Probamos la primera 'GoPro' de Xiaomi: esta es la alternativa 'low cost' que buscabas
Con una imbatible relación calidad-precio, la empresa china ofrece un producto muy sólido que cuenta con todo lo que se espera de un aparato de este tipo
Xiaomi se ha propuesto poner patas arriba los diferentes segmentos de la electrónica. Y gracias a las 70 empresas tecnológicas en las que ha invertido para crear su creciente ecosistema de productos, la multinacional china ya ha conseguido provocar una revolución en varios: comenzó con los teléfonos móviles, luego llegaron las baterías externas y los módems, siguieron los televisores, las tabletas y los ordenadores portátiles, y ya no se le resisten los robots aspiradores, las cámaras fotográficas, los patines eléctricos, ni siquiera las bicicletas inteligentes. Ahora le toca al siguiente: las cámaras de acción.
Uno de los últimos aparatos que ha añadido a su ya inabarcable catálogo ha sido la cámara de acción Yi 4K. Diseñada y fabricada de forma independiente por Xiaoyi Technology en Shanghái, la Yi 4K se presenta como una alternativa sólida a la GoPro. Incluso a la recién estrenada Hero 5. Y, como no puede ser de otra forma, es notablemente más económica. De hecho, en España se puede adquirir en GearBest por menos de 200 euros.
Sobre el papel, las fortalezas técnicas de la Yi 4K quedan claras. Si se compara con la Hero 4 de su rival estadounidense, la china gana por goleada. Cuenta con un procesador más potente —el Ambarella A9SE frente a la versión anterior, Ambarella A9—, un sensor Sony más avanzado —IMX377 frente al IMX117— y una batería que casi duplica la autonomía de la GoPro —120 minutos de grabación en 4K frente a 65 minutos—. Y luego hay ventajas importantes como la pantalla táctil de 2,19 pulgadas —con Gorilla Glass para evitar rayaduras—, el estabilizador, el micrófono estéreo o la función de control de la distorsión de la imagen.
Incluso si se compara con la nueva Hero 5 Black, presentada bastante después que la Yi 4K, sorprende lo bien que resiste a pesar de costar menos de la mitad (229 euros menos). Montan el mismo sensor de imagen, y tanto su pantalla como la batería siguen siendo más generosas —1.400 mAh. de la Xiaoyi por los 1.220 mAh. de la GoPro—. Además, el ‘bitrate’ es idéntico, de 60 MB por segundo en 4K, lo cual ofrece las mismas opciones de posproducción.
Así, las ventajas de la Hero 5 —que parece haber copiado a la Yi 4K en muchos apartados de su actualización— se limitan al control por voz —algo que Xiaoyi ya avanza que incluirá en su próxima actualización—, la resistencia al agua hasta 10 metros de profundidad sin necesidad de carcasa, y minucias como el uso del USB-C. ¿Valen esas mejoras 200 euros extra? Lógicamente, depende de lo que cada usuario busque. Para la mayoría, seguramente no.
Uso y calidad de imagen
La prueba que hemos hecho en Teknautas lo confirma. En primer lugar, se agradece lo fácil de utilizar que resulta. Gracias a la pantalla táctil, acceder a los menús y cambiar la configuración —sin necesidad de utilizar la 'app' para el móvil— es sencillo y muy rápido. Basta, por ejemplo, con deslizar el dedo de un lado a otro para pasar del modo vídeo al de foto. Por su parte, la cámara cuenta con solo un botón, con lo que todo se hace a través de la pantalla, salvo comenzar y parar de grabar o tomar una fotografía. En el frontal, un pequeño led muestra el estado de la cámara en todo momento. El diseño es bastante estándar, pero resulta algo más alargado que el resto, lo cual ofrece una mejor experiencia al ver los vídeos en la pantalla.
Aunque la calidad de la imagen es buena en todas las situaciones, las diferencias con y sin estabilizador resultan escasas
El control y la posibilidad de seguimiento desde el móvil, ya sea por wifi o Bluetooth, también es muy correcto. Funciona bien, tiene un rango aceptable y se reconecta con rapidez cuando la cámara regresa al radio de acción. Además, la transferencia de archivos es también rápida —frecuencias 2,4 Ghz. y 5 Ghz.— y la aplicación incluso permite hacer una edición sencilla del vídeo antes de ser descargado. Finalmente, algo muy chino, la aplicación cuenta también con su propia red social en la que se pueden ver vídeos y fotografías de otros usuarios de la Yi 4K y compartir con ellos experiencias y trucos. Curioso, sin duda, pero poco útil si no se habla chino.
Vayamos a lo que realmente importa: la calidad de las imágenes. Hemos preparado dos vídeos idénticos filmados en FHD —que crea archivos de más de 250 MB para un vídeo de poco más de un minuto— utilizando un accesorio estándar para fijar la Yi 4K al manillar de una bicicleta en Shanghái. Y hemos dado la misma vuelta para comparar los resultados: el primero no utiliza ni el estabilizador ni el control de distorsión de la imagen —que endereza las líneas cuando se utiliza el máximo ángulo del objetivo, 155 grados—; el segundo añade el estabilizador. Este es el resultado:
Vídeo grabado con la función de estabilizador desactivada:
Vídeo grabado con la función de estabilizador activada:
Aunque la calidad de la imagen es buena en todas las situaciones —con buen detalle en sombras y altas luces y definición suficiente—, las diferencias entre los dos modos de imagen nos resultan excesivamente escasas. El estabilizador reduce algo las vibraciones cuando hay baches, pero no habría estado de más que fuese más efectivo porque su efecto se nota poco. El control de distorsión, sin embargo, sí que se aprecia, aunque provoca un pequeño recorte de la imagen.
En cuanto a las fotografías, las imágenes de 12 megapíxeles tienen una calidad aceptable, pero es evidente que estas cámaras no se han diseñado con imágenes estáticas en mente. Cualquier teléfono móvil decente hace mejores fotos, sobre todo en las peores condiciones, con poca luz y mucho contraste, cuando el grano hace que las imágenes resulten poco satisfactorias.
¿Me la compro?
Entre los aspectos negativos de la Yi 4K, está la falta de accesorios incluidos con la cámara de acción. En la caja solo aparecen la cámara, una batería y un cable microUSB que ni siquiera cuenta con un enchufe. Eso sí, las carcasas son baratas y Xiaoyi se ha guardado un as en la manga al respecto: la montura es idéntica a la de GoPro, de forma que se pueden utilizar todos los accesorios de la homóloga americana. La Yi 4K tampoco permite la grabación a 24 fotogramas por segundo, que da una sensación de película. Pero, a cambio, ofrece cámara lenta de hasta 120 fps en calidad FHD. Finalmente, los menús de la cámara que hemos probado están exclusivamente en inglés. Si todo esto no te echa para atrás, la Xiaomi Yi 4K es una ganga.
En cualquier caso, para el usuario que considere que la Yi 4K todavía no se adecua a sus necesidades, sobre todo en el caso de los profesionales, quizá la mejor opción sea esperar a que su sucesora, la Yi 4K+, salga al mercado. En forma y tamaño será casi idéntica, de forma que la mayoría de los accesorios serán compatibles, pero las especificaciones publicadas por la empresa la ponen incluso por delante de la Hero 5 Black de GoPro. Eso sí, ya no será una ganga: costará 339 dólares, un precio que se acerca peligrosamente al de su competidora.
Xiaomi se ha propuesto poner patas arriba los diferentes segmentos de la electrónica. Y gracias a las 70 empresas tecnológicas en las que ha invertido para crear su creciente ecosistema de productos, la multinacional china ya ha conseguido provocar una revolución en varios: comenzó con los teléfonos móviles, luego llegaron las baterías externas y los módems, siguieron los televisores, las tabletas y los ordenadores portátiles, y ya no se le resisten los robots aspiradores, las cámaras fotográficas, los patines eléctricos, ni siquiera las bicicletas inteligentes. Ahora le toca al siguiente: las cámaras de acción.