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Tecnología anti-fisgones: cómo mantener tu 'smartphone' a salvo de cotillas
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cajas fuertes y mensajes que se autodestruyen

Tecnología anti-fisgones: cómo mantener tu 'smartphone' a salvo de cotillas

Son numerosos los usuarios que ponen en riesgo su privacidad descuidando sus móviles. Con estos consejos mantendrás a raya a cualquier fisgón

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Los casos de espionaje gubernamental y los ataques de ciberdelincuentes deseosos de hacerse con nuestros datos más privados son numerosos. Pero a los usuarios no les faltan ni información ni recursos a la hora de protegerse en la medida de lo posible para evitar (o, por lo menos, intentar) que su privacidad corra peligro. ¿Por qué no hacer lo mismo con tu teléfono móvil?

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Las comunicaciones desde nuestro móvil están cifradas y protegidas, sí, pero el ‘smartphone’ sigue estando al alcance de cualquier persona de nuestro entorno que quiera echar un vistazo: una madre que quiera saber con quién hemos estado en realidad cuando volvemos a las tantas o una pareja que quiere controlar las conversaciones con nuestras amistades sin delatarse.

Por una parte, hay unas medidas de seguridad básicas, no ya para evitar que te cotilleen el móvil, sino por si se te llega a perder el teléfono o incluso te lo roban. Un buen patrón de desbloqueo (o incluso el bloqueo a través de la huella dactilar en caso de que tu ‘smartphone’ lo permita) es la mejor forma de ahorrarse un buen susto. Pero hay más, mucho más, que puedes hacer para evitar que tu vida deje de tener secretos:

Bloquea tus apps (y caza al cotilla)

Para evitar que tus conversaciones de WhatsApp o tus privados de Facebook estén accesibles, nada mejor que utilizar una aplicación que permita bloquear el acceso a cada uno de esos servicios. De esta forma, solo aquellos que sepan la contraseña o el patrón de bloqueo correspondiente (que, en principio, solo deberías ser tú) podrán acceder a los rincones más íntimos de tu teléfono móvil.

De los muchos servicios que permiten hacerlo, destaca CM Locker, que no solo bloquea ‘apps’, sino que también sirve para impedir el acceso a nuestra galería de fotos y nuestros contactos. Además, la aplicación hace automáticamente una foto con la cámara frontal cuando alguien se equivoca de contraseña para que quede registrada la cara del cotilla en cuestión.

Utiliza mensajes que se autodestruyan

Telegram lo permite y Facebook anunció recientemente que incluirá esta característica en Messenger: siempre que puedas, haz uso de la posibilidad de que los mensajes que envíes a través de cualquier servicio de chat se autodestruyan. A día de hoy, la aplicación de mensajería instantánea más utilizada por estos lares, WhatsApp, no incluye esta opción.

No obstante, es posible recurrir a Kaboom, una aplicación disponible tanto para Android como para iOS con la que el usuario puede decidir cuánto tiempo estará disponible un mensaje enviado por WhatsApp, un correo escrito a través de Gmail o un tuit.

Usa una caja fuerte

Mensajes de texto, fotos, vídeos… En estas cajas fuertes en formato aplicación puedes meter lo que quieras para, posteriormente, guardarlo bajo llave o, lo que es lo mismo, con contraseña. Las alternativas son muchas y, básicamente, todas sirven para lo mismo: proteger el contenido que no quieres que nadie vea. Dos opciones válidas tanto para Android como para iOS son Vault-Hide SMS, Pics & Videos y Private Photo Vault. Una buena contraseña y tus secretos estarán a salvo en el interior de este fortín.

Disfraza tu caja fuerte

Para evitar que alguien con ganas de hurgar en el móvil descubra que utilizas un servicio con el que guardar bajo llave fotos y vídeos, hay un buen número de aplicaciones que te permitirán tapar por completo la realidad. Es el caso de Private Photo (Calculator%), una calculadora para iOS que, al introducir la contraseña, muestra su verdadera función: esconde álbumes llenos de fotos. La alternativa para Android es Calculator Vault - A Locker.

Recurre a varias cuentas de usuario

Esta opción solo existe para aquellos que tengan en su poder un ‘smartphone’ con Android como sistema operativo, aunque los propietarios de un iPhone que estén dispuestos a lanzarse al mundo de las aplicaciones no oficiales también pueden probar suerte. Utilizar distintas cuentas de usuario en un mismo dispositivo móvil te permitirá ocultar aplicaciones y fotografías en una de ellas. Especialmente recomendable si el teléfono en cuestión (o incluso la tableta) es de uso compartido.

Activa el Modo Privado

Los propietarios de ciertos móviles Android tienen la opción de disfrutar de su propia caja fuerte con capa de invisibilidad incluida sin necesidad de buscar una aplicación con la que proteger su vida privada. Se trata del Modo Privado que encontrarán en el menú Ajustes. Basta con activarlo, seleccionar el patrón de desbloqueo y escoger qué archivos pasarán a ser invisibles cuando dicha modalidad esté activada. Así, la galería de documentos pasará a ser infranqueable y no levantará sospechas de ningún tipo.

Ponle un muro a tu historial de llamadas

Otro de los puntos más conflictivos de un móvil puede estar en el historial de llamadas. Si tu entorno te tiene terminantemente prohibida alguna que otra llamada, pasas olímpicamente de ellos, pero no sueles acordarte de borrar las huellas de tu infracción, nada mejor que convertir esta parte de tu móvil en otra caja fuerte. Aplicaciones como Shady Contacts pueden servirte para proteger el historial de llamadas o los mensajes de texto con una contraseña.

Complementa tu patrón de desbloqueo

Más allá de los más que necesarios consejos para crear un patrón de desbloqueo seguro (nada de dibujar letras ni de dejar en el cristal el rastro de tu dedo recorriendo los puntos de la pantalla), lo cierto es que nunca está de más aumentar el nivel de seguridad con alguna que otra aplicación. WhisperCore, por ejemplo, te obliga a hacer un gesto más tras dibujar el patrón para desbloquear por completo tu teléfono.

Los casos de espionaje gubernamental y los ataques de ciberdelincuentes deseosos de hacerse con nuestros datos más privados son numerosos. Pero a los usuarios no les faltan ni información ni recursos a la hora de protegerse en la medida de lo posible para evitar (o, por lo menos, intentar) que su privacidad corra peligro. ¿Por qué no hacer lo mismo con tu teléfono móvil?

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