Apple ante su gran 'keynote': lo que sabemos y lo que creemos saber

Apenas una semana nos separa la próxima -y esperadísima- keynote de Apple, que tendrá lugar el 9 de septiembre. Se trata de un evento que tiene revolucionado al sector por la necesidad imperiosa de la compañía de presentar algún producto innovador. Recordemos que en Cupertino no han lanzado una nueva línea de producto desde el iPad, del que ya han transcurrido cuatro años.

La necesidad aprieta y Apple ya está inmersa en ese ritual de filtraciones con el que nos martillea dos veces al año. Sin embargo, de entre todo lo publicado, de los rumores y las supuestas fotos de prototipos reales, podemos extraer algunos indicios sólidos de lo que veremos cuando el verano eche definitivamente el cierre.

¿Qué nos hace creer que será una 'keynote' remarcable?

Lo primero, como decíamos, es que Cook necesita volver a impulsar a la compañía hacia el éxito. La inercia se está apagando (el iPad, por ejemplo, ha caído en ventas por primera vez) y Apple corre el riesgo de perder su aura de innovación. Por otra parte, la compañía está mostrando mayor virulencia en las filtraciones: no solo habla del iPhone, sino que apunta a un iPad e incluso a un iWatch.

Además, la invitación a medios a la keynote ha alimentado el hype. La elección del local puede ser significativa: se ha cambiado el clásico escenario de las presentaciones de septiembre, el Yerbabuena Center, por el Flint Center of the Performing Arts, de mayor capacidad y con una fuerte simbología. Y es que allí fue donde Steve Jobs presentó el primer Macintosh en 1984. Muchos ven en la elección del recinto un intento por volver a los orígenes, en el que, por cierto, están montando una estructura de tres pisos en medio de un excepcional despliegue de seguridad.

Habrá un iPhone 6, no cabe duda, y tendrá la mayor pantalla que nunca haya conocido el modelo. La opción de consenso, que a la sazón es la más conservadora, sugiere un display de 4,7 pulgadas, en la línea de la mayoría de terminales premium. Son solo 0,7 pulgadas más que los modelos 5S y 5C, los suficientes para que el mercado deje de acusar de ser "demasiado pequeño" al iPhone.

Más sorpresiva sería la presentación, como sugieren medios como The Wall Street Journal, de un modelo complementario de 5,5 pulgadas. Esta teoría entroncaría con la línea de lanzamiento dual que vimos el año pasado, si bien, por dimensiones, estaríamos hablando de un phablet, una línea que el CEO de Apple ha criticado en más de una ocasión. "No me impresionan los phablets en absoluto. Hemos hecho concesiones en la pantalla del iPhone, y no tenemos interés por ampliarla más", decía el año pasado. De sacarlo habría que interpretarlo como una apuesta por el mercado asiático, dado que en Europa y Estados Unidos este tipo de dispositivos no seducen a una mayoría.

Zafiro y NFC

Todos los tiros parecen indicar que el nuevo iPhone tendrá una nueva tecnología de protección de pantalla, el Sapphire Glass. Supuestamente monta un cristal de corindón, un mineral de una dureza semejante a la del diamante, que haría la pantalla a prueba de rayaduras, mejorando los resultados del habitual Gorilla Glass. Pero, ojo, que algunos analistas advierten que este cristal encarecería en al menos 100 dólares el precio final del smartphone. Por esta razón, el Sapphire Glass podría llegar solo como una opción a la hora de adquirir el teléfono.

También parece que, finalmente, Apple se rendirá a la comunicación inalámbrica NFC. De nuevo estaríamos ante otra de esas características de las que se ha renegado desde Cupertino para después dar el paso atrás. Aunque Cook y los suyos no han sido especialmente beligerantes con el NFC, han obviado su implementación en las últimas dos generaciones, esperando, quizá, a que el mercado se decidiese por una u otra tecnología de pago móvil. El caso es que su actitud no ha hecho sino debilitar al NFC -no olvidemos que casi un tercio de los smartphones son iPhone- y que, hoy por hoy, no es un sistema que haya terminado de arrancar. Un iPhone 6 con NFC supondría su salto definitivo.

Los demás datos no son estrictamente filtraciones de información, sino disquisiciones más o menos lógicas: que vendrá con el procesador A8, un 30% más veloz, mejor autonomía y/o una cámara frontal más nítida de cara a la moda de los selfies.

Está claro que tendremos un iPad gigante, seguramente de entre 12,5 y 12,9 pulgadas. La ampliación es de nuevo necesaria ante la pujanza de los phablets y el hipotético interés de Apple por hacer que el aparato fuese mínimamente productivo. Tim Cook ha dejado claro que busca revolucionar "otra vez" el mundo de las tablets, y una de casi trece pulgadas podría ser el camino. No obstante, en la keynote podríamos tener solo un avance del producto, y no su presentación oficial, ya que algunas versiones, como la de Bloomberg, sostienen que la producción no arrancará hasta el primer trimestre de 2015.

Y algo semejante sucede con el iWatch. El reloj inteligente de Apple es crucial en tanto que echaría a andar toda una industria. Prensa y analistas llevamos dos años esperando su anuncio, y parece que ésta será la cita. Al menos eso asegura John Paczkowski, de Recode, un periodista que luce un largo historial de aciertos en lo que a las keynotes se refiere. Dos detalles parecen habérsele pasado por alto a la prensa que ya da por hecho el smartwatch de Apple: que Paczkowski advierte que los planes de la manzana pueden cambiar de aquí a la presentación y que habla de un "weareable", con guiños a llevarlo en la muñeca, eso sí, pero sin mencionar el reloj.

Sea como fuere parece que en esta keynote, por fin, veremos cosas interesantes.