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La pulga que ha costado más de cien millones de dólares en daños ecológicos
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según un estudio publicado en 'pnas'

La pulga que ha costado más de cien millones de dólares en daños ecológicos

Las especies invasoras pueden dañar y destruir ecosistemas, pero estos costes pueden infravalorarse. Investigadores estadounidenses han calculado los daños de una pulga

Foto: La voraz pulga acuática. (Jake Walsh)
La voraz pulga acuática. (Jake Walsh)

Un ecosistema es como una cadena de seres vivos entrelazados, tan fuerte como cada uno de sus eslabones. Si uno de ellos sufre daños el sistema entero sufre hasta el punto de la rotura, y las reparaciones son costosas y complicadas. Un elemento extraño capaz de romper la cadena son las especies invasoras, aquellas que el ser humano introduce en hábitats distintos a los originales. Evaluar los daños económicos que causan no es fácil, pero un estudio publicado hoy en la revista 'PNAS' asegura que tienden a ser mayores de lo pensado: el trabajo calcula en más de cien millones de dólares los daños ocasionados por una diminuta pulga acuática.

Entre Estados Unidos y Canadá se encuentran los Grandes Lagos, una importante vía para el comercio que alberga una rica biodiversidad. Desde hace décadas los cargueros han contribuido a la economía de la región con millones de dólares, pero estos barcos traían algo más que mercancías desde el océano Atlántico. Como si fueran polizones, han introducido al ecosistema más de 180 especies foráneas. La especie de zooplancton conocida como pulga acuática espinosa ('Bythotrephes longimanus') llegó en 2009 procedente de Rusia. Entonces nadie lo imaginaba, pero su voraz apetito iba a causar muchos problemas.

La invasión de la pulga acuática espinosa ha dañado la claridad del agua, y recuperarla costaría entre 80 y 160 millones de dólares

"La invasión de la pulga acuática espinosa ha dañado la claridad del agua, y recuperarla costaría entre 80 y 160 millones de dólares", explica a Teknautas el investigador de la Universidad de Wisconsin y autor principal del estudio, Jake Walsh. Todo por un crustáceo de apenas un centímetro de longitud pero que puede alcanzar concentraciones de miles de millones de individuos.

La salud del lago Mendota, en Madison (Wisconsin, EEUU) es fundamental para la economía de la zona: pesca, embarcaciones de recreo y turismo viven de este ecosistema. El ingrediente principal para el éxito entre los visitantes es su claridad, que permite ver hasta diez metros de profundidad. El responsable de que el agua sea tan cristalina es otra especie de zooplancton, 'Daphnia pulicaria'.

Los fertilizantes agrícolas que emplean los agricultores de la zona terminan en el fondo del lago Mendota. Estos productos contienen fosfato, capaz de generar una 'explosión' en la población de algas que enturbie por completo sus aguas. Por suerte 'Daphnia' se alimenta de las algas, por lo que su presencia es imprescindible para mantener limpias las aguas.

El problema es que la feroz pulga espinosa se alimenta sin descanso de 'Daphnia'. El resultado es que las algas se acumulan, y Walsh asegura que ya se ha perdido un metro de visibilidad por su culpa. Como las alas de una mariposa que causan un huracán, una diminuta pulga adherida a un buque tiene el potencial de desestabilizar la economía de toda una zona.

Eliminar miles de millones de pulgas microscópicas es imposible. La única solución es emplear costosas tecnologías que eliminen el fosfato

Eliminar miles de millones de pulgas microscópicas de un lago es, hoy por hoy, tarea imposible. La única solución es emplear tecnologías capaces de eliminar los fosfatos como ha hecho 'Daphnia' de forma natural durante décadas. Walsh ha calculado que sería necesario eliminar un 71% de esta sustancia para regresar a las condiciones originales del lago, algo que costaría más de cien millones de dólares.

"Estamos infravalorando el verdadero coste de las especies invasoras, y el caso de la pulga de agua espinosa lo demuestra", comenta el investigador. Walsh considera que su estudio demuestra que el daño que causan estos seres tiende a despreciarse, pero confía en que mostrar las consecuencias en términos económicos puede favorecer la lucha. "Invertir más dinero en una prevención más efectiva vale la pena". Sólo en los Grandes Lagos, otras 179 especies suman daños potenciales a los de la pulga acuática espinosa.

Un ecosistema es como una cadena de seres vivos entrelazados, tan fuerte como cada uno de sus eslabones. Si uno de ellos sufre daños el sistema entero sufre hasta el punto de la rotura, y las reparaciones son costosas y complicadas. Un elemento extraño capaz de romper la cadena son las especies invasoras, aquellas que el ser humano introduce en hábitats distintos a los originales. Evaluar los daños económicos que causan no es fácil, pero un estudio publicado hoy en la revista 'PNAS' asegura que tienden a ser mayores de lo pensado: el trabajo calcula en más de cien millones de dólares los daños ocasionados por una diminuta pulga acuática.

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