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Un equipo recupera las imágenes perdidas de la Luna tomadas en los años 60
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se utilizaron para preparar la misión apolo

Un equipo recupera las imágenes perdidas de la Luna tomadas en los años 60

Keith Cowing y su equipo se llaman a sí mismos tecnoarqueólogos. Se dedican a recuperar y publicar archivos perdidos hace ya casi cincuenta años

Foto: (Fotos: Lunar Orbiter Image Recovery Project)
(Fotos: Lunar Orbiter Image Recovery Project)

Se llaman a sí mismos tecnoarqueólogos, y trabajan en el local de un viejo Mcdonalds dentro del Centro de Investigación Ames de la NASA en Silicon Valley, California. Lo que antes era un restaurante de comida rápida ahora es la oficina del Lunar Orbiter Image Recovery Project, una iniciativa para recuperar y digitalizar viejas fotografías olvidadas que tomaron en los años 60 cinco satélites enviados a orbitar la Luna.

Desde que empezó en el año 2007, el LOIRP ha recuperado más de 2.000 imágenes almacenadas en más de 1.500 cintas de datos analógicas. Entre otras, han obtenido las primeras fotografías en alta resolución sacadas más allá del horizonte de la Luna, incluida la primera salida de la Tierra, una imagen tomada el 24 de agosto de 1966 en la que se ve a la Tierra surgir por el horizonte, igual que vemosel Sol al amanecer (abajo). Para ello, han tenido que unir sus conocimientos técnicos con ingeniería casera.

Esto último fue especialmente importante porque los aparatos utilizados para descodificar estos archivos ya no son fáciles de encontrar. “Es como si hubieses tenido un DVD en 1966, no habrías podido usarlo”, cuenta Keith Cowing, uno de los fundadores de LOIRP, en una entrevista con Wired.

En busca de una pista de aterrizaje en la Luna

Entre 1966 y 1967 se enviaron a orbitar entorno a la Luna cinco satélites con la idea de que tomasen fotografías de la superficie en busca de potenciales puntos de aterrizaje para posteriores misiones tripuladas. Cada uno de ellos estaba equipado con una cámara Kodak con la que disparaba la foto para después revelarla.

Las fotografías, tanto en alta como en baja resolución, se escaneaban despuésutilizando el equivalente a una vieja máquina de fax. La señal se enviabatroceadaen varios módulos a distintas estaciones de recepción (situadas en Australia, España o California), donde se grababan directamente en cintas. Cuando terminaban su misión, los satélites no se recuperaban, sino que se hacían desaparecer estrellándolos contra el suelo lunar. Había que dejar el camino despejado para la llegada de la misión Apolo, y con ello desaparecieron las fotos originales.

Las copias recibidas en tierrase conservaronen las cintas con una calidad asombrosa, aunque pocos las vieron así. Estas fotos eran alto secreto durante la carrera espacial en la guerra fría. Durante la planificación de las misiones lunares sí se utilizaron: se imprimieron a gran tamaño para estudiar al detalle la superficie de la Luna. Por tanto, técnicamente nadie las vio con todo su nivel de detalledurante décadas.

Viejas cajas que fueron de un almacén a otro

Las cintas, ya olvidadas y apiladas en viejas cajas tras cumplir su principal función, fueron cambiando de manos durante décadas. Se pusieron en marcha varias iniciativas para recuperarlas que no dieron fruto hasta que en 2005, Cowing, ingeniero de la NASA, y Dennis Wingo, empresario y aficionado al espacio, pudieron reunir los archivos así como el conocimiento para desentrañarlos.

El proceso no fue fácil. Además de las cintas, necesitaban conseguir los dispositivos para leerlas, propios de aquella época pero ya fuera de uso y difíciles de encontrar. Localizaron a Nancy Evans, extrabajadora de la NASA, y averiguaron que ella tenía varios Ampex FR-900, con los que se podían leer las cintas. Pero fue necesario repararlos, incluso reconstruirlos, siguiendo las instrucciones de los que los utilizaron en su momento y rastreando internet en busca de las piezas necesarias. “Recuerdo estar en una recepción de gala y comprando alguna parte desde el iPhone. Compramos y reensamblamos estos cacharros pieza a pieza”, explica Cowing.

Una vez reconstruidos y leídos los archivos, éstos tuvieron que ser reensamblados uno a uno con Photoshop. Después de apañárselas para resolver mil y un problemas técnicos, el equipo logró reproducir la famosa salida de la Tierra. Esto sirvió para demostrar su capacidad, y en 2008 la NASA aportó la financiación para seguir adelante y completar toda la colección de cintas.

"Somos los primeros en verlas en más de una generación"

“Somos los primeros en una más de una generación que vemos esto”, dice Cowing. Desde los años 60 se han lanzado varios satélites fotográficos al espacio, incluir el Lunar Reconnaissance Orbiter en 2009. A pesar de los avances en computación y en óptica, Cowing asegura que las imágenes recuperadas son en ocasiones mucho más detalladas que las del LRO.

“Las fotos de 1966 y 1967 a veces tienen más resolución y un rango dinámico mayor por la forma en que fueron tomadas. A veces miras una sombra en una de las fotos del LRO y no ves ningún detalle, y con las nuestras sí”.

Para evitar que las fotos de la superficie lunar vuelvan a perderse en el olvido, el equipo de LOIRP está publicando todo el material en internet a medida que lo recupera, así como sus avances en cuanto a la tecnología necesaria para recuperarlo. “Sentimos que estamos completando las misiones de los satélites Lunar Orbiter 1 a 5: nunca enviaron de forma oficial su material al archivo, así que lo estamos haciendo nosotros”.

Se llaman a sí mismos tecnoarqueólogos, y trabajan en el local de un viejo Mcdonalds dentro del Centro de Investigación Ames de la NASA en Silicon Valley, California. Lo que antes era un restaurante de comida rápida ahora es la oficina del Lunar Orbiter Image Recovery Project, una iniciativa para recuperar y digitalizar viejas fotografías olvidadas que tomaron en los años 60 cinco satélites enviados a orbitar la Luna.

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