Es noticia
El órdago de Oppo: los tres terminales que han llevado a la marca al top 10 mundial
  1. Tecnología
vendió 50 millones de teléfonos en 2015

El órdago de Oppo: los tres terminales que han llevado a la marca al top 10 mundial

Siete de los diez fabricantes que más móviles venden en el mundo son chinas. OPPO accedió el año pasado al ‘top 10’. Explicamos cómo

Foto:

Si 2015 ha deparado alguna sorpresa en el sector de los smartphones no ha sido ni por el estancamiento de las ventas del iPhone ni por el fracaso de Xiaomi en su intento de alcanzar el ambicioso objetivo de vender 80 millones de terminales. No, 2015 ha sorprendido por la hegemonía que de las marcas chinas en el top 10 de fabricantes mundial. No en vano, según el estudio llevado a cabo por la consultora TrendForce, ocupan siete de las posiciones de honor. Así, sólo Samsung -líder indiscutible con un 24,8% de cuota de mercado a pesar de su declive-, Apple -en segundo lugar-, y LG -sexta- rompen el dominio chino, que está ahora liderado por Huawei, Xiaomi, y Lenovo -que adquirió Motorola-, ubicadas desde el tercer puesto hasta el quinto.

No obstante, una importante novedad en los datos del año pasado llega de marcas relativamente poco conocidas. Y destaca una: OPPO, en cuyas fábricas se producen también los terminales de OnePlus, creció un 67% y vendió 50 millones de móviles. Son cinco millones más de los que se había fijado como objetivo, y le otorgan una octava posición muy cerca de sus competidores directos. Es la confirmación del éxito de una marca que apuesta por un modelo de negocio notablemente diferente al del resto.

Ha lanzado una ofensiva de que combina estrategia online estilo Xiaomi con técnicas de márquetin tradicional, como el patrocinio del F.C. Barcelona

En primer lugar, a pesar de que no cuenta todavía con la fuerza financiera de competidores de la talla de Huawei o ZTE -participados por el Estado y líderes mundiales en redes de telecomunicaciones-, OPPO ha lanzado una ambiciosa ofensiva de internacionalización que combina una estrategia online al estilo de Xiaomi con técnicas del márquetin más tradicional, como es su patrocinio del F.C. Barcelona -al que incluso le ha dedicado una versión especial de su móvil estrella R7Plus-. Además, aunque muchas de las empresas menos conocidas han optado por utilizar canales de venta opacos, como el que ofrece Aliexpress, OPPO ha preferido establecer su propia página web -con atención al cliente en Europa- y aliarse con Amazon.

Finalmente, otra de las grandes diferencias está en los propios terminales. Aunque los precios son ajustados, OPPO ha encontrado un segmento intermedio que se encuentra entre la gama baja de Xiaomi o Meizu y los aparatos premium de Huawei. Responde, por lo tanto, a un cliente que exige un diseño especial, potencia, y calidad en los componentes. “Aunque tenemos dispositivos en un rango amplio, que en China va de los 600 yuanes (85 euros) a los 4.000 (570 euros), es importante destacar que el 20% de nuestros usuarios vienen de Apple. Es una muestra de que apostamos por la calidad. Hemos aumentado considerablemente nuestra inversión en I+D, y disponer de una gran fábrica propia nos da ventaja y nos permite experimentar”, explica a Teknautas Katrina Li, responsable de Mercados Internacionales de la marca.

Curiosamente, en China OPPO apuesta por una estrategia en desuso: la venta offline. “Creemos que los canales tradicionales ofrecen un importante valor añadido a una gran parte de la población, que quizá no tiene amplios conocimientos de tecnología. Generalmente, la experiencia de acudir a la tienda suele resultarle más positiva, porque no todo el mundo quiere comprar en internet”, explica Li. Debe de tener razón, porque sobre todo en ciudades de segundo y de tercer orden la marca está por todas partes. Los establecimientos aseguran que OPPO -que generalmente se distribuye junto a otra de las emergentes, Vivo-, les cuida y no les hace competencia desleal en internet. Ahora el reto es convencer tanto a los consumidores de grandes metrópolis, que muchas veces consideran la marca más propia de gente de zonas rurales, como a la clientela internacional.

“Es cierto que las marcas chinas hemos tenido problemas en nuestra estrategia global, porque no tan sencillo como fabricar aparatos, meterlos en barcos, y venderlos fuera. Hay que tener en cuenta estrategias de márquetin diferenciadas, e incluso adaptar el software”. Li pone un ejemplo práctico de este choque cultural: “No es lo mismo la aplicación de belleza para selfis en China, que estrecha la cara y blanquea la piel, que la que necesitamos para África. Tampoco podemos pretender expandirnos con el sistema exclusivamente en inglés”. Y son esos detalles los que marcan la diferencia. “Estamos acumulando experiencia en diferentes mercados para dar los pasos en la dirección correcta. Y es evidente que cometeremos errores, como les ha sucedido a muchas empresas occidentales que han venido a China. El reto es aprender de ellos”.

¿Pero cuáles son las armas de OPPO para conquistar el mundo? Teknautas ha probado los tres terminales que encabezan las diferentes líneas de la marca. Todos destacan por diseños que se salen de lo habitual y por funciones que, aunque en ocasiones pueden resultar un poco marcianas, son un soplo de brisa fresca que exploran nuevos campos. Quizá por eso, TrendForce le augura también un buen 2016 a OPPO. Si se cumplen sus provisiones, este año podría rozar un 4% de la cuota de mercado mundial, a sólo un punto de LG y dos de Xiaomi.

OPPO R7Plus

Las cosas como son: el R7Plus destaca por su tamaño. Las 6 pulgadas del phablet estrella de la marca abruman un poco al principio y conviene tener una mano grande para sujetarlo, aunque es cierto que el fino cuerpo metálico se asienta mejor de lo que uno espera al verlo. En cualquier caso, el gran acierto del terminal está en la magnífica combinación de software -la capa Android ColorOS es una de las mejores- y de hardware -3GB de memoria RAM, 32GB de capacidad interna ampliables por MicroSD, chip Snapdragon 615 octacore a 1,5Ghz., y una batería de 4.100 mAh.-.

Aunque se espera ya a su sucesor, el R9, el terminal sigue saliendo bien parado en la comparación con otros buques insignia más modernos. Además de contar con un sensor de huellas dactilares -rápido y preciso-, pantalla AMOLED FHD, cristal Gorilla Glass 3 2.5D, y el sistema de carga rápida de la casa -VOOC, que carga un 75% en sólo 30 minutos-, incluye un par de cámaras que superan a muchas de los terminales presentados a finales de 2015. La principal, de 13 megapíxeles en fotografía y vídeo FHD, ofrece resultados muy buenos, y el software permite controlar a fondo todos los parámetros. Incluye extras como la creación de archivos GIF, cada vez más habituales en redes sociales como Twitter. La posterior, de 8 megapíxeles, es una de las mejores del mercado y cuenta con el primer sistema de pantalla flash -la pantalla se queda en blanco para dar luz- que luego ha copiado Apple.

OPPO N3

Se le podría llamar el teléfono de los narcisistas, porque es el primero que incluye una única cámara… que rota 206 grados de forma automática. Efectivamente, la misma que hace fotografías de paisajes sirve también para los selfis, gracias al sistema que OPPO ha desarrollado para ofrecer la misma calidad de imagen en todas las condiciones. El N1 fue el terminal que la inauguró, pero el N3 le ha añadido motor y la posibilidad de controlarla de forma automática incluso por control remoto -el mando se incluye de serie y permite controlar también la reproducción de los archivos multimedia-. Además, se trata de una excelente cámara de 16 megapíxeles que monta una extraordinaria -y rara- óptica Schneider Kreuznach de luminosidad f2.2.

Claro que este extra tiene un precio: tanto en la factura final, que se dispara a los 429 euros, como en el cuerpo del móvil, que resulta tan grande como uno que monte una pantalla de seis pulgadas en vez de las 5,5 del N3. El peso también alcanza los 192 gramos. Así que llevarlo en el bolsillo resulta poco práctico, razón por la que en China parece haber tenido más éxito entre las mujeres que lo meten en el bolso.

Afortunadamente, no es necesario hacer más sacrificios, porque monta un chip Qualcomm Snapdragon 801 a 2.3 Ghz, 2 GB de RAM -aquí le haría falta uno más-, y 32GB de memoria interna extensible a través de una tarjeta. Como el R7Plus, cuenta con un sensor de huellas -aunque es más lento-, y elementos que los móviles chinos parecen negarse a incluir, como el chip NFC necesario para pagos. Si este año OPPO renueva el N3, sin duda puede resultar un terminal muy interesante.

OPPO Find7

Es el veterano del grupo, y seguro que a muchos les resulta familiar. No porque lo hayan visto antes, sino porque es la base sobre la que se construyó el OnePlus One, seguramente el mejor móvil de los últimos dos años. No en vano, el diseño del Find7, con su característica luz de notificaciones en el borde inferior, es uno de sus grandes atractivos. No obstante, el terminal necesita ya una actualización de hardware para aumentar su memoria RAM -2GB-, el almacenamiento interno -16GB- y la batería de 2.800 mAh. que se queda un poco corta aunque sí que dura un día entero -afortunadamente, tiene carga rápida-.

Si quiere mantener la línea Find -algo que está en duda tras la introducción de hermanos pequeños del R7Plus-, OPPO también tendrá que mejorar los materiales, ya que la cubierta es de plástico y, aunque es de buena calidad, resulta evidente que incluso los móviles de gama media adoptan ya el metal. Así, aunque continúa en el mercado y es -o mejor dicho, fue- un gran aparato en el que se ha sustentado gran parte de la expansión de la marca, tiene ahora difícil competir con Xiaomi o Meizu.

De momento, la respuesta al segmento más bajo ha llegado de la mano del F1, que cuesta 229 euros y que se puede reservar ya. Incluye un cuerpo metálico, quizá excesivamente similar al del R7, aumenta a 3GB la memoria RAM, y viene con una pantalla FHD de 5 pulgadas. Todavía no hemos podido probarlo, pero todo apunta a que una de sus grandes fortalezas estará también en las cámaras, ya que cuenta con una para hacer selfis de 8 megapíxeles, poco habitual en este rango de precio.

Si 2015 ha deparado alguna sorpresa en el sector de los smartphones no ha sido ni por el estancamiento de las ventas del iPhone ni por el fracaso de Xiaomi en su intento de alcanzar el ambicioso objetivo de vender 80 millones de terminales. No, 2015 ha sorprendido por la hegemonía que de las marcas chinas en el top 10 de fabricantes mundial. No en vano, según el estudio llevado a cabo por la consultora TrendForce, ocupan siete de las posiciones de honor. Así, sólo Samsung -líder indiscutible con un 24,8% de cuota de mercado a pesar de su declive-, Apple -en segundo lugar-, y LG -sexta- rompen el dominio chino, que está ahora liderado por Huawei, Xiaomi, y Lenovo -que adquirió Motorola-, ubicadas desde el tercer puesto hasta el quinto.

El redactor recomienda