¿Peleas en rebajas? Los incidentes del Black Friday son otro nivel de violencia

Gangas irresistibles durante un tiempo limitado y con un stock que no suele durar más de unas horas. Miles de estadounidenses esperan con ansias el Black Friday (y mucho más en todo el mundo a través de internet), el momento en el que, tras la cena de Acción de Gracias,las tiendas abren sus puertas con los precios por los suelospara conseguir un gran pico de consumo. Las escenas a las puertas de los comercios toman un cariz que dejan a nuestros comienzos de rebajas a la altura de una riña en la puerta de un colegio.

Se trata de un fenómeno estudiado por la psicología: la neurociencia de las compras en vacaciones, lo llama Melanie Greenberg en Psychology Today. Básicamente, se trata de la forma en que los comercios engañan a nuestro cerebro. Un proceso en el que habitualmente (en teoría) pesa la racionalidad y la consideración de factores como nuestro presupuesto o nuestros gustos es tomado al asalto por descuentos, pagos a plazos y competencia. El resultado son unas muestras de violencia y agresividad que muestran el otro lado de una fiesta, en teoría, familiar y de conciliación.

En los casos más extremos, algunos altercados han producido víctimas mortales, y hay quien en clave de humor, celebra cada año haber sobrevivido al Black Friday. Esta página web lleva la cuenta de las muertes, e imprimen camisetas con el eslogan "Yo sobreviví al Black Friday 2014" (de hecho, aún no las venden, están esperando a que pase la fecha porsi hubiese que modificar el número de víctimas).

Las víctimas mortales del Black Friday

En 2008, en un Wal-Mart en Long Island, más de 2000 personas irrumpieron en el interior antes de que abriesen las puertas. Los trabajadores trataron de frentar la estampida haciendo una cadena humana, con escaso éxito, y la masa terminó pasando por encima de un empleado, que murió aplastado.

Ese mismo año, en California y y en el interior de un Toys R Us, se desencadenaba un tiroteo que daba como resultado dos víctimas mortales. Al parecer, dos mujeres se enzarzaron en una pelea tan violenta, y la tensión fue escalando de tal forma, que sus respectivos maridos sacaron las armas que ambos portaban y se dispararon mutuamente. Esto provocó que cundiera el pánico en la tienda, mientras los dos se perseguían por los pasillos. Al final, ambos llegaron a la caja, donde intercambiaron varios disparos. Ambos fallecieron.

El caso de Walter Vance es quizá el más trágico. Este farmacéutico de 61 años estaba comprando en un Target de West Virginia durante el Black Friday de 2011 cuando sufrió un infarto. Nadie reparó en él ni le ayudó. Cuando por fin le llevaron al hospital, los médicos solo pudieron declarar su muerte.

También resulta penoso el accidente de coche que sufrió una familia en Palo Alto, California, a causa del cansancio del conductor, el padre, después de haber pasado toda la noche del Black Friday de compras. En el choque murieron dos de sus cuatro hijas. Precisamente por la misma causamurió esa misma noche un adolescente que estrelló su coche contra una zanjacuando volvía de sus compras.

Muchos otros incidentes no llegaron a causar muertos, pero sí heridos y desde luego buenos sustos. Un hombre con un disparo en un hombro después de arrastrar a un policía fuera de su vehículo en Romeoville, en Illinois; otro en Las Vegas con un tiro en una pierna a causa de un intento de robo del televisor que acababa de comprar; una pelea por una plaza de aparcamiento en un centro comercial que terminó a cuchilladas en Virginia...

Aunque desde luego son accidentes puntuales, son una buena muestra de lo que pasa cuando el consumismo se nos va de las manos y la ansiedad por conseguir una ganga puede más que el sentido común. Si a eso le sumamos grandes aglomeraciones de gente y un acceso relativamente sencillo a armas de fuego... Puede que no haya en el mundo una combinación más letal.