Es noticia
El Gran Hermano español de las 'startups': diez emprendedores y una casa en Berlín
  1. Tecnología
pero sin insultos

El Gran Hermano español de las 'startups': diez emprendedores y una casa en Berlín

Durante la semana asisten a charlas, conocen inversores y toman parte en eventos que les permiten avanzar en la idea de su empresa

Foto: Miembros de Housepreneurs. (Housepreneurs)
Miembros de Housepreneurs. (Housepreneurs)

Sin cámaras pero con dormitorios compartidos. Sin pruebas semanales pero con visitas de emprendedores y asesores. No hay confesionario, pero los organizadores viven allí también para lo que haga falta. Los emprendedores tienen en Berlín su particular casa de Gran Hermano, un espacio donde diez personas aprenden las mejores técnicas para este mundo en una de las capitales tecnológicas de Europa. ¿Su nombre? Housepreneurs.

Housepreneurs es un proyecto del español Carlos de Ory. Carlos había participado en StartupBus, una iniciativa bastante curiosa que promovía crear una startup en tan solo tres días... y durante un viaje en autobús. Desde Berlín, el joven nos cuenta que en tan poco tiempo pudo darse cuenta de todo lo que se aprendía conviviendo con otros emprendedores.

Estas personas conviven como si fuera una residencia universitaria mientras asisten a eventos y charlas

Carlos se alió con un compañero y empezaron a desarrollar una idea parecida. La experiencia piloto tuvo lugar en Nueva York: StartupsMansion reunió en una casa, que era a la vez espacio de trabajo, a treinta emprendedores durante tres meses. Aquello salió bien y repitieron con otras diez personas en Miami. La de Berlín es “la definitiva”, afirma Carlos, pues han alquilado el espacio por tres años.

Actualmente, diez emprendedores viven en la casa de Housepreneurs. Junto a ellos también están Carlos y Victoria, una joven alemana que actúa como “embajadora” durante la estancia. Durante un mínimo de tres meses, que pueden ampliar todo lo que deseen, estas personas conviven como si fuera una residencia universitaria mientras asisten a eventos y charlas (presenciales o por Skype) o reciben la visita de miembros del ecosistema startup como inversores y asesores.

Carlos define la casa como una mezcla de coliving y coworking. Muy cercana a una estación de metro, tiene 225 metros cuadrados y cuenta con dormitorios compartidos y dos salones muy grandes, uno para las charlas y visitas y otro para su esparcimiento. Sus habitantes pagan 490 euros al mes, que incluyen los gastos de alojamiento (una persona va una vez por semana a limpiar) y el programa de charlas. No incluye comida y gastos extra fuera de la casa. Para financiarse la estancia, Carlos recomienda a los emprendedores de la Unión Europea pedir la beca Erasmus for Entrepreneurs, un programa de intercambio para empresarios que aporta una beca mensual de 830 euros.

Los fines de semana son más distendidos y todos salen juntos de fiesta, que empieza la propia tarde del viernes con lo que Carlos denomina “la tarde de las cervezas”: “A todos los emprendedores que hemos conocido en los eventos durante esa semana les invitamos a que vengan a conocernos, a que se empapen de nosotros, de la experiencia”. La convivencia, según el responsable, es buena: “Nos parecemos bastante en muchas cosas”.

El perfil de los participantes es muy variado. Hay gente que lleva con su proyecto varios años y otros que se encuentran aún en fase de financiación o de desarrollo. Los proyectos van desde el turismo hasta el fomento de la vida sana y se centran desde en una comunidad autónoma hasta toda una gran región.

José Vicens es uno de los participantes. Un amigo le habló de Housepreneurs. “Pensé que era una forma de aprender mucho en muy poco tiempo”, explica. “Tal y como están hoy las cosas, había que aprovechar esa oportunidad”. Él es el fundador de Mallocare, una startup que prepara todo el viaje de aquellas personas que van a Baleares por turismo de salud. También proponen tratamientos de relajación o para aprender a comer de manera sana.

Vicens destaca que la experiencia está resultando ideal para aprender sobre marketing online: “[En Berlín] hay verdaderos cracks en redes sociales, SEO, SEM…” Su idea es quedarse hasta finales de febrero y seguir aprendiendo de sus compañeros: “Es fantástico convivir con gente que piensa igual que tú. Aquí te encuentras con personas muy parecidas a ti, con inquietudes, con ganas de progresar y muchas ganas de trabajar, con lo cual la convivencia se hace fácil”.

Javier Bautista coincide en esas inquietudes (todos los compañeros tienen “el mismo ADN emprendedor”, nos dice) y en que Berlín tiene muchos profesionales del marketing digital. Él es el fundador de Idomia, un comparador de precios de obras y reparaciones. Su proyecto ya pasó la fase de financiación y ahora busca la internacionalización.

Desde Venezuela, aunque ya lleva un tiempo viviendo en Europa, llegó David de Ponte, que está detrás de una comunidad de fitness, FullMusculo, dirigida a Hispanoamérica y España. Para él, las experiencias y opiniones de todas las personas que lo rodean son “lo que más te hace crecer como empresa”.

Los fines de semana son más distendidos y todos salen juntos de fiesta, que empieza con lo que Carlos denomina “la tarde de las cervezas"

Vivir en Berlín también significa conocer otro mercado donde su idea puede triunfar. Es lo que está percibiendo Andrés Romero, de MiSuperAbuelo.com, una plataforma de videotutoriales en los que nuestros mayores explican cómo realizar determinadas actividades y con la que Andrés, que es de Ciudad Real, pretende promover las zonas rurales. El joven está comprobando que Alemania sería un buen mercado para internacionalizarse: “Creo que está más sensibilizada en temas de cultura local y sostenibilidad”.

Residir en Housepreneurs, además, “permite un poco aislarte del mundo real”, dice Pablo Sax. Su proyecto es de los que están en los orígenes: Gigzard pretende ser un buscador de bandas y grupos locales. Estar en Berlín le permite alejarse de la vida en España “y centrarte en tu proyecto y estar 24 horas al día pensando, hablando con la gente, haciendo contactos”.

Si quieres unirte a Pablo y el resto de sus compañeros, es tan simple como rellenar un formulario y pasar una entrevista. Quizá pronto puedas aprender de los mejores emprendedores berlineses, pero sobre todo de unos compañeros con las mismas inquietudes que tú.

Sin cámaras pero con dormitorios compartidos. Sin pruebas semanales pero con visitas de emprendedores y asesores. No hay confesionario, pero los organizadores viven allí también para lo que haga falta. Los emprendedores tienen en Berlín su particular casa de Gran Hermano, un espacio donde diez personas aprenden las mejores técnicas para este mundo en una de las capitales tecnológicas de Europa. ¿Su nombre? Housepreneurs.

El redactor recomienda