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Por qué la madera es el nuevo material de moda para construir rascacielos
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más ecológico y 'amigable' que el hormigón

Por qué la madera es el nuevo material de moda para construir rascacielos

Vancouver ya trabaja en el que será el edificio de madera más alto del mundo... Pero Amsterdam le superará poco después. La madera tiene muchas ventajas arquitectónicas

Foto: HAUT, el edificio de madera que se comenzará a construir en Amsterdam el año que viene (Foto: Team V Architecture)
HAUT, el edificio de madera que se comenzará a construir en Amsterdam el año que viene (Foto: Team V Architecture)

Con el poco original (pero muy descriptivo) nombre de la Gran Torre de Madera, Vancouver quiere ponerse en cabeza de una competición internacional: la de construir el edificio de madera más alto del mundo. Este material, que en principio asociamos a construcciones pequeñas y simples, se ha convertido en en la seña de identidad de varios proyectos arquitectónicos por todo el mundo que quieren elevar grandes estructuras con la madera como base.

Vancouver está en ello. Su Gran Torre de Madera será una residencia de estudiantes de la Universidad de British Columbia de 53 metros de altura y con capacidad para alojar a 404 estudiantes en sus habitaciones. La construcción comenzó en noviembre de 2015 y se espera que esté terminada en el verano de 2017, justo a tiempo para acoger a los estudiantes del nuevo curso.

A pesar del nombre, la torre no está completamente hecha en madera, aunque sí es su material principal. En su base se han levantado dos enormes pilares y una planta de hormigón que sostendrán los 17 pisos de madera en los que se repartirán las habitaciones.

Pero no se trata de cualquier madera. La torre se está construyendo con paneles de madera laminada (CTL), una especie de contrachapado que, al igual que los conglomerados de fibra de carbono que se utilizan en los aviones, están compuestos por entre tres y siete capas de fibras de madera, pegadas y apiladas unas sobre otras en unos ángulos concretos para aumentar su fuerza mecánica y resistencia, de forma que un pilar hecho de CTL aguanta mucho más peso que uno del mismo tamaño hecho de madera cortada directamente.

De esta forma, la estabilidad lateral la aportarán los pilares, mientras que el peso vertical será sostenido por la estructura de madera. Para cumplir con la legislación canadiense de adecuación a los riesgos sísmicos, las columnas de madera están rodeadas por unos conectores de acero que distribuyen el peso entre ellas de manera uniforme.

Los competidores europeos

Pero a Vancouver no le durará mucho la ventaja en esta carrera porque este mes de septiembre, Amsterdam ha dado luz verde a la construcción del que será, cuando esté terminado, el nuevo edificio de madera más alto del mundo, un rascacielos de 21 pisos y casi 75 metros de altura. Se llamará HAUT y se su construcción comenzará a finales de 2017.

HAUT será un edificio residencial, con 55 apartamentos de distintos tamaños y un jardín interior. El proyecto entra dentro del esfuerzo de la ciudad por alcanzar la neutralidad de emisiones, de ahí que la madera se haya elegido como el material básico del rascacielos, pero además, en los bloques de madera empleados se almacenarán tres millones de kilos de CO2.

El destronador podría ser destronado poco después si un proyecto impulsado por la Universidad de Cambridge consigue la aprobación para construir un rascacielos de madera en Londres de 300 metros de altura. Otras ciudades como París o Estocolmo también tienen sus propios proyectos para construir en madera en un futuro cercano.

¿Por qué volver a la madera?

La madera no es un material asociado a los grandes rascacielos, construidos en hormigón y acero, considerados modernos, resistentes y seguros. Sin embargo, hay varios motivos por los que algunas firmas de arquitectos se están volviendo hacia la madera para diseñar sus edificios.

“Creemos que la gente tiene mayor afinidad por los grandes edificios de materiales naturales que si son torres de acero y cemento. La premisa fundamental aquí es que la madera y otros materiales naturales están ampliamente desaprovechados y no les damos suficiente reconocimiento”, explica Michael Ramage, director del Centro de Innovación de Materiales Naturales de la Universidad de Cambridge.

Y no es solo la preferencia de los habitantes de los ciudades por los edificios que les transmiten, aunque sea lejanamente, la sensación de estar en contacto con la naturaleza. También se debe al hecho de que los materiales de construcción urbana tradicional, como el cemento o el acero, son poco sostenibles desde el punto de vista medioambiental: producirlos requiere de mucha energía y produce muchos residuos, de forma que su huella ecológica es mucho mayor que la de la madera.

Claro que el uso de madera tiene su propio impacto medioambiental. La deforestación es uno de los problemas naturales más graves, ya que la escasez de bosques supone la reducción de los hábitats de miles de especies y menos 'pulmones' que conviertan el CO2 en oxígeno.

Por este motivo, existen bosques certificados en los que las extracciones de madera se hacen de forma controlada y se reponen más árboles de los que se talan. La idea es que acercar las ciudades a los materiales naturales no suponga un impacto destructivo en la propia naturaleza, o no habremos solucionado nada.

Con el poco original (pero muy descriptivo) nombre de la Gran Torre de Madera, Vancouver quiere ponerse en cabeza de una competición internacional: la de construir el edificio de madera más alto del mundo. Este material, que en principio asociamos a construcciones pequeñas y simples, se ha convertido en en la seña de identidad de varios proyectos arquitectónicos por todo el mundo que quieren elevar grandes estructuras con la madera como base.

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