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"Hasta que no haya una desgracia, nadie se tomará en serio el racismo en internet"
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Moha Gerehou, periodista y activista contra el racismo

"Hasta que no haya una desgracia, nadie se tomará en serio el racismo en internet"

Le han insultado, subastado y amenazado de muerte desde la tranquilidad y el anonimato que dan las redes sociales. La justicia va lenta en las denuncias y Twitter no ayuda

Foto: Moha Gerehou, periodista y presidente de SOS Racismo
Moha Gerehou, periodista y presidente de SOS Racismo

"Simio de mierda", "comienza a despedirte de tu familia", "no aceptaremos monos en España"... Las redes sociales, una herramienta muy útil y práctica para relacionarnos entre nosotros y conocer mejor nuestro mundo, son también demasiado a menudo, el hábitat donde algunos salvajes, con la tranquilidad que da el anonimato, dan rienda suelta a las ideas más despreciables. El machismo es una de ellas. El racismo es otra. Moha Gerehou lo sabe bien.

Es periodista de Eldiario.es, y presidente de la asociación SOS Racismo. Nacido en Huesca pero con raíces en Gambia, cuenta resignado pero enérgico que para él los insultos y amenazas racistas son el día a día en Twitter. "A mediados de julio participé en una campaña, con la etiqueta #EstadoEspañolNoTanBlanco, que buscaba mostrar que hay muchos ciudadanos de otras razas en España. La respuesta fue que empezaron a subastarme", cuenta.

Gerehou no quiso callarse. Dio visibilidad a esas amenazas, mencionó a la cuenta oficial de la Policía en la red social y también interpuso una denuncia. "Todavía no he tenido respuesta, y me han dicho que el proceso va a ser largo. De hecho, dos meses y medio después no hay un juzgado asignado".

Esta semana, el tono ha subido de las burlas de la subasta a la violencia de las amenazas de muerte. El fin de semana Gerehou tuiteó con humor su cara de sorpresa ante la manifestación en favor de que la calle dedicada a Millán Astray conserve su nombre. La tormenta no se hizo esperar. Una foto de balas con su nombre era la imagen menos desagradable de las que recibió como respuesta.

De nuevo, se hizo eco de esas amenazas para que todo el mundo las conociese, y mencionó a la Policía. La decisión de denunciar, en este caso, no la tiene tan clara. La parsimonia del anterior proceso le hace dudar de la eficacia de denunciar. "No hay un sistema claro para denunciar el racismo en España, no hay una justicia especializada en delitos racistas, como sí la hay por ejemplo con el machismo".

Twitter tampoco ayuda

Tampoco Twitter ha podido (o querido) echar una mano para detener esta situación. "Son reacios a proporcionar datos que permitan identificar a las personas detrás de las cuentas. Todos entendemos la importancia de la privacidad, pero proteger estos perfiles hace que la justicia vaya más lenta".

Muchos de ellos son anónimos, pero otros le insultan a cara descubierta, con la tranquilidad de quien sabe que no le va a pasar nada. "Alguna gente cree que decirte 'negro de mierda, vete a tu país' no es grave, que hasta que no amenazan con matarte no están siendo del todo racistas".

Gerehou cuenta toda la historia calmado y sin miedo: asume que denunciar el racismo conlleva sin remedio el riesgo a que esto ocurra. "Hasta que no ocurra una desgracia, nadie se va a poner las pilas con este tema".

Sin embargo, considera su responsabilidad seguir denunciándolo. "Como periodista y presidente de SOS Racismo, denuncio e intento buscar una solución a estas situaciones que son el día a día para otras personas de raza negra, asiática o gitana entre otras en España. A lo mejor si yo consigo algo, otros se animan a denunciarlo también".

"Simio de mierda", "comienza a despedirte de tu familia", "no aceptaremos monos en España"... Las redes sociales, una herramienta muy útil y práctica para relacionarnos entre nosotros y conocer mejor nuestro mundo, son también demasiado a menudo, el hábitat donde algunos salvajes, con la tranquilidad que da el anonimato, dan rienda suelta a las ideas más despreciables. El machismo es una de ellas. El racismo es otra. Moha Gerehou lo sabe bien.

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