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Jordi Pereyra: "En ciencia, la utilidad no es un buen baremo para decidir la inversión"
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Jordi Pereyra, autor de El 'Universo en una taza de Café'

Jordi Pereyra: "En ciencia, la utilidad no es un buen baremo para decidir la inversión"

Ha pasado de escribir en su blog a publicar un libro divulgativo sobre astronomía. Jordi Pereyra escribe de tú a tú a un lector no experto en ciencia con el objetivo de despertar su curiosidad

Foto: Jordi Pereyra (Foto: El Diario de Ibiza/Vicent Marí)
Jordi Pereyra (Foto: El Diario de Ibiza/Vicent Marí)

Jordi Pereyra es ingeniero y tiene 25 años. Parece un perfil atípico para unirlo con el de autor de un libro sobre astronomía. Pereyra acaba de publicar El universo en una taza de café (puedes leer un fragmento aquí) en el que da un repaso a la historia de esta ciencia, comenzando por el momento en el que el hombre de las cavernas miró al cielo y descubrió que había algo en él, más allá de discos luminosos con movimientos caprichosos.

A pesar de su juventud, esta no es la primera vez que Pereyra se mete en un jardín de este tipo. Es el hombre detrás del blog Ciencia de sofá, en el que da respuestas científicas a las preguntas que le hacen llegar los lectores: qué pasaría si cayeses por un túnel a través de la Tierra o cuántas anguilas eléctricas harían falta para iluminar una ciudad. Desde hace unos meses, es también autor de un blog en Teknautas, Relatos relativos, en el que utiliza la ciencia para explicar qué son los fenómenos sobrenaturales que nos ponen los pelos de punta o por qué Supermán no conseguiría viajar en el tiempo por muy rápido que volase.

Pregunta: Has pasado de escribir un blog a publicar un libro, ¿se hace igual?

Respuesta: Un libro es mucho más trabajo. Y sobre todo, impresiona el hecho de dejarlo en papel. Tienes que asegurarte de que lo que pones es 100% correcto porque si te equivocas en algo la has liado, ya no lo puedes cambiar. Me da palo si lo pienso, que venga un astrónomo de verdad que me diga "aquí la has cagado muy fuerte y ya no puedes hacer nada".

P.: Y Tú eres ingeniero, ¿cómo te has metido en el jaleo de escribir un libro de astronomía?

R.: Siempre me gustó mucho, mis padres siempre compraban libros ya de pequeño. Así que no soy ningún experto, pero sí que tengo una idea general, que me ha guiado para estructurar el libro, y luego he ido poco a poco profundizando mucho más.

P.: ¿Crees que precisamente porque no eres un experto tus explicaciones le llegan mejor a la gente?

R.: Puede ser. Divulgar sobre algo cuando eres un experto te hace ser más estricto, te preocupas más por las formas. Si no lo eres, a lo mejor no te das cuenta de que detrás de cada término hay todo un entramado que puedes estar ignorando, pero te da más pie a hablar de tú a tú, te da menos miedo simplificar y eso ayuda a que la gente te entienda mejor.

P.: En la introducción del libro te diriges directamente al hombre de las cavernas en ese momento en el que miró a las estrellas y dejó de sobrevivir para empezar a explorar. ¿Así nació la ciencia?

R.: Podríamos decirlo así. Siempre consideramos que fue en Grecia cuando el hombre dijo: "Vamos a ver si dejamos de explicarlo todo con dioses y encontramos cómo están relacionados los fenómenos entre sí", pero en el momento en que empezamos a mirar a las estrellas y a intentar entenderlas ya teníamos una protociencia.

P.: La ciencia, ¿se inventa o se descubre?

R.: La ciencia es un método para descubrir la realidad, así que habría que decir que, más que inventarse, se desarrolla. Se trata de un método objetivo, el mejor que tenemos, pero a lo mejor una civilización extraterrestre ha desarrollado otro distinto al nuestro, pero también objetivo.

P.: ¿Es la ciencia la mejor forma de conocer el mundo, o es superable?

R.: A mí no se me ocurre otro. La alternativa a la ciencia es sentarse en el sofá y hacer lo que hacían los filósofos griegos: elucubrar, divagar... Y eso no nos lleva a ningún sitio desde un punto de vista práctico.

P.: Tu público objetivo es gente interesada en la ciencia pero que no tiene una formación muy profunda, ¿a quién tenías en mente cuando lo escribías?

R.: En general, no solo con el libro sino también con el blog, pienso en mí mismo de pequeño, en cómo me habrían gustado que me explicasen las cosas.

P.: ¿Qué tal se te daban las ciencias en el cole?

R.: (Risas) Bien, bien, siempre fue lo mío.

P.: Hablando de la historia de la Astronomía, ¿qué dos momentos han cambiado nuestra idea del Universo?

R.: Primero, Kepler y sus leyes, que empezaron a describir cómo se movían los planetas. Parece algo muy abstracto, pero pusieron las bases para del heliocentrismo.

En general pienso en mí mismo de pequeño, en cómo me habrían gustado que me explicasen las cosas.

Y otra cosa que parece solo un detalle, pero sabemos que vivimos en una galaxia solamente desde principios del siglo XX. El descubrimiento de las galaxias fue muy importante porque antes de eso se creía que vivíamos en un universo donde estaba el Sol, la Tierra, algunos planetas más y un puñado de estrellas desperdigadas. No se sabía nada más. Al descubrir las galaxias, pasamos a vivir en un universo lleno de miles de millones de galaxias como la nuestra, llenas a su vez de miles de millones de estrellas como la nuestra. En lo que se refiere a nuestro lugar en el mundo, me parece que este descubrimiento tiene mucha importancia.

P.: ¿Qué le dirías a la gente que cree que la investigación en astronomía es prescindible en época de crisis?

R.: Se trata de una pregunta con truco, porque esa persona tendría su parte de razón: conocer la astronomía no tiene consecuencias directas en nuestra vida ¿Para qué nos sirve conocer las propiedades de un agujero negro, o de tal o cual galaxia? Pues para algo tan sencillo como entender mejor el universo y las leyes de la naturaleza.

La utilidad no siempre es un buen baremo para decidir a qué dedicar fondos y a qué no. El conocimiento en sí ya tendría que valer la pena, y cuánto más conozcamos de la realidad, mejor nos irá. Muchos descubrimientos acaban teniendo consecuencias positivas para nosotros que no esperábamos. Mira la teoría de la relatividad de Einstein: parece que el hecho de descubrir que el espacio y el tiempo son lo mismo no tiene consecuencias en nuestro día a día, y al principio no las tenía, pero ahora sin eso los sistemas de GPS no funcionarían en absoluto.

P.: A lo mejor esa postura deriva de una falta de interés por la ciencia, ¿no?

Yo creo que el interés entre la gente existe, lo que falta son divulgadores que lo cuenten con claridad. Hay blogs de ciencia en castellano muy buenos, escritos por científicos, doctores, gente experta, pero que quedan fuera del alcance de la gente que no está familiarizada con los temas que tratan. Eso, unido a que el sistema educativo no nos termina de despertar mucho interés... Falta gente que le dé un enfoque diferente a todo esto. Cuando la gente piensa en divulgación científica, sigue pensando en Punset y si eres una persona joven igual ese estilo no te esclarece nada sobre la realidad.

Jordi Pereyra es ingeniero y tiene 25 años. Parece un perfil atípico para unirlo con el de autor de un libro sobre astronomía. Pereyra acaba de publicar El universo en una taza de café (puedes leer un fragmento aquí) en el que da un repaso a la historia de esta ciencia, comenzando por el momento en el que el hombre de las cavernas miró al cielo y descubrió que había algo en él, más allá de discos luminosos con movimientos caprichosos.

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