ha fichado por Google, donde trabajará en el asistente de voz de Android. Una especie de ‘neymarazo’ para ‘geeks’ que ha situado bajo el foco público a un chico que apenas tiene edad para beber.

Foto: John Arrillaga. (Foto: Stanford) Opinión

La historia de Michael es improbable. Dice la estadística que en Estados Unidos un hijo de inmigrantes latinos, sin estudios superiores y con cargas económicas en la familia, tiene todas las papeletas para terminar fuera de la ley. Y sin embargo Michael lleva pagando las facturas de casa desde los 13 años, cuando le dio por sentarse en la mesa de la cocina y tratar de programar una ‘app’.

placeholder Oficina de Google.
Oficina de Google.

Pregunta: Acabas de llegar a Google, para muchos el mejor lugar para trabajar del mundo.
Respuesta: Hoy es mi cuarto día. Es increíble, me encanta. No me ha dado tiempo aún a descubrir casi nada, pero me levanto de mi mesa y me lanzo por un tobogán hasta el autobús que me lleva a casa (ríe). Estoy encantado.

P: Venías de Facebook, ¿hay mucha diferencia?
R: ¡Claro que sí! No tengo el suficiente contexto para señalarte diferencias profundas, pero te diré que Facebook es mucho más pequeño; Google tiene entre 75.000 y 78.000 empleados y Facebook no llega a 35.000. Es una diferencia importante, porque Facebook tiene tres edificios y todos trabajan en ese espacio, entonces es normal que los trabajadores se conozcan entre sí porque coinciden constantemente. Google es enorme, es más bien como una ciudad pequeña, tiene veinte edificios por toda la ciudad. ¡Solo te digo que tiene 200 restaurantes! (ríe). No te hablo de puestos de comida, sino de restaurantes con su carta, sus cocineros y sus mesas. Una locura. (ríe)

P: ¿Cómo te sientes siendo uno de los más jóvenes en ese olimpo de la juventud que es Silicon Valley?
R: Bien, estoy acostumbrado. Tanto aquí como en Facebook trabajo con personas que me sacan quince años, son muy inteligentes y tienen muchísima experiencia. Intento aprender lo máximo de ellos.

Trabajar en Google es menos estresante que hacer 'apps' en mi casa para pagar las facturas

P: ¿Te intimida la situación?
R: Sí, yo siempre me siento inseguro, intimidado, superado por las circunstancias. Sé que he tenido mucha suerte de llegar hasta aquí, que mis compañeros han trabajado muchísimo para llegar a dónde están, y solo intento aprender e ir haciendo las cosas bien. Realmente nunca sé bien lo que estoy haciendo, solo sé que tengo que aprovechar esta oportunidad única.

P: ¿Te impones mucha presión?
R: Siempre hay presión, pero ahora me encuentro mucho menos estresado que cuando hacía aplicaciones en mi casa. En aquella época vivía pensando en las facturas, no dormía y casi no disfrutaba de nada, solo pensaba en qué hacer para ganar más dinero. Ahora puedo aprender de los demás y trabajar sin tanta prisa, es más relajado.

Ahora cuando llego a casa puedo programar por pasión, no siento ese estrés por que funcione rápido y se ponga entre las ‘apps’ más vendidas. Esta semana lanzaré un juego, ‘Gameshow’, que he diseñado y programado por las noches en mi casa. Espero que funcione bien, pero no me va la vida en ello. A mí lo que me relaja es la estabilidad.

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Una noche, con 13 años, Sayman le pidió a su madre 100 dólares para subir su aplicación a la Apple Store. Ella se los dio, pese a que eran todos sus ahorros personales y que no entendía bien qué era eso que hacía Michael con los móviles: “Te daré el dinero, pero si no puedes devolvérmelo, tendrás que trabajar en el restaurante limpiando platos y sirviendo a las mesas”, le dijo, refiriéndose al negocio familiar.

El primer día la ‘app’ de Sayman recaudó 170 dólares, que se convirtieron en 5.000 a final de mes, y en 12.000 mensuales ese mismo año. “Mi mamá estaba en shock, necesitábamos el dinero y los cheques de Apple eran muy buena noticia, pero ella en realidad no sabía de dónde salía ese dinero, le daba miedo”, dice el joven. Desde ese momento, y hasta que Zuckerberg le reclamó para Facebook, Sayman dedicó su juventud a crear juegos y aplicaciones con los que mantener a su familia, que llegó a perder la casa y el restaurante al no poder hacer frente a las deudas.

Y todo lo aprendió en internet.

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P: La prensa dice que eres un genio.
R: ¡No soy un genio!

P: Veámoslo así: la mayoría de la gente gasta cientos de miles de dólares en estudios superiores para conseguir tu puesto de trabajo.
R: Soy consciente, pero eso no me convierte en un genio. Mi éxito, por así llamarlo, es una combinación de perseverancia y suerte. Hay muchísimas personas más inteligentes que yo que no tuvieron la suerte de estar en el sitio correcto en el momento adecuado. Yo no soy más listo que ellos, solo tuve más suerte.

P: Desde el mes pasado tienes edad legal para beber. ¿Ha influido eso en tu perseverancia?
R. (Ríe) Pues sí, claro, antes llegaba a casa todas las noches y me ponía a programar, ahora a veces pierdo el tiempo. De todas formas yo trabajo mejor de noche, odio madrugar, nunca he visto un amanecer. Me gusta la noche, el silencio, cuando a tu alrededor no está pasando nada y puedes centrarte en una sola cosa.

P: En Google no te obligarán a madrugar.
R: No. Los trabajadores nos comunicamos por Talk o correo, de modo que cada uno puede hacer el horario que más le convenga y siempre estamos coordinados. En Google no hay nada parecido a un horario, aunque tenemos reuniones a primera hora de la tarde a las que hay que asistir.

P: ¿Siempre trabajas de noche?
R: Cuando puedo, sí, es la única manera que tengo de no distraerme con lo que sucede a mi alrededor. En el colegio lo pasaba fatal, no encontraba la manera de concentrarme a las horas que decían los profesores que tenía que concentrarme, pero yo no aprendía nada, no era capaz. Entonces llegaba a casa y me ponía a investigar con el ordenador, que sí me enseñaba cosas cuando yo estaba atento.

P: No has pisado la universidad, de hecho defiendes que internet puede enseñártelo todo, mejor que cualquier escuela.
R: Es complicado. Internet tiene más información y puedes aprender más que en el mejor colegio del mundo. El problema es que el colegio te obliga a aprender muchas cosas, en un mismo orden, y a una misma hora, mientras que internet siempre está abierto. Pero internet no tiene profesores, no hay una persona que te oriente, que te diga de dónde debes aprender y de dónde no. Eso es lo importante, no ir a un aula con los libros todos los días. Al final la educación será a través de internet.

P: ¿Crees que desaparecerán el colegio o la universidad como lugares físicos?
R: La mayoría de los lugares físicos van a desaparecer en unos 40 años. Mira el software, ya casi nadie va a un sitio a comprarlo, se descarga casi todo. Es lo mismo que le está sucediendo a las bibliotecas: hasta hace poco la gente iba a leer un libro, pero ahora lo hacen por internet, la gente va solo a estudiar o a conectarse a la red. Las bibliotecas, como espacio físico, ya no tienen mucho sentido.

Google y la mayor parte de las empresas de tecnología están trabajando en la realidad aumentada y la realidad virtual, porque pensamos que en el futuro las personas van a pasar gran parte de su día en estos entornos, sin salir de casa.

No creo que tenga sentido pensar en el avance de la tecnología como algo bueno o malo

P: Esta idea aterra a la sociedad.
R: Mucha gente me dice que esto es muy malo, pero yo creo que no tiene sentido pensar en el futuro como algo bueno o malo, sino como algo que va a suceder. La realidad virtual será una herramienta más, como ahora son los ‘smartphones’, que estará disponible para quien quiera usarla. La tecnología tiene que avanzar, porque el objetivo es mejorar la vida de las personas.

P: ¿Con 13 años hacías ‘apps’ pensado en mejorar la vida de las personas?
R: No, entonces no tenía ninguna ambición, solo quería hacerlas. De hecho no aprendí a programar e hice la primera ‘app’, sino que aprendí lo mínimo para hacer esa ‘app’, así que con cada nueva tuve que aprender cosas diferentes.

P: ¿Cómo vive un adolescente con 12.000 dólares al mes?
R: ¡Yo no tenía capacidad para gastar ese dinero, era un niño! Se lo daba a mis padres porque siempre andábamos cortos de dinero. Desde muy pequeño he sido consciente de cuánto costaba cada cosa o de dónde se iba a sacar para pagar la electricidad, se hablaba en mi casa todos los días. Fue una época muy dura, tanto para mí como para mis padres, que lo pasaban realmente mal teniendo que pedirle a su hijo 1.000 dólares para pagar deudas. Intenté con todas mis fuerzas ganar suficiente dinero por toda mi familia, ya que durante un tiempo era la única fuente de ingresos, pero fue demasiado tarde. Perdimo las casa, el restaurante.... todo muy estresante.

P: La situación ha mejorado, supongo.
R: Sí, sí, ahora todo está bien. Mis padres están tranquilos, yo también, mi hermana está en la universidad… todo bien.

placeholder Sayman, a los 12 años, posa junto a su hermana.
Sayman, a los 12 años, posa junto a su hermana.

P: Cuando todo estaba mal te llamó Zuckerberg.
R: ¡No me lo creía! Me enviaron un correo desde Facebook para decirme que Mark quería conocerme y que me pagaba un vuelo a California. Pensé que era una broma, yo no sabía ni que Facebook tuviese oficinas. Encima, cuando se lo dije a mi madre, me respondió: “¡Tú no te vas solo a California!”.

P: Así que te fuiste con ella.
R: ¡Claro! Ella incluso entró en la reunión con Zuckerberg, me dio muchísima vergüenza (ríe).

P: ¿Cómo es Zuck?
R: Una buenísima persona, es tal cual lo ves. Cuando estás con él y le ves con el polo y los vaqueros, hablando de cosas sencillas, es imposible creer que es una de las personas más ricas del mundo.

P: ¿Qué le dice un hispano a los que afirman que los jóvenes talentos en tecnología solo salen en Asia?
R: Que no es así. Todavía muchos padres les dicen a sus hijas que la tecnología es para hombres, que no van a poder ser nada en este negocio, y es mentira. Es pura determinación. Si tienes acceso a internet y a un ordenador, puedes intentarlo. El problema es que muchos niños no tienen aceeso a esto. He dado charlas en Bolivia, en Ecuador, en Perú y en Colombia y tienes que ver cómo les cambia la cara a los niños cuando ven que un latino puede programar aplicaciones. Si mi ejemplo sirve para que algún chico se sienta inspirado y vea que puede conseguirlo, estoy contento.

Michael Sayman (Miami, 1996) es el chico de moda en Silicon Valley. Facebook le reclutó con 17 años como ingeniero de software, convirtiéndolo en el más joven de la compañía, y este verano ha fichado por Google, donde trabajará en el asistente de voz de Android. Una especie de ‘neymarazo’ para ‘geeks’ que ha situado bajo el foco público a un chico que apenas tiene edad para beber.

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