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¿Volverá Apple a marcar tendencia en la tecnología fotográfica?
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el iphone revolucionó esta industria

¿Volverá Apple a marcar tendencia en la tecnología fotográfica?

En 1997 Steve Jobs volvía a Apple y la empresa dejó de fabricar sus cámaras QuickTake. Quién les iba a decir que al final cambiarían la industria fotográfica

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En 1997 Steve Jobs volvía a Apple y la empresa dejaba de fabricar sus cámaras QuickTake. Uno de los muchos productos lanzados en la ausencia de Jobs que terminaron siendo un rotundo fracaso. Quién les iba a decir entonces que estando fuera del negocio de la venta de cámaras provocarían el mayor terremoto en décadas en el mundo de la tecnología fotográfica.

De hecho, hoy las empresas del sector no pasan precisamente por su mejor momento. Algo en lo que ha influido poderosamente que el iPhone inaugurase la tendencia de que la mayoría de fotos las hagamos con un teléfono. Aunque la marca que ha dejado Apple en el terreno de la fotografía ha ido más allá.

Hace unos días se anunció que la compañía dejaría de vender dos programas que marcaron un antes y un después al clasificar y editar fotos: iPhoto y Aperture. Con ellos Apple ayudó a poner en orden en nuestras colecciones de fotografías. Algo que ya había hecho con la música al lanzar iTunes.

Picasa de Google y Lightroom de Adobe, sus dos principales competidores, llegaron después y se inspiraron en estos programas de Apple.

No es de extrañar que en Cupertino se volcasen en su momento en desarrollar software fotográfico de vanguardia. Al fin y al cabo siempre han mantenido una estrecha relación con los fotógrafos. Valga como ejemplo que Photoshop se estrenó en 1990 en el Macintosh y no en los ordenadores que funcionaban con Windows. Además, uno de los personajes más admirados por Steve Jobs era Edwin Herbert Land, el inventor de las Polaroid, pues estas cámaras simplificaron el proceso de obtener una foto de la misma manera que el Mac simplificó la informática.

Por eso ha causado cierto desconcierto que Apple abandone iPhoto y Aperture a favor de la misteriosa aplicación Fotos que incluye el nuevo sistema del Mac, Yosemite. ¿Se trata de un cambio de rumbo o la señal de que Apple tira la toalla en el desarrollo de programas de fotografía?

Alguna señal tenemos de que puede tratarse más de lo primero que lo segundo.

¿Un cambio de rumbo en Apple?

Del nuevo programa Fotos sabemos muy poco, pero por lo que se ha podido ver en una imagen difundida contará con algunas funciones avanzadas de catalogación y tratamiento de imagen. Algunas posiblemente también se dejen ver en su versión móvil. Es prematuro sacar conclusiones claras pero Apple parece buscar con este programa reinventar el proceso de clasificar y editar fotos en diferentes dispositivos y en la nube.

No sería de extrañar que Fotos combine algunos de los aspectos más potentes de Aperture con la sencillez de funcionamiento de iPhoto. Algo que podría suponer un duro golpe para Adobe, que vería cómo muchos usuarios de Mac dejan de adquirir Lightroom e incluso Photoshop al encontrarse con una herramienta gratuita que cubre sus necesidades de tratamiento de imágenes.

Teniendo en cuenta que Flickr ofrece un terabyte gratuito para almacenar nuestras fotos, incluso a máxima resolución, la única ventaja con la que contaría el servicio de Apple es que soporta archivos RAW (una ventaja que por cierto es bastante importante). También hay servicios como la aplicación de fotografía Shutter para iPhone que permiten almacenar en la nube a máxima resolución todas las fotos que hagamos con ella.

A pesar de que Apple vuelve a errar con el precio de sus servicios de almacenamiento en la nube es muy posible que la nueva aplicación Fotos de Yosemite cuente con puntos fuertes, como la posibilidad de clasificar nuestras fotos desde el ordenador, un iPad o un iPhone, algo con lo que sueñan muchos fotógrafos desde que Apple lanzó su tableta.

Adobe ya ha logrado algo similar con la versión para iPad y para iPhone de Lightroom, pero esta necesita para funcionar una subscripción a las versiones de escritorio de Photoshop y Lightroom que cuesta casi 150 euros al año. Poco para un profesional, pero demasiado para un aficionado a la fotografía.

El próximo reto: reinventar la cámara del móvil

Cuando el iPhone se lanzó en 2007 seguramente ni Steve Jobs podra sospechar que ese teléfono transformaría la forma en la que hacemos y difundimos nuestras fotografías. La cámara de dos megapíxeles del primer iPhone no era capaz de grabar vídeo y proporcionaba una calidad de imagen mucho peor que la del Nokia N95, que también se lanzó en aquel año.

Pero la fluidez de iOS, que estaba a años luz de lo que ofrecía Symbian, y sobre todo las numerosas aplicaciones de fotografía que aparecieron en la App Store propiciaron que dejásemos las cámaras compactas en casa y usáramos los móviles para hacer la mayoría de nuestras fotografías. De hecho, debido al empujón de Apple muchos fabricantes se pusieron las pilas para mejorar las cámaras de sus terminales.

Las ventajas que aportó el iPhone a la fotografía móvil son disparar y enfocar casi tan rápido como una cámara compacta, que las fotos se viesen muy bien en su pantalla, que pudiésemos modificar fácilmente las imágenes con un enorme repertorio de aplicaciones y lograr cosas que pocas cámaras ofrecían, como captar imágenes con la técnica del time lapse.

Pero la principal virtud del iPhone es que iOS permitía por fin publicar fácilmente en internet las fotos que hacíamos con él. Esto fue lo que verdaderamente transformó nuestra forma de hacer fotos.

A pesar de todo Apple tardó en reaccionar ante el fenómeno que había creado. No fue hasta 2010 cuando por fin el iPhone 4 tuvo una cámara más o menos decente. Para entonces Android crecía a toda velocidad y muchos teléfonos con el sistema de Google incorporaban cámaras de mejor calidad. Desde entonces en Cupertino se han esforzado en mejorar la cámara de su móvil, no sólo en lo que respecta a los componentes de esta sino también en el software que la acompaña.

La carrera por tener la mejor cámara de fotos

Es conocido por ejemplo que el procesamiento que se hace de las imágenes es quizá el mejor que encontramos en la cámara de un móvil. Pero la velocidad con la que están cambiando las tecnologías de imagen para móviles hace que sea bastante necesario que Apple mueva ficha y logre que su cámara vuelva a sorprendernos como antaño.

En el terreno del software iOS 8 incorporará una aplicación de cámara más completa, más opciones para procesar las fotos y permitirá, y esto es bastante importante, que los desarrolladores puedan crear aplicaciones de cámara que permitan ajustar manualmente los valores de velocidad de obturación y la sensibilidad ISO (el diafragma en las actuales cámaras de los iPhone es fijo).

Probablemente también sea posible almacenar las imágenes en formato RAW o al menos que las aplicaciones de procesamiento de imagen accedan a la imagen RAW que capta el teléfono. Como hacían los Nokia N8 y el 808.

Para mejorar la propia cámara del iPhone Apple ha fichado a Ari Partinen, un antiguo ingeniero de Nokia que perteneció al equipo que desarrolló la espectacular tecnología PureView. No sabemos si el trabajo de Partinen en Apple logrará dar sus frutos para cuando sea lanzado el iPhone 6, aunque algún dato apunta a que sea así. La rumorología indica con insistencia que el próximo teléfono de Apple contará con un estabilizador óptico de imagen. Una tecnología que implantó por primera vez el Nokia Lumia 920 PureView.

Si Apple logra redefinir la forma en la que trabajamos mediante software con nuestras fotos y mejora significativamente la calidad de la cámara de su teléfono es posible que ponga en más aprietos a los fabricantes de cámaras, cuyo único refugio terminaría siendo el de los profesionales y los usuarios más avanzados.

Aunque no hay que descartar que Apple haya tocado techo y poco a poco sus productos pierdan trascendencia entre los fotógrafos. Al fin y al cabo la competencia ahora es mucho más dura que en años anteriores. Basta con ver algunas de las invenciones que Sony ha lanzado en los últimos años, como sus arriesgadas cámaras QX 10 y QX 100. En los próximos meses veremos si la magia de Apple a la hora de jugar con los píxeles sigue intacta.

En 1997 Steve Jobs volvía a Apple y la empresa dejaba de fabricar sus cámaras QuickTake. Uno de los muchos productos lanzados en la ausencia de Jobs que terminaron siendo un rotundo fracaso. Quién les iba a decir entonces que estando fuera del negocio de la venta de cámaras provocarían el mayor terremoto en décadas en el mundo de la tecnología fotográfica.

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