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El avión solar ruso que dará la vuelta al mundo (¡sin parar!) en cinco días
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un proyecto que hará historia

El avión solar ruso que dará la vuelta al mundo (¡sin parar!) en cinco días

Una empresa rusa planea fabricar una aeronave que se convierta en la primera en dar la vuelta al planeta sin detenerse, alimentada solo por energía fotovoltaica

Foto:  La aeronave tendrá unos 37 metros de envergadura y aprovechará las corrientes de aire para ahorrar energía. (Rotec I Renova Group)
La aeronave tendrá unos 37 metros de envergadura y aprovechará las corrientes de aire para ahorrar energía. (Rotec I Renova Group)

Ha pasado poco más de un año desde que el Solar Impulse II, alimentado por energía fotovoltaica, se convirtiera en el primer avión en dar la vuelta al mundo sin hacer uso de carburantes. Pilotada por los suizos André Borschberg y Bertrand Piccard, la aeronave aterrizó el verano pasado en Abu Dabi después de una travesía de 40.000 kilómetros y más de 500 horas de vuelo.

Foto: El Solar Impulse 2 esta mañana en su aproximación a Sevilla. (Foto: Reuters)

El viaje transcurrió en 17 etapas separadas por cortas estancias en tierra que los pilotos aprovechaban para alternarse a los mandos. Los trayectos sobre los océanos Atlántico y Pacífico fueron los más largos: tardaron unos tres días en ir de Nueva York a Sevilla y casi cinco en cubrir la distancia que separa Nagoya (Japón) y Hawái.

El hito alcanzado por los suizos ha pasado, sin duda, a los anales de la historia, pero los retos que aúnan ingeniería aeronáutica y energía solar no han alcanzado aún su máximo exponente. El Grupo Renova, un conglomerado empresarial propiedad del magnate ruso Viktor Vekselberg, ha anunciado un nuevo y más ambicioso proyecto: construir un avión solar que dé la vuelta al mundo en cinco días –el tiempo que llevó al Solar Impulse II sobrevolar el Pacífico– sin detenerse ni una sola vez.

No nos basamos en ningún otro avión, lo estamos diseñando desde cero

“Respetamos profundamente tanto a Stpehen Fossett [dio la vuelta al mundo varias veces en barco, globo y avión] como a Bertrand Piccard y André Borschberg. Su logro es una valiosa contribución a nuestro proyecto”, asegura a Teknautas Mikhail Lifshitz, director de desarrollo de activos de alta tecnología de la firma y piloto experimentado.

Actualmente un equipo de la empresa ROTEC –una de las piezas del gigante ruso–, liderado por Lifshitz, trabaja con diferentes diseñadores para concebir el primer prototipo de la aeronave, que estará listo en 2019 si las previsiones se cumplen. Aunque antes realizarán pruebas en un modelo experimental: “No nos basamos en ningún otro avión, lo estamos diseñando desde cero”, advierte Lifshitz.

Paneles solares de última generación

Gran parte de la tecnología que incorporará el avión ha sido desarrollada en el seno de algunas de las compañías del grupo, como las placas fotovoltaicas que llevará colocadas en su exterior, fabricadas por Hevel. La instalación combinará dos tipos de células solares: las denominadas de película fina y las cristalinas.

Los materiales fotovoltaicos de ambas, silicio amorfo y cristalino respectivamente, se disponen en paneles híbridos para formar celdas de heterounión como las que lucirá la nave y que aúnan las ventajas de los dos compuestos, compensando así sus carencias individuales.

placeholder Gran parte de la tecnología que incorporará el avión ha sido desarrollada por los ingenieros de las empresas del Grupo Renova. (Rotec I Renova Group)
Gran parte de la tecnología que incorporará el avión ha sido desarrollada por los ingenieros de las empresas del Grupo Renova. (Rotec I Renova Group)

"Mientras que el silicio cristalino funciona durante cinco horas al día, la película delgada trabaja alrededor de ocho”, apunta Lifshitz. Por otro lado, la mezcla les confiere gran eficiencia en la captación de luz solar directa –desde la parte superior del avión– y reflejada por las nubes y la superficie terrestre –absorbida por las placas de la parte inferior–.

Una vez recogida, la energía se almacenará en supercondensadores, dispositivos capaces de acumular grandes cantidades de electricidad, producidos por otra de las empresas del conglomerado. Estos sistemas pueden liberar hasta el 90% de la energía con la que se cargan, mientras que las baterías de litio solo pueden proveer el 60 %. Una característica de los supercondensadores que incorporará la aeronave, importante para el vuelo, es que pueden soportar temperaturas de hasta -65 ºC gracias a los electrolitos que contienen, desarrollados por la Universidad de Moscú.

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Así, el avión aprovechará la energía almacenada para volar durante la noche mientras que por el día utilizará el empuje de los vientos anabáticos o ascendentes para compensar la falta de velocidad. “No podemos cambiar las leyes de la física ni la aerodinámica, así que no será ultrarrápido, pero se mantendrá en el aire por largos periodos de tiempo”, subraya Lifshitz.

Según el ruso, volarán por encima de las nubes, a una altitud de entre 10.000 y 12.000 metros, la misma que alcanzan los aviones comerciales. El vehículo, que tendrá alrededor de 37 metros de envergadura, necesitará aprovechar toda la luz reflejada y las corrientes de aire que sea posible, ya que la duración de los días vendrá determinada por las latitudes y longitudes que atraviese durante el vuelo. “La combinación del avión y las condiciones meteorológicas nos permitirán alcanzar de 120 a 140 horas de vuelo alrededor del mundo”, dice Lifshitz.

placeholder Fedor Konyukhov es el segundo hombre que ha dado dio la vuelta al mundo en un globo aerostático de helio y aire caliente. (Rotec I Renova Group)
Fedor Konyukhov es el segundo hombre que ha dado dio la vuelta al mundo en un globo aerostático de helio y aire caliente. (Rotec I Renova Group)

Cuentan, además, con los datos recogidos por el también ruso Fedor Konyukhov durante su anterior viaje aéreo. Este escalador y expedicionario, que será el piloto de la aeronave solar, batió un récord mundial el año pasado, a los 64 años: dio la vuelta al planeta en un globo aerostático de helio y aire caliente en 11 días y ocho horas a una velocidad media de 127 kilómetros por hora y altitudes de hasta 8.000 metros. “Es una enorme cantidad de información que nos da una idea de lo que podemos encontrarnos”, señala Lifshitz.

El equipo que ha asesorado y guiado a Konyukhov en sus expediciones transoceánicas, marítimas y aéreas, se encargará de preparar la ruta idónea para el avión del Grupo Renova. En su elección tendrán en cuenta, además de las características del vehículo, factores como la época del año, el clima y la meteorología. Incluso a escala local, ya que de ello dependerá la existencia de vientos anabáticos, originados en las pendientes de las montañas.

Mirar al pasado para avanzar hacia el futuro

Analizar importantes viajes aéreos del pasado es una de las claves más importantes de la preparación del vuelo. “Estamos estudiando la experiencia no solo de Solar Impulse sino también la de las naves Voyager y Stratos”, indica Lifshitz.

No obstante, hay otro tipo de cuestiones que considerar y que no tienen que ver con la atmósfera. “En el turbulento mundo moderno en que vivimos hoy en día, estamos forzados a tener en cuenta las condiciones específicas para cruzar ciertos territorios y obtener los permisos necesarios”, explica el ingeniero ruso. No todos los países permiten que extranjeros traspasen sus fronteras a bordo de un dispositivo “que las autoridades no entienden demasiado bien”.

Las tecnologías aeroespaciales son una apuesta segura en lo comercial, y otros millonarios ya cuentan con sus propias empresas

El laboratorio de Lifshitz y su equipo servirá de campo de pruebas para nuevas tecnologías aeronáuticas, como las desarrolladas para vehículos autónomos y aviones militares. Su trabajo se traducirá no solo en un impulso para la innovación en este campo, sino también en un reclamo para inversores y posibles aliados corporativos.

Las tecnologías aeroespaciales son una apuesta segura en lo comercial, y otros millonarios como los estadounidenses Richard Branson y Elon Musk ya cuentan con sus propias empresas en este ámbito. Vekselberg, convertido en el cuarto hombre más rico de Rusia gracias al petróleo y la metalurgia, apuesta fuerte por las placas fotovoltaicas y la producción y almacenamiento de energía desde 2012, cuando recogió su fortuna y dejó de lado el crudo. ¿Se convertirá el magnate en la envidia de otros ricachones batiendo un récord con su nuevo proyecto en 2019 como promete?

Ha pasado poco más de un año desde que el Solar Impulse II, alimentado por energía fotovoltaica, se convirtiera en el primer avión en dar la vuelta al mundo sin hacer uso de carburantes. Pilotada por los suizos André Borschberg y Bertrand Piccard, la aeronave aterrizó el verano pasado en Abu Dabi después de una travesía de 40.000 kilómetros y más de 500 horas de vuelo.

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