Millonario a los 33 años: así es Bogachev, el cibercriminal más temido del mundo

El aumento de los ciberdelitos ya es una de las grandes lacras del siglo XXI. La posibilidad de que un habilidoso cibercriminal, protegido en el anonimato que le ofrece la red y sentado cómodamente en el sofa de su casa, pueda acceder a todos los datos confidenciales de otra persona se ha convertido en una tendencia tan grande que ni siquiera las administraciones se ven libres de caer. Tanto, que el FBI ha puesto en busca y captura al mayor ciberdelincuente del mundo.

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Mercè Molist

A finales de 2016, en una de sus últimas tareas, el Gobierno norteamericano de Barack Obama hizo pública una lista de los delincuentes virtuales más peligrosos del mundo. Pocos meses más tarde, el FBI ha encontrado en esa lista a uno de los hombres que podrían haber influido de manera directa en las elecciones a la presidencia de EEUU. Se trata de Evgeniy Mikhailovich Bogachev, y han puesto precio a su cabeza: tres millones de dólares a quien ayude a capturarlo.

Conocido desde hace algunos años por Estados Unidos, Bogachev tiene un amplio historial de delitos a sus espaldas. A través de la creación de un troyano llamado Zeus, diseñó su principal 'vía de negocio': se trataba de un virus capaz de superar cualquier tipo de protección, siendo capaz de acceder a todo tipo de datos sensibles a través de la red, consiguiendo cuentas bancarias y contraseñas con las que operar, logrando algo más de 100 millones de euros.

El FBI llegó a calificar su manera de actuar como una de las más difíciles de rastrear con las que se había encontrado. No solo obtenía los datos bancarios, sino que era capaz de transferirse esas cantidades a unas cuentas en el extranjero que las recibían a través de diferentes intermediarios situados en diversos puntos del planeta, lo que hacía prácticamente imposible detectar el rastro del dinero, convirtiéndose en alguien muy rico en muy poco tiempo.

No en vano, los expertos aseguran que este hombre de 33 años tiene más de 10 casas en diversos puntos de Europa, así como una espectacular red de vehículos, que incluso afirman le permitiría cruzar el planeta sin necesidad de tener que repostar. Incluso otros ciberdelincuentes que ya han sido detenidos confirman que, hasta donde saben, Bogachev tiene mujer y dos hijos. O, al menos, esa es la parte de su vida que ha confesado a otros ladrones virtuales.

Tras ser detectado el troyano Zeus, Bogachev lo modificó, para seguir operando con él hasta 2014, fecha en que se consiguió desactivar el virus. Desde ese año, dejó de lado el robo de datos bancarios para dar un paso más: había llegado el momento de dedicarse al chantaje y la extorsión de altos cargos públicos. En un momento determinado, llegó a tener controlados un millón de ordenadores diferentes, con acceso a todo tipo de información confidencial.

Según confirma 'The New York Times', Bogachev tenía acceso a desde fotos de las vacaciones o contratos de vivienda, pasando por la agenda telefónica de los 'hackeados', entre mucha otra información sensible. Y la posibilidad de acceder a este tipo de documentos pronto le convirtió en uno de los espías de internet más peligrosos del mundo. El siguiente paso era intentar llegar a los documentos clasificados del Gobierno más poderoso del planeta, el de EEUU.

¿Dónde se encuentra?

'NYT' asegura que EEUU es conciente de que Bogachev ha hecho búsquedas entre sus documentos clasificados, donde ha intentado hallar información que contenga palabras como 'venta de armas', 'alto secreto' o 'departamento de Defensa'. Desde entonces, la Inteligencia norteamericana se ha puesto a buscar a uno de los ciberdelincuentes más importantes del mundo, de quien están convencidos que ha actuado para influir en las recientes elecciones presidenciales.

El FBI ofrece tres millones para aquella persona que ayude a detenerlo. De hecho, diversas fuentes aseguran que se encuentra viviendo en la ciudad rusa de Anapa, donde tendría un chalé con embarcadero, donde disfruta de uno de sus yates de lujo y vive bajo su propio nombre sin seudónimo. Así es el cibercriminal más peligroso del mundo, el ladrón virtual al que Estados Unidos ha puesto precio a su cabeza con la intención de conseguir detenerlo de una vez por todas.