Que la vuelta al cole no destroce tu bolsillo: 'gadgets' asequibles para tu hijo
Con el inicio del curso, llega el temido desembolso de material escolar, entre el que ahora se incluyen algunos imprescindibles de la tecnología
Libretas, un estuche repleto de herramientas de papelería recién afiladas con un sacapuntas, la mochila de moda y un carromato tirado por bueyes con todos los libros de texto del curso: los escolares han vuelto ya a la rutina y los clásicos básicos (agujero en el bolsillo de los padres incluido) ya están listos para estrenar el curso como es debido.
Sin embargo, en los tiempos que corren, el material escolar va mucho más allá del papel y los lápices. La tecnología también ha llegado a las mochilas de los estudiantes, incluso a las de los más pequeños, así que los padres pueden enfrentarse a un gasto más en plena cuesta de septiembre. No obstante, hay suficientes opciones aceptables como para afrontar el desembolso tecnológico sin que la cuenta corriente se quede temblando:
2 en 1 para todos los bolsillos
Son ligeros (lo cual supone una ventaja a la hora de meterlos en la ya de por sí cargada mochila) y versátiles como pocos: durante la semana es la herramienta perfecta para hacer la tarea y en el fin de semana se transforma en el compañero ideal para el entretenimiento con solo retirar el teclado. Los convertibles, en definitiva, son lo más parecido a la solución tecnológica perfecta para los escolares de todas las edades.
No obstante, el abanico de precios de estos ordenadores que se pueden tornar en tabletas es demasiado amplio. Tanto es así que, por ejemplo, algunos modelos de HP superan los 1.500 euros. Sin embargo, por poco más de 200 es posible hacerse con un convertible que cubra las necesidades de los estudiantes más pequeños. Sin ir más lejos, es posible encontrar el HP Pavilion x2, con 32 gigas de almacenamiento, por algo menos de 220 euros.
Aun así, todavía es posible ahorrarse unos euros al comprar un convertible apostando por la gama de 2 en 1 de menos de 200 euros. Es el caso del Fnac One de 32 gigas fabricado por la española Sunstech o la china Teclast TbooK 11 con 64 gigas de memoria y dos sistemas operativos: Windows 10 y Android 5.1. Además, el modelo asiático se lleva la palma en lo económico, ya que puede adquirirse por poco más de 130 euros.
El único inconveniente de esta gama económica de convertibles es el tamaño de sus pantallas, que rondan las 10 pulgadas. Si te preocupa que sea insuficiente y las retinas de tus hijos se vean perjudicadas después de largas sesiones de trabajo ante su 2 en 1, convendría dar un sustancial salto en lo económico: sin ir más lejos, el Pavilion x360 de HP ya cuesta algo más de 300 euros y tiene una pantalla de 11,6 pulgadas.
¿Simplemente un portátil?
Si el hecho de que el dispositivo esté también pensado para el entretenimiento no es algo tan relevante, también es posible hacerse con un equipo barato en forma de ordenador portátil, simplemente. Y, una vez más, para ello no es necesario un desembolso excesivo: los Chromebook son la respuesta.
Su bajo precio (menos de 300 euros) y su escaso peso son los principales argumentos para optar por uno de estos equipos con el sistema operativo de Google, que además asegura una mayor duración de la batería y un arranque mucho más rápido que el de un portátil al uso. Además, los fabricantes han decidido incidir en su potencial como ordenador para los estudiantes creando modelos específicos como el HP Chromebook 11 G4 Education Edition, que cuenta con un teclado especial para resistir derrames de agua y otros líquidos y que cuesta algo menos de 290 euros.
No obstante, hay otras opciones igual de válidas no pensadas específicamente para estudiantes y, lo que es más reseñable, aún más baratas. Si el Chromebook de HP para escolares tiene apenas 11,6 pulgadas, el Toshiba Chromebook CB30-103 –disponible por unos 200 euros en su versión de 2 gigas de RAM- ofrece una pantalla mejor, de 13,3 pulgadas, sin necesidad de pesar mucho más: solo 1 kilo y 350 gramos más para la mochila.
Eso sí, antes de apostar por un Chroomebook, hay que tener en cuenta el hecho de que prácticamente cualquier tarea que vaya a hacer el pequeño propietario del ordenador tendrá que ser necesariamente en la nube, a través de herramientas como Google Drive. Por otra parte, una reciente novedad de estos equipos que ya han superado en ventas en Estados Unidos a los Mac de Apple añade una ventaja más: las aplicaciones de Android han llegado a los Chromebook, lo que supone un añadido en cuanto a utilidades para los estudiantes (y, por qué no, para su ocio).
Las lecturas, mejor en un ‘e-reader’
Más allá de los libros de texto, a lo largo del curso los estudiantes tendrán que hacer las típicas lecturas obligatorias que van desde los habituales libros de El barco de vapor hasta clásicos de la literatura como el ‘Lazarillo de Tormes’. Todas esas lecturas, claro, pueden hacerse con un ‘e-reader’ que haga olvidar el papel por un instante.
En este sentido, la apuesta estudiantil puede ser perfectamente la del dispositivo básico de Amazon, el Kindle que verá la luz en solo unos días y que costará algo menos de 80 euros. Con un amplio catálogo, pantalla táctil, conexión wifi, menos peso que el modelo anterior y las clásicas 6 pulgadas de un ‘e-reader’, la del gigante de Bezos es la mejor opción del mercado.
No obstante, si el objetivo primordial pasa por gastar lo menos posible, hay otras opciones llegadas del Lejano Oriente: es el caso del Suntonic ST-E601, un ‘e-reader’ chino disponible a partir de 43 euros por los que, eso sí, habría que renunciar a algunas características. Por ejemplo, su pantalla de tinta electrónica y 6 pulgadas no es táctil, aunque, por otra parte, tiene altavoces y reproduce archivos MP3, algo no especialmente útil para la lectura escolar pero que supone un extra de cara a su ocio.
Por un precio similar, otro dispositivo chino, el QWon ebook Reader, ofrece una pulgada más, aunque una importante pega: su pantalla no es de tinta electrónica, sino una LCD con algo menos de iluminación de lo habitual, lo que, sin ser peligroso para la vista, es menos cómodo que lo que ofrecen otros ‘e-reader’. Así, la principal ventaja, aparte del hecho de tener el menú disponible en castellano, es su precio: 47 euros.
¿Y un reloj inteligente?
Si muchos padres estaban pendientes hace unos días de la ‘keynote’ de Apple esperando ver el nuevo reloj inteligente de la manzana mordida, puede que sus vástagos también quieran un ‘smartwatch’ en sus muñecas. Más allá del mero capricho, lo cierto es que estos dispositivos pueden ser realmente útiles de cara a su rendimiento escolar: muchos cuentan con aplicaciones calendario con las que poder recordar sus tareas.
Obviamente, un reloj inteligente de gama alta (y su correspondiente precio) es algo excesivo para un jovial escolar que lo puede destrozar en el primer recreo. Además, hay un intenso mercado compuesto por modelos diseñados para niños con precios razonables. Así, el Excelvan Q50, de solo 30 euros, incluye localizador para saber dónde está el portador a cada momento y, además, monitoriza su actividad física y su sueño, lo que permite conocer en qué condiciones afronta las exigentes jornadas escolares.
Por 10 euros más, el VTech Kidizoom Plus está disponible con esas características y, además, permite hacer fotos y vídeos e incluye aplicaciones educativas y juegos para que el propio reloj sirva como entretenimiento y ayudante educativo. Y, claro está, para acompañar a estos dispositivos de muñeca, qué mejor que un ‘smartphone’ de menos de 100 euros que, tarde o temprano, los niños reclamarán, aunque sea para cazar pokémones. O para compartir apuntes con los compañeros a través de WhatsApp, quién sabe.
Libretas, un estuche repleto de herramientas de papelería recién afiladas con un sacapuntas, la mochila de moda y un carromato tirado por bueyes con todos los libros de texto del curso: los escolares han vuelto ya a la rutina y los clásicos básicos (agujero en el bolsillo de los padres incluido) ya están listos para estrenar el curso como es debido.