España saluda el nuevo año disparando el IVA de 'apps' y 'ebooks'

Quizá el año que comienza sea el de la recuperación, pero los bienes digitales, como el libro electrónico y las aplicaciones, tendrán un poco más difícil subirse al carro. El 1 de enero entró en vigor la normativa europea, conocida como tasa Amazon, que desplaza la carga del IVA al país de residencia del comprador. La regla busca compensar a los estados comunitarios en las transacciones comerciales de empresass como Amazon y Google, que tributan en regiones como Irlanda o Luxemburgo, donde las tasas son más bajas.

Sin embargo, el cambio afectará a los consumidores, en especial a los españoles, cuyos impuestos sobre los productos culturales superan la media europea. Así, los ebooks, que tributaban al 3% de IVA de Luxemburgo, lo hacen ahora al 21% español. Menos acusada será el incremento en las apps, que suben del 15% al 21%.

Sobre el papel, los estados miembros ingresarán en torno a 3.000 millones de euros anuales en concepto de IVA, aunque antes las tiendas tendrán que verificar el país de residencia de cada comprador, y también otros datos como la dirección IP o la tarjeta SIM del cliente. Esto podría causar un perjuicio económico a las pymes, que no solo se ven obligadas a recabar esta información, sino que también tendrán que hacer un modelo de factura por cada país de la Unión Europea.

Además, la Comisión Europeaexige que las empresas almacenen las transacciones de IVA de los últimos diez años, con los gastos de gestión y almacenamiento que ello conlleva.

Las apps y los ebooks no son los únicos afectados. También los banners, las suscripciones a servicios digitales y el contenido audiovisual, como películas y canciones, tributan ahora al 21%. En España, algunos partidos han tratado de rebajar el IVA de los libros electrónicos sin éxito.