Esta mesa mantiene fresca tu habitación sin gastar nada de energía

¿Quién necesita un aparato de aire acondicionado teniendo una buena mesa?Este mueble es capaz de regular la temperatura de nuestra casa sin gastar electricidad. Y si se lo están preguntando, también sirve para comer. Se trata de ZEF (Mueble de energía cero, por sus siglas en inglés), un novedoso diseño de los francesesRaphaël Ménard yJean-Sébastien Lagrange.

En apariencia se asemeja a cualquier otro mueble, con un diseño elegante basado en una tabla de roble y cuatro patas. Pero bajo esta mesa se encuentra el secreto para reducir los costes energéticos en un 30%, según aseguran sus creadores.

Estos explican a Wired que su intención era averiguar si los problemas energéticos y climáticos podrían solucionarse mediante los muebles adecuados. Algo que parecen haber conseguido gracias a los materiales con los que está construido ZEF.

El funcionamiento es muy sencillo: la mesa chupael aire caliente hacia su interior y sólo lo expulsa cuando este cae por debajo de los 21ºC. Esto es posible gracias a los materiales de fase cambiante de su interior, un sandwich que se encuentra entre varias capas de aluminio. Estos se ablandan cuando la habitación alcanza una temperatura demasiado alta, absorbiendo el exceso de calor, que sólo liberan cuando el aire robado se enfría. En otras palabras, la mesa actúa como una especie de esponja térmica.

Los materiales de fase cambiante se estudian desde hace año por su capacidad de almacenar y liberar energía en forma de calor. El diseño de ZEF se limita a llevar este concepto al salón de casa en forma de mueble a la última moda. Eso sí, la mesa sólo entra en acción si la temperatura se eleva por encima de los 21ºC.

La mesa ZEF funciona mejor en ambientes donde la temperatura cambiacon frecuencia. Por ejemplo, en lugares donde por el día hace calor y por la noche más fresco: en este caso el mueble absorbería el exceso de calor por el día para liberarlo por la tarde y así mantener constante la temperatura. Los franceses calculan que, en condiciones óptimas (entendidas como una pequeña sala de conferencias para quince personas) su invento podría reducir en un 30% la energía consumida por el aire acondicionado.

Especialmente útil sería en aquellos países donde los aparatos de aire acondicionado son un lujo al alcance de unos pocos.Sus creadores confían en que pueda llegar a las tiendas este mismo año, aunque no adelantan el precio.