La feria de culto de videojuegos toma Barcelona: "Los eSports van a petarlo"
Gamelab, que se celebra de nuevo en Barcelona, cumple 12 años con el creador de Doom o el responsable de eSports de Electronic Arts, Peter Moore, entre los invitados
El videojuego siempre tuvo un carácter competitivo, ya fuera de superación personal, de pelear contra la máquina o contra un amigo. Pero la llegada de los eSports ha convertido esos piques de barrio en un concepto global que se retransmite a escala planetaria. Y ese va a ser uno de los ejes sobre los que se va a cimentar el Gamelab de Barcelona, evento que llega a su decimosegunda edición y que arranca mañana en la capital catalana.
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"Van a ser un pelotazo enorme", advierte Gonzo Suárez, uno de los responsables de organizar el evento, cuando se refiere a la importancia que los eSports han adquirido en el entorno del videojuego, hasta el punto de que algunos equipos de fútbol han comenzado a abrir sus propias filiales virtuales.
Esa apuesta por los eSports la refleja la presencia de Peter Moore, un ejecutivo que ha pasado por Nintendo y Microsoft en el pasado y que ahora está al frente de la división competitiva de Electronic Arts, uno de los mayores estudios de videojuegos del planeta. Peter Sebso, vicepresidente de Activision Blizzard Media Networks, se encarga de potenciar esa rama desde un estudio responsable de algunos de los mayores hits de cada año, desde 'Call of Duty' hasta 'Starcraft' pasando por 'Hearthstone'.
Pero el Gamelab no es competición. Es un lugar para el debate, para la reflexión y para la divulgación del videojuego como industria, como entretenimiento y también como materia de estudio. "Es un evento con una ambición totalmente global", explica Iván Fernández Lobo, uno de los fundadores de Gamelab. Después de haber pasado por Gijón y de haber celebrado eventos paralelos en Tokyo o un Uruguay, la cita comandada por Lobo y Gonzo Suárez pretende convertirse más en un marco teórico que en una feria al uso como podría ser la Madrid Games Week o una Gamescom. "Intentamos dibujar cuál es el entorno del entretenimiento digital y cuál será el que nos vamos a encontrar en los próximos diez años", explica Lobo.
Y para dibujar ese panorama, el Gamelab se ha rodeado en esta edición, como en años pasados, de algunos nombres clave del pasado y del presente del videojuego. Entre los primeros destacan Ron Gilbert, padre de 'Monkey Island' y que acaba de poner el lazo a su último título, 'Thimbleweed Park'; John Romero, uno de los creadores de 'Doom', juego que definió el género del 'shooter' en primera persona; o David Braben, uno de los creadores de la Raspberry Pi.
Pero ese presente que moldeará el futuro del videojuego está representado desde la brocha gorda de Electronic Arts y Peter Moore hasta la industria independiente, que cada vez tiene menos de independiente y más de industria. Jens Bergensten, desarrollador de Minecraft; Rami Ismail, que cuenta en su haber con 'Ridiculous Fishing' o 'Nuclear Throne' de la mano de su estudio, Vlambeer; o Noel Llopis, capaz de convencer en su momento a los padres de 'Angry Birds', Rovio, con un juego llamado 'Casey's Contraptions'.
El futuro es de los eSports
Tanto Gonzo como Lobo señalan un factor decisivo en la evolución de los videojuegos: los eSports. Está previsto que la industria surgida alrededor de la vertiente competitiva (centrada en la retransmisión de contenidos vía 'streaming') genere unos ingresos de 418 millones de euros en 2016. La cifra, de cara a 2018, se va a duplicar según NewZoo hasta llegar a los 990 millones de euros.
"Hace veinte años, ningún estudio creía que iba a tener que transformarse en una compañía que generara contenidos audiovisuales", explica Lobo. "Van a tener que definir la televisión interactiva y esa evolución es la que intentamos leer", concluye.
Hace veinte años, ningún estudio creía que iba a tener que transformarse en una compañía que generara contenidos audiovisuales
"Los eSports van a petarlo —prosigue Gonzo—. Este año estamos enfocados en captar ese movimiento. La firma que sea capaz de generar una comunidad de jugadores, más o menos 'hardcore', que tenga sus competiciones pequeñas y que las lleve a escala nacional va a dar un pelotazo de cojones".
Un evento de culto
Hideo Kojima, Phil Schafer, Yu Suzuki, Cliff Bleszinski, Jordan Mechner, Shinji Mikami, Peter Molyneux... Son algunos de los nombres que han pasado ya por la cita barcelonesa. Una cita que apuesta por dejar a un lado la moqueta, el estruendo y las luces de neón en pos del debate.
Preguntado por esos ponentes, fijos en un imaginario 'star system' del videojuego, Lobo admite que no han tenido que hacer grandes maniobras para invitarlos a la cita. "Trabajamos en este sector desde hace muchos años. Hacemos más cosas, no sólo Gamelab. El evento es una reunión en la que se encuentran todas esas relaciones que cultivamos y mantenemos a lo largo del tiempo. Se trata de adecuar los calendarios para llegar a cierto tipo de perfiles", explica.
Ese punto de cita de culto es la que trabaja la organización, para que el Gamelab mantenga esa condición a lo largo de los años, a pesar de celebrarse en un pequeño recinto que cuenta con una sala de conferencias, un espacio de 'networking'... y poco más. "Nuestra intención es ser un evento más global, que sirva de inspiración, que sea exclusivo y menos comercial. Hay que distinguir el mercado de Gamelab, que está pensado para reforzar la industria, ayudar a los profesionales y crear productos con más posibilidades", zanja Lobo.
Esa mezcla de ponencias, industria, contactos y pequeños creadores tratando de llamar la atención hacen del Gamelab un espacio único en el ecosistema del videojuego español. No cuenta con el público de una Madrid Games Week o la atención mediática de cualquier otra gran feria, pero en ese espacio, entre salas de conferencias en los bajos de un hotel, es donde sigue cultivando su leyenda. Una leyenda que espera revalidar a partir de este miércoles, por decimosegundo año.
El videojuego siempre tuvo un carácter competitivo, ya fuera de superación personal, de pelear contra la máquina o contra un amigo. Pero la llegada de los eSports ha convertido esos piques de barrio en un concepto global que se retransmite a escala planetaria. Y ese va a ser uno de los ejes sobre los que se va a cimentar el Gamelab de Barcelona, evento que llega a su decimosegunda edición y que arranca mañana en la capital catalana.