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De Skype a Duo, ¿cuál es la mejor 'app' de videollamadas?
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probamos las cinco más populares

De Skype a Duo, ¿cuál es la mejor 'app' de videollamadas?

Google presentaba esta semana Duo, y WhatsApp se lanzará a las videollamadas próximamente. Mientras tanto, ¿cómo elegir entre tanta oferta?

Foto: El objetivo de las videollamadas es ver a quien tienes lejos... Todo lo contrario de lo que se ve en esta foto (Foto: Enrique Villarino)
El objetivo de las videollamadas es ver a quien tienes lejos... Todo lo contrario de lo que se ve en esta foto (Foto: Enrique Villarino)

Antes de la redacción de este artículo, esta redactora no había hecho nunca una videollamada. Aunque entiendo el atractivo de ver la cara de tu interlocutor, especialmente si es alguien querido a quien no ves tan a menudo como te gustaría, el susto que me llevo cuando abro la 'app' de la cámara en mi móvil y me la encuentro por sorpresa apuntando hacia mi cara es suficiente para convencerme de que la voz es suficiente para comunicarme con mis conocidos.

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Mucha gente no piensa igual que yo, porque las aplicaciones para hacer videollamadas nacen y crecen a nuestro alrededor. Skype y FaceTime (esta solo en iOS) son las veteranas, Facebook la incorporé a Messenger hace algunos meses, WhatsApp ha anunciado sus planes para hacer lo mismo y esta semana Google ha presentado Duo, una 'app' para hacer las videollamadas aún más sencillas.

¿En qué se diferencian? ¿Cómo elegir cuál quieres utilizar? Los principales motivos para decidirse por una u otra son los mismos por los que elegimos una 'app' de mensajería sobre otra: sencillez de uso y concurrencia de nuestros contactos. Para ayudarte a hacerte una composición de lugar, hemos probado varias de las aplicaciones más populares. Nos hemos limitado a analizar la facilidad de uso, sin tener en cuenta la calidad de la imagen que ofrece cada una, algo que depende en gran parte de la calidad de la conexión.

1. Duo, simple y universal

Duo aterrizó esta semana, y de hecho aún no se ha lanzado en España, lo cual ha complicado esta prueba, ya que no ha sido fácil encontrar a alguien con quien probarla. De momento, esa es la gran pega de Duo, y de que los usuarios la descarguen cuando llegue dependerá su éxito.

Porque por lo demás, es tan fácil de utilizar que hasta alguien inexperto podrá hacer videollamadas en pocos segundos. Nada más abrirla, ya estamos viendo nuestra cara en la pantalla. Un icono en la parte inferior con forma de cámara de vídeo nos permite hacer las llamadas. Al lado, otro nos lleva a nuestros contactos. No hay emoticonos ni otras virguerías.

Sí aparece en la parte superior derecha un menú para acceder a los ajustes, en el que podemos, entre otras cosas, activar la función Toc Toc (solo en Android, hace que si nos llaman veamos a la otra persona en pantalla incluso antes de descolgar) y seleccionar la limitación del uso de datos móviles para evitar que nuestra tarifa desaparezca en un par de ratos de conversación. Pocas opciones y muy sencillas para evitar que te enredes.

Junto a la facilidad de uso, la facilidad de contacto es su otra gran baza. Con tener el número de teléfono de tu contacto, y que este tenga la aplicación instalada, es suficiente, igual que ocurre con WhatsApp. Ni email, ni nombre de usuario: una búsqueda en tu libreta de contactos y ya está. De momento, como decíamos, el uso está más que limitado porque nadie lo tiene, pero si las descargas son numerosas, parece la mejor opción para generalizar las videollamadas.

2. Skype, la veterana

Skype hizo tan populares las videollamadas que se convirtió en un verbo, y era normal en oír la expresión “Vamos a 'skypear' un rato”. Mantuvo en contacto a estudiantes con hijos de Erasmus, a parejas separadas por la distancia y pocos son los jóvenes que no han hecho una entrevista laboral en el extranjero a través de este servicio, adquirido por Microsoft y convertido en 'app' de mensajería. Las videollamadas siguen siendo su fuerte.

Para un recién llegado, Skype es un poco caótico. Para contactar con otra persona se utiliza un nombre de usuario, un número de teléfono o una dirección de correo, según la configuración de cada uno, y es necesario haberse aceptado previamente como contactos para hacer una videollamada. Esto puede complicar el proceso previo a la llamada.

Una vez encontrados y conectados, aparecen arriba a la derecha las opciones de videollamada y de llamada. Aquí no hay ningún misterio, solo hay que esperar a que nuestro interlocutor descuelgue y ya nos podemos ver y hablar.

Los iconos para colgar o activar el altavoz se mantienen ocultos durante la conversación para no entorpecer la visión de nuestro interlocutor y solo aparecen al tocar la pantalla. Lo que no desaparece es la marca de agua de Skype de la parte superior derecha de la pantalla. No es una gran molestia, pero tampoco parece necesario mantenerla.

3. Messenger, o Facebook y su parte del pastel

Cuando Facebook separó su servicio de mensajería en una aplicación aparte, desató las quejas de los usuarios. Facebook no quería una de sus 'apps' en tu móvil, sino dos (además de WhatsApp y, por qué no, Instagram, ambas pertenecientes también a Zuckerberg).

Messenger, la 'app' de mensajería desgajada de Facebook, es la aplicación más emperifollada de las que hemos probado: está llena de iconos (pequeños y diminutos), círculos verdes que incidan disponibilidad, checks que marcan cuándo tu mensaje se ha leído, emoticonos, stickers… Nada más aterrizar resulta algo abrumador.

Pero una vez acostumbrados los ojos a todos esos estímulos, su uso es muy sencillo. Las videollamadas solo son posibles con los contactos que tienen descargada la 'app', y no con los que acceden a sus mensajes a través de la web, y estos aparecen marcados con un punto verde. Solo hay que pinchar sobre nuestro interlocutor y seleccionar el icono de la cámara de vídeo que aparece en la esquina superior derecha.

Durante la llamada, se agradece lo despejado de la pantalla (nada que ver con la abundancia previa de iconos), en la que vemos en grande la cara de nuestro interlocutor y en un pequeño recuadro, que podemos recolocar a nuestro antojo, la nuestra. Al tocar la pantalla aparecen algunas opciones, como la de silenciar o la de cambiar de cámara, de forma que podemos enseñar a nuestros amigos no solo nuestra cara, sino también lo que tenemos delante.

La principal pega de Messenger es que, o bien tus contactos tienen una cuenta en Facebook, o bien sincronizas con Facebook toda tu libreta de contactos. Quizá seguir teniendo reparos con esto sea un poco ingenuo, pero todavía hay quienes pensamos que Facebook ya sabe suficiente de nosotros.

4. Hangouts, también de Google y para grupos

Antes de Duo, Google ya tenía una 'app' que permitía hacer videollamadas, orientada al ámbito laboral y potenciando las llamadas en grupo. Hangouts funciona asociada a una cuenta de Google (en eso se diferencia de la nueva Duo) y permite hablar con hasta 10 personas a la vez (15 si se usa en la web).

Para llamar a alguien a través de Hangouts hace falta asociarle como contacto en Google a través de su dirección de correo electrónico o número de teléfono, y que tenga la 'app' también descargada. Una vez conectados, el icono de la cámara de vídeo es todo lo que hace falta.

Durante la conversación, se puede intercambiar la imagen principal (normalmente la de nuestro interlocutor) por la secundaria (normalmente la nuestra), cambiar la cámara frontal por la trasera u optar por no mostrar ninguna imagen en absoluto. A poco que la pantalla de nuestro móvil sea algo pequeña o tengamos los dedos torpes, es posible tocar sin querer y no ver más que un icono fijo.

De las cinco aplicaciones probadas, Hangouts ha sido la que peor calidad de imagen nos ha ofrecido, perdiendo en ocasiones la conexión visual, aunque nunca de audio, si bien se trata de un fallo más achacable a la conexión que a la propia aplicación.

5. FaceTime, de Apple para Apple

Si Skype es la opción más conocida, FaceTime le va detrás, pero esta solo entre los usuarios de iOS: es una aplicación nativa de Apple y solo permite el contacto con otros usuarios de la marca, lo cual limita las opciones de contacto.

Sí es una buena apuesta en lo que se refiere a sencillez de uso, puesto que solo hay que introducir un número de teléfono para hacer una videollamada. La pantalla es sencilla, con pocos iconos (cambio de cámara, colgar y activar el altavoz) que se puede ocultar con un solo toque. Nada que nos distraiga de la cara de nuestro interlocutor.

Una de las pegas para este servicio es que si tienes más de un dispositivo de Apple sincronizado con la misma cuenta (un iPhone y un iPad, por ejemplo), las videollamadas de FaceTime suenan en todos ellos a la vez, lo cual resulta molesto. Esta opción se puede configurar a voluntad, pero viene activada por defecto.

Conclusiones finales

Parece obvio pero voy a decirlo: no creo que las videollamadas sean atractivas para cualquier persona y cualquier momento. En un momento en el que cada vez llamamos menos y sustituimos la voz por mensajería, las llamadas con imagen son algo un poco más aparatoso y menos cómodo que una llamada de voz, y por tanto mucho más que un mensaje de texto. Sin embargo, ver la cara de un amigo que está lejos es difícilmente sustituible. Para momentos y personas concretas, las videollamadas son la mejor opción.

Para esos casos, Skype siempre ha sido la reina, porque llegó primero y se hizo con el trono, pero de cara a los nuevos usuarios, hay otras aplicaciones que, apostando por la facilidad de uso y de contacto, parecen listas para hacerse con el pastel. Es el caso de Duo, que no podría ponerlo más fácil.

Sin embargo, tenemos malas noticias para todos ellos: parece que WhatsApp incorporará las videollamadas a su aplicación en la próxima actualización. Si se confirma, la 'app' de mensajería más utilizada dejaría atrás a todas las que han hecho de las videollamadas una diferencia frente a su principal rival.

Antes de la redacción de este artículo, esta redactora no había hecho nunca una videollamada. Aunque entiendo el atractivo de ver la cara de tu interlocutor, especialmente si es alguien querido a quien no ves tan a menudo como te gustaría, el susto que me llevo cuando abro la 'app' de la cámara en mi móvil y me la encuentro por sorpresa apuntando hacia mi cara es suficiente para convencerme de que la voz es suficiente para comunicarme con mis conocidos.

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