Google retira 46.000 dólares de la cuenta de un usuario por violar las reglas de AdSense

¿Es necesario realmente tener móvil para contactar con los amigos y allegados? ¿Por qué hay que someterse a los rigores de los planes de datos y compromisos de permanencia que nos pueden ahogar económicamente en un momento dado? Estas preguntas pasaron por la cabeza de Idris Sami, un joven francés de 19 años con un innegable talento frente al ordenador, que vio una clara oportunidad de negocio en algo con un indudable gancho: enviar SMS de forma gratuita desde el ordenador.

Fue en ese momento cuando nació MesTextos, una web en la que uno escribía el número del destinatario, el contenido del mensaje y listo. No había más complicaciones ni farragosos registros que desesperan a uno a la hora de disfrutar del servicio en muchos sitios web. Amigo, aquello pitaba y de qué manera. Las visitas llegaban a miles y este joven de origen marroquí decidió insertar publicidad mediante AdSense, el conocido servicio de Google.

Todo iba viento en popa y entrar cada mañana en su perfil se convertíaen un placentero hábito: la cifra de ingresos era cada vez mayor y llegó a su punto álgido en los 46.000 dólares. Un dinero contante y sonante, que pronto se convertiría en un visto y no visto.

Google se niega a sacar los trapos sucios de su cliente

De la noche a la mañana, tal y comorecoge Business Insider, el castillo de naipes que había edificado a golpe de ratón y tecladocayó a plomo desde lo más alto: Google le envió un frío email en el que se le anunciaba que su cuenta había sido desactivada, y por descontado, que de los 46.000 dólares se podía ir olvidando. ¿Qué? ¿Cómo? Aquello tenía que ser una broma, y de mal gusto además.

En Google no se andan con tonterías: si alguno de sus anunciantes no respeta las normas establecidas, se le desconecta y punto pelota. ¿Qué había sucedido exactamente? Aquí entramos en el terreno de losdimes y diretes. El joven explica que todo iba bien, y de hecho, desde Google se pusieron en contacto con él en varias ocasiones para ayudarle en la optimización de la publicidad y así engordar todavía más esa abultada cifra.

Las cosas no podían ir mejor antes del gran disgusto. Las cifras de Idris habían despertado la atención en la sede de Google en Dublín. Demasiado rápido y demasiado fácil. ¿Qué estaba sucediendo aquí? Uno de los correos recibidos por el staff de los de Mountain View fue más directo al meollo del asunto: “Hemos visto que los cambios efectuados en el sitio han tenido un gran impacto. ¿Puedes compartirlos conmigo para que te envíe nuevos consejos de optimización?”.

La pregunta parecía inocente pero escondía las primeras sospechas del equipo. La publicidad es sin duda la gran gallina de los huevos de oro para Google y hay que cuidarla con mimo: nada de anuncios agresivos ni que espanten a los lectores. Y parece que el joven estaba forzando demasiado la maquinaria cegado por el éxito del dinero fácil. ¿Qué falló exactamente? Google se ha negado a sacar los trapos sucios de un cliente en particular, pero se ciñe a la estricta política de AdSense.

Obligaba al visitante a hacer 'click' en un anuncio

Lo mejor era conocer de primera mano qué había podido ir mal y nos dispusimos a enviar un mensaje desde MesTextos, un clásico pruebaenviado a un móvil en España. Pronto dimos con el problema: el sistema lanza un popup que obliga al visitante a hacer clicken el anuncio para proceder al envío.

Un paso por caja en toda regla que seguro que será un asunto menor para muchos usuarios, pero que desvirtúa el espíritu de Google de ofrecer contenido de interés y con clic voluntarios. Sin embargo, Idris niega este extremo a Teknautas: “a eso no se refería Google cuando canceló la cuenta. De hecho, ese banner lo puse después para promocionar otra página mía”, protesta.

Las espadas están en alto y lo último que sabemos que el joven emprendedor ha contratado a un abogado para intentar recuperar los 46.000 dólares o llegar a algún tipo de acuerdo.

A este respecto, Idris explica que el letrado se ha puesto en contacto con Google para intentar llegar a algún tipo de arreglo fuera de los tribunales, pero ha obtenido la callada por respuesta.

El caso de MesTextos parece evidente, pero ¿suele ser frecuente?Un rápido vistazo enGoogleno da una idea de la dimensión del fenómeno del bloqueo de cuentas: muchísimos resultados de propietarios de sitios que han visto sus cuentas canceladas y sin perro que les ladre. Esta es posiblemente la gran queja de los afectados: se bloquea la cuenta y no se dan más explicaciones. Y todo mediante correos electrónicos automatizados…