YouTube enfurece a organizaciones activistas al retirar vídeos atroces de la guerra siria

La línea entre controlar la difusión de propaganda del ISIS y denunciar las atrocidades cometidas contra la población civil en Siria es bastante delgada. Mucho más para un algoritmo. En las últimas semanas, YouTube ha decidido encomendar a una aplicación la decisión de detectar y eliminar contenido que pueda potencialmente servir a los intereses del Estado Islámico. Las consecuencias ya se han hecho notar, y no son positivas.

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C. Otto

Como informaba ayer The New York Times, la decisión ha provocado la eliminación automática de cientos de vídeos que, según varios activistas cercanos al conflicto, servían para documentar la crudeza de la guerra en un momento en el que los medios de comunicación no pueden ejercer con normalidad su labor allí. Desde el inicio de la guerra en 2011, YouTube ha servido a los sirios como una plataforma donde muchos ciudadanos han podido compartir con el mundo muchas de las barbaridades cometidas contra el pueblo sirio, tanto por el bando gubernamental como por el ISIS o Al Nusra, filial de Al Qaeda en la región.

Lo que está desapareciendo ante nuestros ojos es la historia de esta terrible guerra

"Cuando el conflicto en Siria comenzó, los medios independientes cayeron y los propios sirios han recurrido a YouTube para postear noticias del conflicto", ha declarado al diario estadounidense Chris Woods, director de la organización londinense Airwars, encargada de monitorizar ataques aéreos internacionales. "Lo que está desapareciendo ante nuestros ojos es la historia de esta terrible guerra".

Dentro de su estrategia para combatir el terrorismo 'online', YouTube implementó el pasado 1 de agosto un nuevo sistema de aprendizaje automático o 'machine learning' para detectar y eliminar vídeos controvertidos: "Nuestros sistemas son más rápidos y efectivo que nunca antes, más del 75% de los videos que hemos eliminado por razones de extremismo violento en el último mes fueron retirados antes de recibir un solo aviso humano", explicaba la compañía en su blog hace tres semanas.

En los últimos meses, la plataforma ha optado por otras estrategias para desincentivar el aumento de vídeos extremistas. Por ejemplo, aquellos que sean marcados como tales no podrán ser recomendados, monetizados, comentados o valorados por los usuarios. "Eso significa que tendrán menos interacciones y serán más difíciles de encontrar", explicaban desde Google, "creemos que esto alcanza el equilibrio correcto entre libertad de expresión y acceso a la información sin promover puntos de vista extremadamente ofensivos".

Uno de los críticos más activos con la medida ha sido Elliot Higgings, fundador de la plataforma de periodismo ciudadano de investigación Bellingcat: "Tenemos una situación en la que unos cuantos vídeos han sido erróneamente etiquetados y todo un canal de YouTube es borrado", ha declarado a BBC, "para aquellos de nosotros tratando de documentar el conflicto en Siria, es un enorme problema".

Finalmente, la plataforma, que comenzó defendiéndose y argumentando que el sistema de detección iría mejorando con el tiempo, ha acabado concluyendo que sustitutir a los moderadores humanos por algoritmos para controlar los fenómenos extremistas había sido una "mala decisión".

Desde YouTube España han matizado a posteriori esto último: "Recientemente anunciamos mejoras en las herramientas que utilizan nuestros revisores y continuamos mejorándolas", explican, "con el masivo volumen de vídeos en la plataforma, a veces tomamos la decisión equivocada. Cuando tomamos conocimiento de que un vídeo o canal ha sido eliminando por error, actuamos rápidamente para reinstalarlo".