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Meizu contra Meizu (y contra Xiaomi)
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la empresa china saca la artillería pesada

Meizu contra Meizu (y contra Xiaomi)

La reconocida falta de ambición empresarial de Meizu es ya agua pasada. La compañía se ha puesto las pilas con terminales solventes, aunque le falta convencer al gran público de su calidad

Foto: De izquierda a derecha: MX4, M1 Note y MX4Pro (Foto: Zigor Aldama)
De izquierda a derecha: MX4, M1 Note y MX4Pro (Foto: Zigor Aldama)

La reconocida falta de ambición empresarial de Meizu es ya agua pasada. Consciente de que por esa senda sólo le aguardaban la irrelevancia primero y la muerte después, el fabricante chino de móviles ha decidido pasar al ataque. Y lo ha hecho con artillería pesada, pues el año pasado decidió dar un vuelco a su estrategia y dedicarse a competir con Xiaomi en todos los frentes.

Para este ambicioso objetivo llevó a cabo una ampliación de capital de 240 millones de euros que ha rematado en febrero con una alianza todavía más importante: el gigante del comercio electrónico Alibaba le ha inyectado nada menos que 580 millones de euros más.

Se trata de una de esas operaciones en las que ambos ganan: Alibaba abre una vía para tratar de popularizar su sistema operativoYun OS, ya instalado en uno de los terminales de gama baja de la marca, mientras que Meizu accede a los canales de la empresa que dirige Jack Ma y obtiene el capital necesario para la brutal expansión en la que se ha embarcado.

El gigante del comercio electrónico Alibaba ha inyectado a Meizu nada menos que 580 millones de euros con los que podrá expandirse

Porque, a diferencia de lo que hacía hasta ahora -lanzaba sólo un terminal al año y apenas hacía publicidad de él-, en 2015 Meizu tiene en su catálogo nada menos que cuatro terminales que cuestan desde los 100 euros del Meilan -que sólo se vende en China-, hasta los 340 euros del MX4Pro, un aparato capaz de rivalizar en prestaciones y rendimiento con cualquiera de la gama alta.

La meta no es sólo disparar la actual cuota de mercado en el país que más smartphones consume -actualmente tiene menos del 3% en China-, sino adelantarse a Xiaomi en la internacionalización de la marca. Porque la crisis económica que ha azotado a los mercados internacionales, sumada a una mejor percepción del made in China entre los consumidores occidentales, se perfila como la gran oportunidad que estaban esperando los fabricantes chinos de tecnología.

Después de haber acudido a las presentaciones de los tres terminales con los que Meizu sale de sus fronteras -el M1Note, el MX4, y el MX4Pro- en Teknautas hemos querido hacer una prueba con ellos para determinar cuáles son sus posibilidades en nuestro país. Como avanzan desde la marca, el precio ofrecido en el portal oficial se reduce considerablemente para adecuarse más al que tienen en China, pero lo cierto es que su potencial parece notable: cuentan con un sistema operativo sólido -el flyme, con base Android-, un diseño elegante, y unas prestaciones muy interesantes. Por supuesto, todos son 4G. Pero vayamos por partes.

M1Note

El M1Note es el hermano pequeño del triunvirato Meizu. Pequeño sólo en lo que a precio se refiere, claro, porque en dimensiones es el más grande. Su pantalla de 5,5 pulgadas lo lleva al terreno de los phablets y dificulta su uso con una mano, pero las dimensiones se agradecen cuando el usuario ve vídeos o juega, y sorprende la calidad del panel Sharp. Al fin y al cabo, es uno de los pocos terminales que ofrece un display FHD por unos 150 euros.

Comparado con su principal competidor, el Red Rice Note de Xiaomi, el M1Note resulta mucho más atractivo en lo referente al diseño: el botón virtual iluminado, marca de la casa, le confiere un aire premium que no tienen sus adversarios y, aunque la tapa trasera es una descarada copia del iPhone 5C, el material resulta agradable al tacto y da la sensación de robustez.

Meizu tiene en su catálogo nada menos que cuatro terminales que cuestan desde 100 euros hasta 340 euros

La ranura, en la que se pueden instalar dos tarjetas SIM, es un también un punto a favor, pero el Red Rice Note también incluye esa función. No obstante, Meizu gana en cuanto a velocidad de procesamiento, ya que cuenta con un cerebro Mediatek a 1,7 Ghz. y 2 GB de memoria RAM. También vence con la cámara, que proporciona imágenes nítidas de 13 megapíxeles en casi todas las circunstancias, aunque con poca luz las fotografías resultan bastante decepcionantes.

MX4

Si las fotos que hace el M1Note son discretas, no sucede lo mismo con el MX4, que incluye un magnífico sensor de 20,7 megapíxeles. De hecho, ahí radica una de las grandes fuerzas del aparato de gama media de Meizu. Porque la cámara no sólo ofrece cantidad, también calidad. El enfoque resulta rápido y preciso, la lente -f 2.2- permite trabajar en condiciones de poca luz sin utilizar el flash dual que, por otra parte, proporciona colores bastante realistas con un tono cálido.

Lo mismo sucede con la cámara anterior, la de los selfies, aunque es cierto que los 2 megapíxeles de resolución se quedan cortos si se compara con el Xiaomi 4. Eso sí, el diseño, aunque reminiscente del iPhone 6 –que se presentó más tarde-, resulta más elegante que el de la competencia y mantiene el delicado bisel metálico que ya caracterizaba a sus predecesores, el MX 2 y el MX3. En cuanto a su funcionalidad, ninguna pega: es rápido, los gráficos corren fluidos, y no se cuelga ni siquiera con una docena de aplicaciones abiertas.

MX4Pro

Por eso, uno piensa qué necesidad había de lanzar otro terminal, el MX4Pro, cuya estética es casi calcada a la de su hermano menor. Sin duda, las diferencias son pequeñas, pero no nimias. La principal, que salta a la vista, es el lector de huellas dactilares que, para sorpresa de quienes lo utilizan, funciona a la perfección: no importa cómo se ponga el pulgar, el teléfono lo reconoce en un par de segundos y desbloquea el terminal. Eso sirve, por ejemplo, para utilizar el sistema de pago móvil que ha lanzado Meizu, M Pay.

El resto de las diferencias no se ven porque están en los componentes utilizados. Así, en vez de un chip Mediatek como el que incorpora el MX4, la versión Pro disfruta de un Samsung Exynos de ocho núcleos a 2.0 gigahercios, y a la memoria RAM se le ha añadido otro giga para llegar a 3, el estándar en la gama alta. En la práctica, esto apenas se nota, pero con el tiempo es posible que el rendimiento del Pro sea muy superior al del básico.

Meizu tiene una experiencia mucho más dilatada que la de Xiaomi en la fabricación de móviles, pero todavía no ha sabido crear una imagen de marca juvenil

Otro elemento diferente que apenas se percibe es la pantalla. Mientras que la del MX4 es FHD+, o sea, tiene una resolución de 1.920x1.152 píxeles, el Pro ha estrenado un panel 2K (2.560x1.536). Puede resultar un gancho importante de cara al marketing, pero el ojo humano, por lo menos el de quien escribe, apenas nota la diferencia: ambas pantallas son magníficas.

Lo mismo sucede con la cámara, ya que es la misma. Eso sí, los selfies del Pro ganan la partida, porque su resolución es de 5 megapíxeles, como la del Xiaomi 4. Así, cuando el vicepresidente de la marca, Yang Yan, anunció que el MX4Pro está a la altura de las dos versiones del iPhone 6, no exageraba.

Pero una cosa es que sea cierto y otra muy diferente que los consumidores se lo crean. Y a Meizu le queda todavía mucho por delante para llegar a la capacidad de convencimiento que tiene Apple. De momento, la lucha está en China y el enemigo es Xiaomi, que en enero desveló un arma poderosa: el Mi Note Pro.

Meizu hace hincapié en la calidad de sus productos, a veces de forma excesivamente agresiva, pero lo cierto es que, a pesar de que tiene una experiencia mucho más dilatada que la de Xiaomi en la fabricación de móviles, todavía no ha sabido crear una imagen de marca juvenil e innovadora. Eso sí, ante sus productos hay poco que objetar y es evidente que va a dar mucho de qué hablar.

La reconocida falta de ambición empresarial de Meizu es ya agua pasada. Consciente de que por esa senda sólo le aguardaban la irrelevancia primero y la muerte después, el fabricante chino de móviles ha decidido pasar al ataque. Y lo ha hecho con artillería pesada, pues el año pasado decidió dar un vuelco a su estrategia y dedicarse a competir con Xiaomi en todos los frentes.

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