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Los héroes 'online' de las cláusulas suelo: "En un mes, nos llegaron 3.800 clientes"
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miles de personas recurren a esta opción 'low cost'

Los héroes 'online' de las cláusulas suelo: "En un mes, nos llegaron 3.800 clientes"

Llevan muy poco tiempo en esto, pero en los últimos meses les están comiendo parte de la tostada a los grandes bufetes de abogados. Además, están multiplicando su negocio y su plantilla

Foto: Pablo Rabanal (izquierda), fundador de Reclamador, e Iván Metola, creador de Indemnízame.
Pablo Rabanal (izquierda), fundador de Reclamador, e Iván Metola, creador de Indemnízame.

Hace años que Iván y Pablo se levantan por la mañana para sacar adelante sus propias empresas. Ambos tienen una 'startup', una de esas empresas de internet que por lo general suelen compartir el mismo problema en sus comienzos: la falta de clientes. Las 'startups' tienen tecnología, tienen talento, algunas incluso tienen dinero y usuarios... pero pocas son las que consiguen ingresos con los que ir creciendo. Sin embargo, en los últimos meses los dos emprendedores se han topado con un nicho de negocio que ha aumentado de manera exponencial sus clientes y sus ingresos, hasta tal punto que casi no dan abasto. Ese nicho es el de las cláusulas suelo.

Foto: Ángela Cabal y Javier Aracil son los fundadores de Mr Wonderful.

Pablo e Iván en realidad son Pablo Rabanal e Iván Metola, fundadores de Reclamador e Indemnízame, respectivamente, dos 'startups' de reclamaciones 'online' (aéreas, laborales, de consumo...) que, desde el progresivo aumento de las reclamaciones a los bancos por las cláusulas suelo (acelerado tras la histórica sentencia del TJUE), están disparando sus cifras de clientes y negocio cada mes. Las cláusulas suelo han supuesto la explosión de bufetes de abogados como Arriaga Asociados, pero las 'startups' españolas ya están en el mismo barco y son mucho más ágiles que las firmas legales más demandadas.

20.000 afectados y un 98% de éxito

Ambas plataformas funcionan de manera muy similar entre ellas, aunque muy distinta a la de los grandes bufetes. Al tratarse de compañías tecnológicas, el ciudadano puede mandar la copia de su hipoteca desde la propia página web. A partir de entonces, las dos 'startups' ponen a trabajar a sus abogados, que analizan la situación, evalúan las posibilidades, aconsejan a los usuarios para negociar con el banco y los acompañan al juicio si la negociación ha sido fallida.

Las dos tienen el mismo modelo: si su cliente gana, ellos cobran; si no, no. A partir de ahí, con la victoria en la mano, si el banco es condenado a abonar el dinero de la reclamación y las costas judiciales, ambas 'startups' solo cobran dichas costas, no se llevan ningún porcentaje del dinero reclamado. En caso de que el cliente gane pero el banco no pague las costas, las dos compañías cobran 400 euros fijos y un porcentaje (Reclamador el 15%, Indemnízame el 12%) de la reclamación obtenida.

"Con la sentencia del TJUE esto es una locura: en enero llegaron 3.800 nuevos clientes"

Con dicho modelo, las dos tecnológicas están teniendo unos resultados más que significativos, según sus cifras. El caso más longevo dentro de la brevedad es el de Reclamador: "La empresa nació en 2012, pero empezamos con las cláusulas suelo en 2014. Desde entonces, hemos asesorado a más de 20.000 afectados. Hasta diciembre de 2016, teníamos más de 2.000 demandas judicializadas, pero desde que llegó la sentencia del TJUE esto está siendo una verdadera locura. Para que te hagas una idea, en las últimas cuatro semanas nos han llegado 3.800 clientes", nos cuenta Pablo Rabanal.

En el caso de Indemnízame, su juventud (se fundó en marzo de 2016) le ha otorgado menos casos, pero una progresión igualmente llamativa: "Montamos la empresa con abogados que en sus trabajos anteriores habían llevado cláusulas suelo y habían ganado el 100% de los casos, pero al principio detectamos mucha incertidumbre en estos casos, así que aconsejamos a nuestros clientes esperar a la sentencia del TJUE", asegura Iván Metola. La actividad bancaria, por tanto, ha llegado ahora: "Hemos empezado hace nada con las cláusulas suelo, pero nuestra área bancaria está creciendo muchísimo en apenas dos meses".

Aumenta el negocio: "Estábamos desbordados"

Está claro que, con el aluvión de reclamaciones bancarias y judiciales que se están produciendo tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, las previsiones de negocio de Reclamador e Indemnízame no valen para nada, porque se han multiplicado: "El Gobierno calculaba 1,5 millones de afectados", nos cuenta Rabanal, "pero nosotros estimamos que pueden ser cerca de tres millones. Es tremendo. Podrías poner a 10 bufetes como Arriaga y 20 plataformas como Reclamador... y seguirían sin dar abasto. No hay bufetes en España para tanta demanda".

"Nos hemos visto un poco desbordados", reconoce Rabanal, "pero hemos reforzado el equipo y nos estamos poniendo al día. En plantilla somos 60 personas, y en el departamento de banca tenemos 12 abogados fijos y, aparte, colaboramos con despachos de abogados de toda España. El área de banca ya representa un 20% de nuestra facturación".

"Pon a 10 Arriaga y 20 Reclamador y seguirán sin dar abasto; no hay bufetes en España para todas las cláusulas suelo"

En el caso de Indemnízame, las cifras son más modestas, pero el crecimiento es más que notable: "Tenemos un equipo de seis abogados llevando casos bancarios y aéreos, pero estamos creciendo a un ritmo de dos abogados [33%] por trimestre", explica Metola.

En cuanto al negocio, nuevamente parece que las cláusulas suelo se van a convertir en las protagonistas de su facturación: "No metimos el acelerón con ello hasta el pasado diciembre, pero ahora mismo son entre un 10% y un 15% de nuestro volumen de negocio. Y esperamos que todas las reclamaciones bancarias, tanto de cláusulas suelo como de gastos hipotecarios, se acerquen al 40% de nuestra facturación en 2017".

"Nos estamos adelantando a los bufetes"

Con el talonario en la mano, está claro que ni Reclamador ni Indemnízame pueden hacer sombra aún a los grandes bufetes que han aparecido en los últimos años. Si nos ceñimos al Registro Mercantil, Arriaga Asociados facturó 20,8 millones y tuvo 1,08 millones de beneficios en 2015, mientras que Reclamador se quedó en 1,03 millones de facturación y algo más de 83.000 euros de beneficio.

Sin embargo, eso fue antes de la eclosión de reclamaciones de las cláusulas suelo. Además, hay algunos puntos en los que Reclamador e Indemnízame sí están ganando a los grandes: "En algunas cosas ya nos estamos adelantando a los grandes bufetes, ya que somos mucho más ágiles abriendo líneas de negocio, pero va a haber mercado para todos, empresas grandes y pequeñas", asegura Iván Metola.

Rabanal se suma a esta postura: "Hay tal demanda y tal necesidad que no somos competidores, sino empresas que están creando una categoría nueva: la de servicios legales que trabajan a éxito y con comisión. Los veo casi como compañeros a la hora de crear categoría. Gracias a todos nosotros, la gente está viendo mucho más asequible este tipo de servicios".

"En facturación nos superan por mucho, pero en expedientes no hay tanta diferencia, ¿eh?"

Por otro lado, las 'startups' afrontan el posible miedo ciudadano a las empresas de internet y lo combaten con su propia imagen: "El problema de los grandes bufetes es precisamente ese: que a ojos del cliente final son grandes bufetes, y los afectados de bancos son gente normal que quizá tratan con un abogado por primera vez", asegura Metola.

En cualquier caso, el CEO de Reclamador no cree que empresas como la suya hayan pasado desapercibidas a los grandes despachos de abogados: "Nos tienen en el radar seguro, no me cabe ninguna duda. Si ves las campañas que hacen, son todas con un estilo muy cercano, huyendo de la típica imagen del abogado, y eso lo hacen porque ven que las 'startups' tenemos esa imagen. Es verdad que en facturación nos superan por mucho, pero en volumen de expedientes no te creas que hay tanta diferencia, ¿eh? Pero insisto: el mercado es tan sumamente grande que hay espacio para muchísimos jugadores. No hay despachos en toda España para cubrir toda la demanda de reclamaciones de cláusulas suelo".

Habrá que esperar para ver si las 'startups' tecnológicas acaban mojando mínimamente la oreja de los grandes bufetes de abogados. Es cierto que, por ahora, las cifras de facturación de estas pequeñas compañías no pueden ni soñar con acercarse a las de los bufetes, pero también es cierto que ninguna 'startup' tendrá que gastarse cinco millones de euros en una campaña publicitaria con Iker Casillas.

Hace años que Iván y Pablo se levantan por la mañana para sacar adelante sus propias empresas. Ambos tienen una 'startup', una de esas empresas de internet que por lo general suelen compartir el mismo problema en sus comienzos: la falta de clientes. Las 'startups' tienen tecnología, tienen talento, algunas incluso tienen dinero y usuarios... pero pocas son las que consiguen ingresos con los que ir creciendo. Sin embargo, en los últimos meses los dos emprendedores se han topado con un nicho de negocio que ha aumentado de manera exponencial sus clientes y sus ingresos, hasta tal punto que casi no dan abasto. Ese nicho es el de las cláusulas suelo.