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Noticias pseudocientíficas que nos han hecho enfadar (y también reír) este año
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el top 10 de la vergüenza

Noticias pseudocientíficas que nos han hecho enfadar (y también reír) este año

Las pseudociencias muestran cada año su cara más ridícula en los medios, pero también la más peligrosa. En ocasiones dan pie a situaciones absurdas que dan

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Las pseudociencias muestran cada año su cara más ridícula en los medios, pero también la más peligrosa. En ocasiones dan pie a situaciones absurdas que dan ganas de reír y a veces despiertan nuestro enfado al ver cómo personas inocentes ponen en juego su vida —e incluso la pierden— mientras otros se forran a su costa. La publicación 'Real Clear Science' recoge las 'mejores peores' historias que han pululado por la red los doce meses anteriores, que en Teknautas condimentamos con nuestra propia selección.

1. La NASA cambia los signos del zodiaco

¿Es que no tiene la NASA nada mejor que hacer que entrometerse en la astrología? Algunos parecen pensar que no, y por eso esta noticia circuló por internet con ganas en el mes de septiembre. "La NASA acaba de arruinar nuestras vidas. Por primera vez en 3.000 años han decidido actualizar los signos del zodiaco, lo que significa que la mayoría de nosotros está a punto de sufrir una crisis de identidad total", decía Erin Nichole en The Zoe Report.

La verdad es que la NASA sí tiene cosas mejores que hacer que enredar la astrología. Por ejemplo, mirar al cielo y comprobar que las constelaciones están en una posición distinta a la que estaban hace 3.000 años, cuando los babilonios determinaron las 12 constelaciones que hoy conocemos. El motivo es que el eje sobre el que rota la Tierra se mueve poco a poco, y por tanto también lo hace la imagen del cielo que tenemos desde su superficie. A la agencia espacial se le ocurrió contar esto mismo en una página divulgativa pensada para niños, añadiendo que si las constelaciones cambiaban, técnicamente los signos del zodiaco lo habían hecho también.

2. Las pseudoterapias de los olímpicos

Es difícil explicar este tema mejor de lo que lo hizo el periodista científico Antonio Villarreal con esta frase: "Hubo una época en que los grandes atletas del mundo, teniendo a su disposición los mejores tratamientos médicos que el dinero puede pagar, acababan cayendo en los brazos de la superchería y la pseudociencia para tratar sus lesiones. Esa época es siempre". Lo pudimos comprobar una vez más este verano cuando Michael Phelps se sumergió en la piscina con el cuerpo lleno de moratones redondos.

Era culpa del 'cuping' o ventositerapia, consistente en aplicar succión en la piel para activar la circulación del Qì, una suerte de energía vital clave en la medicina tradicional china. Esto se sumaba a otras terapias con eficacia dudosa (y por supuesto no demostrada científicamente) como las 'k-tapes' o vendajes neuromusculares, los baños de hielo, las tiras nasales o las pulseras Power Balance. Estos grandes deportistas no sufrirán repercusiones especialmente graves por someterse a estas terapias sin fundamento, pero su ejemplo hace que se difundan entre aquellos que sí podrían dejarse la salud (o al menos el dinero) en prácticas dudosas. Como resumía nuestro compañero Alfredo Pascual en este titular: estrellas del deporte, desastres para la ciencia.

3. El documental antivacunas de Andrew Wakefield

El nombre de Andrew Wakefield pasará a la historia como el de uno de los médicos más irresponsables de la historia: este cirujano e investigador inglés publicó un estudio fraudulento en 1998 que dio pie y fuerza al bulo que relaciona las vacunas con el autismo. Aunque la investigación que realizó, con intereses económicos personales de por medio, ha sido totalmente refutada, la idea de que las vacunas son peligrosas caló y aun hay quien la defiende y por ello se opone a la vacunación.

En abril se estrenaba en EEUU el documental 'Vaxxed: From Cover-Up to Catastrophe' (Vacunado: del encubrimiento a la catástrofe), dirigido por Wakefield en el que el ahora exmédico quería destapar cómo las autoridades sanitarias han ocultado el hecho de que la vacuna de la triple vírica causa autismo. La película, llena de manipulaciones y datos sesgados y puestos en duda por la comunidad científica, recibió también malas críticas por los expertos en cine.

4. La homeopatía en las universidades

En este caso la noticia fue motivo de celebración. En el mes de abril, la Universidad de Barcelona anunciaba el fin de su máster en homeopatía, que impartía desde 2004, a causa de las críticas internas surgidas desde la Facultad de Medicina de la misma universidad que señalaban la falta de base científica de esta pseudoterapia.

Sin embargo, como ya recordamos en este artículo, la homeopatía y otras terapias cuya eficacia no ha sido probada científicamente forman parte de la oferta académica en muchas universidades públicas (y privadas) en nuestro país. Que la Universidad de Barcelona decidiese eliminar la homeopatía de sus aulas fue un paso adelante y un ejemplo, pero quedan muchos más por dar. Esperamos que 2017 sea un año todavía mejor en la lucha contra las supercherías.

5. La bloguera anticáncer acusada de estafa

Belle Gibson llevaba años predicando en su blog cómo una vida sana y una alimentación natural le habían servido para superar un cáncer cerebral terminal diagnosticado en 2009. Se ponía a sí misma como ejemplo de que sus consejos funcionaban. Gracias a su visibilidad en las redes sociales, puso en marcha varias campañas de recogida de fondos para distintas ONGs y familias otros enfermos con cáncer. Hasta que tuvo que reconocer públicamente que se lo había inventado absolutamente todo, incluidas sus obras de caridad.

En primavera de 2015 el chiringuito comenzó a tambalearse cuando una donación de 300.000 dólares nunca fue recibida. Poco después, a causa de sus apariciones públicas, varios periodistas comenzaron a preguntarse qué médicos habían tratado y seguido su supuesta recuperación milagrosa, en qué hospitales y por qué sus síntomas y demás no encajaban en el historia que decía haber sufrido. Finalmente, reconoció que todo era mentira y la oficina de defensa de los consumidores de Australia anunció acciones legales por conducta inmoral y publicidad engañosa.

6. Nadia

Una historia que reunía los ingredientes para hacer saltar todas las alarmas: inexactitudes en fechas, extrañas operaciones para modificar genes, un investigador de fama internacional desconocido... y hasta un científico escondido en una cueva de Afganistán como en la película de 'Iron Man'. Poco nuevo se puede añadir a un escándalo que ya ha dado la vuelta por todas las teles y medios de España.

Lo peor de este caso, que injustamente lleva el nombre de una de sus víctimas, es la pérdida de confianza que puede provocar que otras causas se queden sin su justo apoyo. En Teknautas redactamos una pequeña guía para colaborar con otras enfermedades sin cura, recordando que la Sanidad española cubre los tratamientos y que, ante la duda, lo mejor es atacar el problema de raíz apoyando la investigación.

7. Acupuntura en la Seguridad Social

"Fui a la Seguridad Social con dolor en un hombro y me pincharon la oreja". Así comenzaba la historia de nuestro compañero Alfredo Pascual en la que se revelaba que varios hospitales andaluces estaban recetando terapias pseudocientíficas a sus pacientes. Todo ello sin ofrecer alternativa real ni informar de que la ciencia ha demostrado en numerosas ocasiones su ineficacia. Y financiado con dinero público.

La acupuntura no funciona en absoluto, pero es una de las pseudociencias más defendidas, en ocasiones por gente que rechaza otras como la homeopatía, bajo el clásico "a mí me funciona". El motivo es que en ocasiones utiliza métodos de eficacia demostrada como la punción seca o la estimulación cutánea, todo bajo una pátina 'new age' repleta de canales de chakra y de energía mágica.

8. La modelo de 'Playboy' muerta por ir al quiropráctico

Katie May moría a comienzos de año por culpa de un derrame cerebral. La modelo de 34 años había visitado a un quiropráctico poco antes de su fallecimiento. La quiropráctica es un tratamiento alternativo que no sólo no ha probado su eficacia, sino que tampoco ha demostrado su seguridad. Consiste en la manipulación de la columna vertebral y otras articulaciones con unas consecuencias que van desde leves a fatales. Pagar a alguien para que te haga crujir las cervicales nunca es buena idea.

El análisis forense confirmó los peores temores: la manipulación del cuello hecha por el quiropráctico le provocó un desgarro fatal en una arteria. Otra muerte por culpa de las pseudociencias. Los tratamientos quiroprácticos son reconocidos en muchos países como EEUU e Italia, pero España de momento no contempla estas prácticas como una profesión sanitaria.

9. La victoria de Trump

¿Recuerdan a Wakefield? El exmédico del punto 3 cuyo estudio fraudulento desató la peligrosa moda antivacuna. Pues Donald Trump se reunió con él en agosto, cuando todavía era candidato, causando el pánico entre los defensores de la ciencia. La alarma no es infundada si tenemos en cuenta que el político ya ha asegurado en alguna ocasión que cree que puede existir alguna relación entre el autismo y las vacunas.

Este episodio no es el único que une a Trump a las pseudociencias. El presidente electo ha repetido en muchas ocasiones su 'escepticismo' acerca del cambio climático, poniendo sobre las cuerdas el histórico acuerdo de París. Todavía peor si tenemos en cuenta que los nombres que suenan para su gabinente son reconocidos negacionistas climáticos y creacionistas.

10. La manifestación contra los 'sistemas quitalluvia', cancelada por la lluvia

Una asociación "contra la manipulación climática" tuvo que cancelar su marcha para denunciar los denominados "sistemas quitalluvia"... por culpa de la lluvia. El secretario de la organización que lucha contra los 'chemtrails' no se mostró sorprendido, pues sospechaba que dichos métodos podrían ser utilizados durante la manifestación para impedirla. En cierto modo acertó.

En Teknautas hemos dedicado varios artículos a explicar el mito de las estelas de aviones que se ven en el cielo y sus supuestos fines oscuros. Al final, la mejor prueba es que el premio de 1.000 euros ofrecido por un ingeniero valenciano a quien demuestre su existencia siga desierto.

Las pseudociencias muestran cada año su cara más ridícula en los medios, pero también la más peligrosa. En ocasiones dan pie a situaciones absurdas que dan ganas de reír y a veces despiertan nuestro enfado al ver cómo personas inocentes ponen en juego su vida —e incluso la pierden— mientras otros se forran a su costa. La publicación 'Real Clear Science' recoge las 'mejores peores' historias que han pululado por la red los doce meses anteriores, que en Teknautas condimentamos con nuestra propia selección.

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