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El maltrato de Apple a China alimenta el mercado negro
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FABRICAN EL IPHONE 6, PERO NO LO PUEDEN COMPRAR

El maltrato de Apple a China alimenta el mercado negro

El gigante asiático produce la totalidad de los iPhone 6 que llegan al mercado, pero aún no tiene fecha de lanzamiento en el país. Los piratas se frotan las manos

Foto: Protestas en una de las fábricas de Foxconn (Reuters)
Protestas en una de las fábricas de Foxconn (Reuters)

El personal de carga del aeropuerto internacional de Zhengzhou no da abasto estos días. No en vano, es la capital de la provincia china de Henan desde donde despegan los Boeing 777 de la aerolínea China Southern que transportan los nuevos iPhone con destino a Chicago para su distribución en toda Norteamérica. La empresa de Cupertino subcontrata la fabricación y el ensamblaje de los aparatos a la taiwanesa Foxconn -tristemente famosa por los conflictos laborales y por la ola de suicidios que ha hecho estragos entre sus empleados-, que desarrolla la mayoría del trabajo en las instalaciones que tiene a las afueras de la ciudad.

Se trata de la mayor fábrica de teléfonos móviles del mundo, cuya capacidad se estima en unos 200.000 al día, y de ella han salido ya más de cien toneladas de iPhone 6. Es sólo una pequeña avanzadilla si se tiene en cuenta que analistas de Bank of America Merrill Lynch vaticinan que China producirá unos 100 millones de iPhone en el segundo semestre de este año, y que dos tercios llevarán el sello invisible de la planta de Foxconn que produce en torno al 60% de las exportaciones de toda la provincia de Henan.

Conscientes de que los teléfonos de la manzana mordida son en realidad Made in China, y conocedores de que las autoridades comunistas han emitido ya los certificados pertinentes para su comercialización, los consumidores chinos se preguntan por qué su país no está en el grupo de los nueve países que estrenarán el esperado smartphoneel próximo día 19. Al fin y al cabo, el gigante asiático es el segundo mercado en importancia para Apple: durante el segundo trimestre de 2014 le reportó un 16% de los ingresos -4.560 millones de euros- y fue su principal motor de crecimiento -un 28% más en el segundo trimestre del año-. Pero, de momento, ni siquiera hay fecha oficial para su lanzamiento en el país de Mao.

El mercado negro se frota las manos

Eso, además de provocar una sonora pataleta entre sus incondicionales chinos, ha hecho que los traficantes se froten las manos. Apple les había cortado las alas con la presentación simultánea de las versiones S y C del iPhone 5 en China, la primera vez que sucedía, y temían que con el 6 sucediese lo mismo. Afortunadamente para quienes viven del mercado negro, Hong Kong -que es territorio de la República Popular pero se rige por un sistema completamente diferente-sí recibirá los aparatos el día 19. Y allí ya se han agotado las prereservas que se ofrecieron el viernes en la web oficial. De forma inversamente proporcional han crecido en Taobao -el principal portal de comercio electrónico C2C de China- las ofertas para hacerse con uno de los terminales antes de que llegue a las tiendas del Gran Dragón.

Es más, hay quienes, aprovechando el interés que siempre despierta Apple, incluso están ofreciendo aparatos que no existen. Es el caso de una ‘versión especial Macao’ que los estafadores aseguran que cuesta mil yuanes (120 euros) más que el iPhone 6 ‘normal’ y a cuya factura final hay que añadir los 3.888 yuanes (486 euros) que exigen para comprarlo y enviarlo al cliente en China. A pesar de que es un engaño evidente, el viernes el diario South China Morning Postaseguró que 186 personas ya lo han encargado y que esa tienda onlinepirata ha recibido 20.000 consultas sobre este producto. “No podemos comprarlo en la china continental, pero lo puedo adquirir aquí ¡y es rosa! Sólo espero que no resulte falso”, comentó Gan Lin, una potencial clienta con un evidente optimismo desaforado.

Es gente como ella la que está provocando la hilaridad de los internautas chinos, que, en su mejor tradición, han sacado el ingenio de paseo para reírse de los nuevos productos de Apple y de quienes están dispuestos a todo para hacerse con ellos. Así, uno de los gráficos más populares que circulan por la red muestra un cuerpo humano en el que se destacan los órganos que uno puede vender en el mercado negro y el precio que se paga por ellos, en clara referencia al caso del adolescente que cambió uno de sus riñones por un iPhone 5. En otra de las imágenes se compara el tamaño y el grosor del iPhone 6 con el de los billetes de cien yuanes que hacen falta para adquirirlo, y se llega a la conclusión de que aunque el tamaño de la pantalla es el correcto, el aparato debería ser ligeramente más gordo. Por su parte, los japoneses prefieren mofarse del Apple Watch con uno hecho realmente de manzana y que, aseguran, resulta más práctico que el de Tim Cook.

Pero a los operadores de telefonía chinos el retraso no les hace ninguna gracia. “No entendemos por qué no se distribuyen en China los aparatos en la primera semana de su lanzamiento. Sin duda no es un problema de logística, y nos provoca pérdidas económicas importantes”, se queja a Teknautas el responsable de un establecimiento de China Mobile en Shanghái que prefiere mantenerse en el anonimato. “Los consumidores chinos se sienten relegados a un segundo plano y eso tiene consecuencias para la percepción que tienen de la marca. En un mercado tan competitivo como el chino, en el que Apple está perdiendo cuota de mercado, su actitud debería ser muy diferente”. No en vano, las solicitudes para reservar los nuevos aparatos se han cancelado a la espera de una fecha definitiva para el inicio de su venta y los fabricantes chinos continúan lanzando nuevos modelos que resultan cada vez más atractivos.

El personal de carga del aeropuerto internacional de Zhengzhou no da abasto estos días. No en vano, es la capital de la provincia china de Henan desde donde despegan los Boeing 777 de la aerolínea China Southern que transportan los nuevos iPhone con destino a Chicago para su distribución en toda Norteamérica. La empresa de Cupertino subcontrata la fabricación y el ensamblaje de los aparatos a la taiwanesa Foxconn -tristemente famosa por los conflictos laborales y por la ola de suicidios que ha hecho estragos entre sus empleados-, que desarrolla la mayoría del trabajo en las instalaciones que tiene a las afueras de la ciudad.

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