Lujo y robots: la nueva terminal de uno de los aeropuertos más grandes del mundo

El Aeropuerto Internacional de Singapur, también conocido como 'Changi', es uno de los más grandes y modernos del mundo. Ocupa la sexta posición en Asia y la 32º en el mundo en número de pasajeros que pasan cada año por sus pasillos. Pero lejos de conformarse, ha construido una nueva terminal, la T4, con la que quiere llegar a los 82 millones de pasajeros al año en la próxima década, 16 millones más de los que puede soportar ahora. Para hacernos una idea, solo el año pasado pasaron por allí 58 millones de viajeros, 8 millones más que por el Aeropuerto de Madrid-Barajas.

En esta nueva etapa, los directores de este enorme aeródromo han decidido apostar aún más por la tecnología y, siguiendo las ideas que desde hace unos años defiende este pequeño Estado del sudeste asiático, innovar como nadie. Contará con robots limpiadores, pantalla LED con todo tipo de entretenimientos y hasta lectores faciales para que cualquiera pueda tomar su vuelo sin necesidad de tener que relacionarse con un agente de vuelo. Todo vale con el objetivo de estar a la vanguardia.

El proyecto, que ha costado 620 millones de euros, tiene como meta no solo ampliar la capacidad del Changi sino conseguir recortar un 20% del personal que trabaja allí gracias a las innovaciones tecnológicas. Aún habrá que ver el resultado final de este espacio de 225.000 metros cuadrados, pero queda claro que esta terminal no será una más.