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Cuatro aciertos (y un error) del impresionante Batman Arkham Knight
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EL JUEGO CIERRA LA SAGA DE ROCKSTEADY

Cuatro aciertos (y un error) del impresionante Batman Arkham Knight

El Caballero Oscuro regresa, una vez más, para demostrar que es en sí mismo un género de juego

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Batman es, en dura competencia con Mario, el personaje de ficción que más videojuegos ha protagonizado. Y curiosamente, empezando por la versión isométrica de Ritman en 1986, es también garantía de calidad por el cariño que los desarrolladores han puesto siempre en el personaje. Y, pese a todo, el nuevo Batman Arkham Knight es el mejor título lanzado hasta la fecha. Es largo, es profundo, es divertido y es sólido con las bases que han hecho del superhéroe nocturno el preferido de cuatro generaciones de terráqueos. Sirva esta lista para explicar por qué no hay ningún título que se le acerque.

1. El batmóvil. Hemos tenido que esperar tres entregas (Arkham Asylum, Arkham City yArkham Origins), pero finalmente el transporte de Batman ha obtenido el reconocimiento que merece. En anteriores ocasiones lo habíamos visto en escenas cinemáticas y en pasajes muy concretos, si bien es la primera ocasión en la que podemos manejarlo, llamarlo e incluso utilizarlo como una torreta militar. Es más, su papel es fundamental en el desarrollo del argumento, utilizándolo en ocasiones para desbloquear situaciones de amenaza para Batman. No obstante, existe cierto empecinamiento de los desarrolladores en hacerlo onmipresente en las primeras misiones del juego que termina por rechinar, sobre todo cuando el jugador se ve obligado a dedicar veinte minutos a pensar en cómo subir el dichoso trasto a los tejados.

Más que un coche, el batmóvil es un tanque de alta tecnología. Cuenta con un modo de ataque que lo convierte en un batería tierra-aire y que abre las puertas del shooter en los juegos de Batman. Quizá los más puristas del murciélago no se vean cómodos disparando cohetes guiados por calor a tanquetas en pleno Gotham, pero es innegable que se trata de un cambio refrescante que rompe la monotonía del juego. Las misiones de conducción, por contra, palidecen al no ser el Unreal Engine el motor más propicio para el género.

2. Joker. (ALERTA SPOILER: Si no quieres saber nada del argumento, pasa al siguiente punto). Por mucho que lo intenten, que lo intentan, la némesis de Batman es y siempre ha sido Joker. Dos Caras, Bane y El Pingüino están bien de relleno pero, al final del día, la pelea con el payaso asesino es fundamental.Como se plantea en el excelso The killing joke (1988), Batman y Joker no son sino caras de una misma moneda, y su existencia por separado no tiene sentido.

Pues bien, la primera escena de Arkham Knight muestra la cremación de Joker, aunque los chicos de Rocksteady han encontrado la forma perfecta de incluirlo en la historia. Y es que Joker, gracias a una toxina del Espantapájaros, se insertaen el argumento como una visión recurrente de Batman, ampliando su registro de malvado a una suerte de Pepito Grillo del héroe. Le aporta, además, ese punto de humor ácido del que Batman carece por completo. ¡Larga vida al Joker!

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3. Modos de juego. Que Rocksteady ha hecho un trabajo fantástico en la saga Arkham es algo que pocos ponen en cuestión, pero quizá su mayor mérito consiste en haber aprendido de sus errores (o al menos haber identificado sus fortalezas). Arkham Knight, a diferencia de sus precursores, hace gala de un amplio abanico de modos de juego, la mayoría pulidos con respecto a sus primeras apariciones.

Las peleas, el modo de planeo por la ciudad, la conducción del batmóvil, el modo detective, el shooter con los tanques... una aventura en mayúsculas, como hace tiempo que no se estilan, que mantiene el reto -y la atención- del jugador. ¿Te aburren las peleas? No te preocupes, la siguiente misión será distinta. Prometido. Mientras, como es habitual en la franquicia, el jugador disfruta a un apartado sonoro (música y doblaje) de calidad excepcional. Se nota que se ha invertido en el producto y que se ha trabajado con cariño.

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4. Libertad de acción. La mejor noticia es que Arkham Knight es un juego. No es una película con partes interactivas ni una sucesión de escenarios sin alicientes. Es honesto en tanto que explica al usuario las distintas opciones de que dispone y espera que sepa hacer uso de ellas. Sí, incluye pequeñas ayudas, pero no te soluciona la papeleta si te quedas atascado. Si, por ejemplo, tienes que analizar la escena de un crimen, esperará a que encuentres la solución por tu cuenta, dando por hecho que manejas los basics del modo detective. De la misma forma te dejará morir cuantas veces sea necesario (y en ocasiones serán muchas) hasta que hagas uso del sigilo o descubras qué misiles son los más apropiados para derribar un helicóptero.

Por otra parte es una gozada el modo sandbox que plantea Gotham. No sólo es consistente con el mapeado planteado en anteriores entregas, sino que la ciudad está diseñada en dos planos: el de la calle, más plano y pensado para el batmóvil, y los tejados, con salientes y puentes para que Batman pueda desplazarse rápidamente con sus gadgets. El juego, además, permite al jugador elegir qué misiones acometerá antes que otras, una característica que oxigena mucho la vida útil, dado que algunas son largas y estructurales y otras simplemente están para arrancar una sonrisa a los fanáticos de Batman.

¿Es entonces Arkham Knight el juego de Batman definitivo? Quizá sí, aunque no está exento de problemas. Los jugadores le acusan de que es algo corto (en torno a 15 horas) y que se repite por momentossi bien, en mi opinión, lo peor está en el elenco de villanos. Y es que Arkham Knight se mueve a medio camino entre el cómic, las películas de Nolan -cuya influencia en el Caballero Oscuro será inmortal- ylas pequeñas adiciones de Rocksteady que buscan personalizar el producto.

Los villanos no dan miedo, sino risa, y a buen seguro volverán a aparecer

A la larga esto se torna un problema, porque el desfile de villanos es monumental, creando incluso megalianzas entre ellos con el único objeto de hacerles constar en el guión. Si unesa esto que no es tan sencillo que DC te autorice a matar a ninguno de ellos, lo que obtienes es a Batman combatiendo con un puñado de lunáticos que a buen seguro escaparán y volverán a liársela en la siguiente entrega. Probablemente hubiera sido más efectivo, como hizo Nolan, dedicar cada título a un malvado y aprovechar para dibujar con más detalle su personalidad psicopática.

Sea como fuere, Rocksteady cierra con este juego su serie de Batman, compuesto por cuatro títulos a cada cual más ambicioso y mejor acabado que el anterior. Casi nada para un estudio que acaba de cumplir diez años y que se encuentra ante la difícil tesitura de confirmar su maestría lejos más allá de Batman.

Batman es, en dura competencia con Mario, el personaje de ficción que más videojuegos ha protagonizado. Y curiosamente, empezando por la versión isométrica de Ritman en 1986, es también garantía de calidad por el cariño que los desarrolladores han puesto siempre en el personaje. Y, pese a todo, el nuevo Batman Arkham Knight es el mejor título lanzado hasta la fecha. Es largo, es profundo, es divertido y es sólido con las bases que han hecho del superhéroe nocturno el preferido de cuatro generaciones de terráqueos. Sirva esta lista para explicar por qué no hay ningún título que se le acerque.

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