Los 'souvenirs' que se trajo Armstrong de la Luna

Fue el viaje más impresionante de su vida. Irrepetible. Recordado no sólo en sus álbumes familiares, sino también en los anales de la historia de la humanidad. El paso que Neil Armstrong dejó impreso sobre la superficie de la Luna fue uno de los grandes hitos del siglo XX, y el propio protagonista quiso conservar algunos recuerdos físicos del momento. Al menos, así parece demostrarlo el conjunto de artilugios que su esposa ha puesto a disposición del Museo Aeroespacial Smithsonian después de haberlos encontrado en el fondo de un armario.

Carol Armstrong, segunda y última mujer del astronauta americano, se puso en contacto con los responsables del museo tras hallar una misteriosa bolsa blanca en su hogar. Lo que Carol no sabía era que se trataba de una bolsa de McDivitt que Neil Armstrong conservó tras su periplo espacial. Esta especie de saco fue bautizado con el apellido del comandante del Apolo 9 James McDivitt, quien fue el primero de percatarse de que hacía falta un soporte en el que almacenar temporalmente objetos cuando no había tiempo de ordenarlos en su lugar.

(Aquí puedes ver "Las fotos más impresionantes de los archivos de la NASA").

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La TSB (Temporary Stowage Bag o Bolsa de Almacenamiento Temporal), escondía en su interior algunos de los artefactos que Armstrong calificó como de poco interés en una conversación con su compañero de viaje Collins, sacada del letargo por el Smithsonian: “¿Sabes? Hay un montón de basura que llevarse de vuelta. Cachivaches que no se van a guardar por sí mismos. Tenemos que encontrar algo mejor para ellos”.

Pero Armstrong también era consciente de que cualquier peso extra en la nave podría desestabilizar la misión, y quizá por ello nunca comentó con nadie que había traído una serie de souvenirs de su viaje a la Luna escondidos a bordo del Águila (el módulo lunar del épico viaje del Apolo 11).

La cámara con la que se grabó el “pequeño paso para el hombre”

Dos de estos recuerdos han llamado especialmente la atención de los expertos y ya forman parte de la exposición temporal que acaba de inaugurarse bajo el nombre ‘Fuera de la nave: 50 años de actividad extra-vehicular”.

Se trata de la cámara de 16 mm con la que se grabó el “pequeño paso para el hombre” (aparato que estuvo situado en la ventanilla delantera derecha del módulo lunar), y el cinturón de seguridad con el que el astronauta se sujetó a la nave durante su caminata por la Luna.

Entre el resto de objetos, catalogados por el Smithsonian con detalle, se encuentra un espejo de metal, una red, una bombilla de repuesto y varias luces con cable de alimentación. En total, 18 artilugios que componen un pequeño compendio de recuerdos para el hombre, pero de gran valor histórico para la humanidad.