¿Quieres calefacción gratis? Sólo tienes que guardar un servidor en casa

La crisis y el frío avivan la imaginación para desarrollar métodos alternativos y baratos de calentar la casa. Cloud&Heat, una startup alemana de servicios en nube, ha encontrado la solución perfecta para almacenar todos esos servidores que tanto se calientan y ocupan: meterlos en casa de aquellos que necesiten calefacción.

Cloud&Heat (del inglés nube y calefacción) ha pensado que ese calor residual podría calentar los hogares durante el duro invierno alemán. La compañía cobra la instalación del servidor como si fuera un sistema de calefacción normal. A partir de ahí, ellos se encargan de pagar la electricidad e internet que el dispositivo requiere.

El punto flaco del sistema está precisamente en el precio de la instalación, ya que montar en casa un servidor a prueba de incendios que no suponga un peligro para el entorno cuesta 12.000 euros. Un precio que quizá no sería competitivo en países menos fríos que no gastan tanto en calefacción, aunque sí sea rentable en aquellos con inviernos más duros. La empresa, eso sí, garantiza correr con todos los gastos derivados, incluido el mantenimiento anual, durante 15 años.

A cambio, el usuario puede calentar su casa a coste cero –si se olvida la instalación, que al final se amortiza–. Además, la empresa asegura que el sistema es totalmente ecológico, ya que la electricidad que alimenta sus servidores proviene de fuentes renovables.

Pero, ¿puede apagarse esta estufa aunque los servidores continúen encendidos? Por ejemplo, si la vivienda ya está a una temperatura adecuada, está vacía o simplemente termina el invierno. En ese caso, el sistema puede conectarse al calentador para conseguir agua caliente. Y cuando llegue el verano el calor puede disiparse al exterior mediante un sistema de ventilación.

Los requisitos que debe cumplir la vivienda para que se pueda instalar uno de estos servidores son sencillos. Basta con tener un calentador de agua de entre 500 y 200 litros que pueda utilizarse para disipar el calor sobrante, una conexión de internet de al menos 50 Mb/s. También recomiendan algún sistema extractor que pueda emplearse como refuerzo en la disipación, aunque no es obligatorio.

La seguridad de los datos almacenados en casas particulares es un tema que podría preocupar a los clientes de la empresa. Aunque Cloud&Heat asegura que los datos están encriptados y que solamente sus trabajadores pueden abrir los servidores, algunos clientes podrían mostrarse reticentes a que sus datos duerman en casas de desconocidos.

Centros en el Ártico para evitar el calor

Los servidores web dan muchos dolores de cabeza a las empresas, que gastan mucho dinero en enfriarlos y almacenarlos. Esto ha generado ingeniosas ideas en los últimos años. Facebook abrió un centro de datos en Lulea (Suecia), una ciudad cercana al Círculo Polar Ártico donde la temperatura media es de unos 2⁰C. Gracias a ello, la red social aprovecha el frío exterior para mantener a raya el calor que generan las máquinas.

Por otra parte, Google invirtió 280 millones de euros en abrir un centro en Hamina (Finlandia) por los mismos motivos que Facebook. En este caso, los servidores no se enfrían por la acción del aire exterior, sino gracias al agua marina de la bahía de Finlandia.

Aprovechar el calor residual que producen los ordenadores para ahorrar energía, a la vez que se soluciona el problema de su almacenamiento, es una idea práctica que podría funcionar en los países más fríos con inviernos largos. Aunque la posibilidad de importar el sistema a zonas más cálidas parece, de momento, más difícil.