Nintendo vuelve a la realidad virtual después de haberse despeñado dos décadas atrás
La compañía nipona ha anunciado, junto a los últimos resultados fiscales, que trabaja en unas gafas de realidad virtual. Sigue así la senda de PlayStation 4, Valve u Oculus Rift
Después de haber tropezado con la piedra de la realidad virtual a mediados de los noventa, Nintendo vuelve a echarse en brazos de la tecnología que parece, ahora sí, llamada a revolucionar la industria del videojuego.
El nuevo presidente de la firma, Tatsumi Kimishima, ha anunciado después de presentar los resultados fiscales del último trimestre que la compañía está investigando en realidad virtual aunque no tienen ningún lanzamiento previsto para el futuro más cercano. "Es una tecnología interesante", ha opinado el nuevo líder del estudio.
Los ingresos de Nintendo han caído un 36% en el último trimestre del año. La firma trabaja en una nueva consola, NX, que se espera a finales de 2016
Los malos resultados de Nintendo eran más que esperados. La firma ha entrado en caída libre con la venta de consolas —los números de Wii U han caído un 2% mientras que las de 3DS han descendido un 28%—, no ha contado con ningún gran lanzamiento durante la campaña de Navidad y ni siquiera ha entrado en el mercado móvil, un movimiento que se espera para los primeros compases de este 2016.
Los ingresos de Nintendo han caído un 36 por ciento en el último trimestre del año, una tendencia a la baja que la firma ha arrastrado en los últimos años. Ese ha sido el motivo por el que el estudio haya anunciado que trabaja en un nuevo hardware, llamado NX por el momento, y cuyo lanzamiento se espera para la Navidad de 2016.
Sólo 700.000 unidades
De lanzar unas gafas de realidad virtual, Nintendo tendría la posibilidad de resarcirse del desastre que supuso en su día Virtual Boy. Lanzado en 1995, el aparato no fue capaz de cumplir con las expectativas depositadas en él porque la tecnología todavía no estaba preparada para dar el salto.
Los gráficos monocromo y la mala calidad de las pantallas provocaron que la experiencia fuera incómoda para muchos usuarios. El hardware sólo fue capaz de vender unas 700.000 unidades y ni siquiera llegó a Europa.
Después de haber tropezado con la piedra de la realidad virtual a mediados de los noventa, Nintendo vuelve a echarse en brazos de la tecnología que parece, ahora sí, llamada a revolucionar la industria del videojuego.