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Que no te engañe el Photoshop: cómo saber si esa foto viral es un 'fake'
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no, ningún piloto se hace selfis volando

Que no te engañe el Photoshop: cómo saber si esa foto viral es un 'fake'

A la hora de perpetrar un buen truco con Photoshop hace falta oficio, tiempo, paciencia y destreza. No es fácil, pero con esas capacidades cualquiera puede caer en la trampa

Foto: Foto manipulada de Obama señalando a un cuadro con un desnudo de Donald Trump.
Foto manipulada de Obama señalando a un cuadro con un desnudo de Donald Trump.

Si alguna vez ha visto una imagen como la que encabeza el artículo puede que haya pensado que es cierta. No lo es.El número de fotos manipuladas digitalmente ha aumentado exponencialmente. No es extraño si tenemos en cuenta quemuchos teléfonos cuentan conel denominado efecto bellezaparaselfis y las enormes ventas de lasaplicaciones para retocar fotos. Pero una cosa es quitarse años con una 'app'y otra muy diferente es realizar fotomontajes de calidad.

Lea aquí:Los ojos de Dios y otras fotos que se hicieron virales y son totalmente falsas

A la hora de perpetrar un buen engaño con Photoshop hace falta oficio, tiempo, paciencia y destreza. Una combinación que solo logran algunos artesanos digitales que se ganan la vida manipulando fotos. Trastear con el programa de Adobe o alguno similar desde luego no equivale a saber manipular de forma eficiente una fotografía. Hay miles de ejemplosde desastres con Photoshop.

Iris Encina, fotógrafa y profesora de posproducción digital, nos explica por teléfono que ha visto retoques tan malos realizados por empresas como Ralph Lauren que sospecha que han sido hechos así adrede para convertirse en virales. Aunque también apunta que “hay gente muy buena retocando, pero con frecuencia no hay tiempo ni presupuesto para contratar ayudantes. Además, cuando algo está bien retocado no se nota, por lo que ese trabajo pasa desapercibido”.

Muchas de las imágenes manipuladas se benefician de la baja resolución con la que se publican en redes sociales como Instagram

En su opinión, la labor de estos profesionales ya se comienza a reconocer: “La gente ha asumido que en moda y publicidad las imágenes se retocan,por lo que está empezando a darse una visibilización de los retocadores, aunque hay un mayor secretismo en el retoque de imágenes para redes sociales, como las que publican algunas blogueras”. Un experto español en retoque que ha alcanzado una gran fama es Omar Josef, como demuestra el enorme porfolio de trabajos que muestra en su página web.

Un ejemplo de un fotomontaje chapucero reciente es el de esta foto viral de un piloto haciéndose un selfidesde la ventanilla de un avión en pleno vuelo.La trampa es fácil de desenmascarar porque en las gafas del piloto se veía reflejada la pista de un aeropuerto en lugar de las nubes. Era fácil deducir que la imagen se construyó con dos imágenes superpuestas a modo de 'collage': la del piloto y el avión en la pista, junto con un falso fondo.

Esta clase de fotomontajes facilones se dan en gran parte por el auge de las aplicaciones de retoque fotográfico. Un buen ejemplo de ello es Pixomatic, que en el momento de escribir estas líneas está entre las diez más vendidas en la App Store. Con ella es relativamente sencillo recortar una figura y colocarla sobre un fondo diferente al original. Su funcionamiento se asemeja bastante al de la herramienta para crear máscaras rápidas de Photoshop, una función que permite señalizar una zona que queremos recortar analizando los píxeles para que el recorte de la figura sea lo más preciso posible.

A la caza del truco

Por mucho que se haya perfeccionado la tecnología para realizar esta operación es fácil pescar fotomontajes en los que el silueteado ha sido realizado de forma chapucera. Por eso Encina recomienda fijarse en el límite entre dos planos: “Ahí es donde mejor se nota si hay edición”.

También apunta esta experta para detectar una imagen manipulada a la resolución de la foto. Muchas de las imágenes manipuladas que circulan por internet se benefician de la baja resolución con la que se publican en redes sociales como Instagram: “Ahora hay mucha foto que manipulas con aplicaciones y se ven bien en el móvil, pero cuando veo algunas de esas imágenes en mi pantalla de 27 pulgadas es terrible”.

Otra prueba que nos da esta fotógrafa para saber si un fotomontaje está bien realizado es imprimir el resultado: “En papel se notan mucho más los montajes, sobre todo si imprimes a tamaño grande”. Por eso si tenemos dudas sobre si una imagen digital ha sido o no alterada lo ideal es buscar una copia con más resolución, si es que esta existe. De esa forma podremos ampliar la imagen a su tamaño original y determinar si se ha cortado o pegado un elemento. Para ello podemos utilizar la búsqueda inversa de imágenes en Google.

Cuando algo está bien retocado no se nota, por lo que ese trabajo pasa desapercibido

Esto además puede ser útil para detectar fotomontajes. Si por ejemplo alguien ha pegado un ovnien una de las múltiples fotos que la NASA distribuye a diario es muy probable que al introducir la imagen del fotomontaje en Google el buscador nos enseñe la foto original que ha servido de base para la manipulación.

Para realizar una alteración de una imagen sin ser detectados también hay que tener en cuenta que es más importante saber de fotografía que de Photoshop. Si una persona que manipula una imagen no conoce cómo se comporta la luz, las sombras que esta produce o no entiende conceptos como la profundidad de campo difícilmente podrá lograr un montaje fotorrealista.

De 'Las meninas' se dice que uno de los grandes méritos de la obra es que Velázquez logró pintar el aire de la estancia real. Aunque ya desde Leonardo se conocía la técnica del esfumado para representar la profundidad. Uno de los elementos clave del lenguaje fotográfico también es jugar con el enfoque y los efectos atmosféricos.

“Es importante saber de fotografía y hacer que las cosas parezcan reales. Puede ocurrir que las sombras no encajen con el punto de luz. Por ejemplo en las fotos de grupo en las que las personas no han sido fotografiadas a la vez todo el mundo aparece con el mismo tipo de iluminación”, explica Encina.

Otra pista que nos da esta fotógrafa para detectar fotomontajes es el exceso de definición: “Si hago un montaje con diversos planos y todas las imágenes superpuestas tienen el mismo enfoque se da un exceso de nitidez”. Algo que por ejemplo dice que se puede ver en algunos carteles de series de televisión.

También señala a la gama cromática de una imagen para localizar errores: “Los colores puede que no se correspondan con la realidad en motivos secundarios. Si por ejemplo modificas todos los tonos verdes de una foto y una cosa que era verde ha dejado de serlo ahí se detecta la edición”. De hecho, Encina apunta que es en los elementos secundarios en los que una imagen suele delatar que es un fotomontaje.

Otro aspecto que suele verse alterado es el de las texturas, algo que esta experta achaca a dos herramientas de Photoshop: el pincel corrector y el tampón de clonar. Aunque también es clave que la escala de los objetos añadidos y la perspectiva de estos hayan sido trabajados a conciencia para que no se detecte la manipulación.

Algo que saben bien los expertos en fotografía arquitectónica, aunque estos no solo se valen del 'software' en su trabajo. También recurren a trucos ópticos como el uso de objetivos descentrables, que permiten variar la perspectiva de una imagen en el momento de realizar una foto.

De hecho, por mucho que Photoshop acapare siempre los titulares cuando se habla de manipulación fotográfica es posible alterar una escena en el momento mismo de ser fotografiada utilizando iluminación artificial, filtros para objetivos o técnicas como la doble exposición. Aunque con frecuencia no hay mejor truco para sorprender al espectador que observar con atención lo que sucede a nuestro alrededor y saber cuándo es el momento perfecto para disparar.

Si alguna vez ha visto una imagen como la que encabeza el artículo puede que haya pensado que es cierta. No lo es.El número de fotos manipuladas digitalmente ha aumentado exponencialmente. No es extraño si tenemos en cuenta quemuchos teléfonos cuentan conel denominado efecto bellezaparaselfis y las enormes ventas de lasaplicaciones para retocar fotos. Pero una cosa es quitarse años con una 'app'y otra muy diferente es realizar fotomontajes de calidad.

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