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Esta 'app' ya vale un millón (aunque nadie sabe bien por qué)
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el servicio de mensajería más simple del mundo

Esta 'app' ya vale un millón (aunque nadie sabe bien por qué)

Una 'app' de mensajería con la que solo se puede enviar un mensaje: "yo", y nada más. A pesar de sus limitaciones ha conquistado a usuarios e inversores

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Aunque no hay una traducción exacta, la expresión inglesa “Yo!” sería el equivalente a “¡Ey!”, un saludo simple, una interacción simplona, poco más que una llamada de atención. Sin una conversación posterior significa poca cosa, una especie de toque en el hombro para que te des la vuelta.

Eso es lo que ofrece la app bautizada precisamente Yo, un sistema de mensajería con la que enviar ese (y solo ese) mensaje a tus contactos. No hay ni que teclearlo: un toque sobre el nombre de tu amigo y “Yo” aparecerá de tu parte en su pantalla, aunque esté bloqueada.

Es todo lo que hace esta aplicación, que ya ha recaudado capital por valor de más de un millón de dólares. Si quieres profundizar o simplemente continuar con la conversación, tendrás que buscarte otro método. La descripción de la aplicación lo deja muy claro: “¿Quieres decirle a tu pareja Estoy pensando en ti? Solo Yo. ¿Quieres preguntar si está despierto? Yo.”

Podría pensarse que un servicio de mensajería tan limitado no despertaría el interés de nadie más allá de sus desarrolladores y un puñado de curiosos. Pero como ocurre a menudo en este sector, la popularidad de Yo se ha disparado en los últimos días como la espuma, llegando hasta las listas de más descargadas en la Apple Store y en Google Play. Ya tiene más de 50.000 usuarios activos

Una idea "estúpida" y millonaria

Y detrás de las descargas han llegado los inversores, que han aportado más de un millón de dólares, según su creador, Or Arbel, que se ha trasladado esta misma semanadesde Tel Aviv hasta San Francisco para hacerse cargo del negocio que está generando una idea que él mismo calificó de “estúpida” la primera vez que oyó hablar de ella.

Arbel trabajaba como ingeniero en Mobli, una startup para compartir fotos, cuando el CEO de la empresa le pidió que desarrollase en poco tiempo una app simple con la que pudiese convocar a su ayudante sin tener que teclear un mensaje ni hacer si quiera una llamada.

Al principio descartó la idea y siguió con su apretada agenda.Pero poco después comprendió la genialidad del concepto. Tras teclear código durante ocho horas, Yo había nacido.

Un mensaje que significa lo que tú quieras

Ni registro con email, ni conexión con Faceboon ni otras redes sociales. De hecho no hace falta ni abrir la app para usarla, puesto que los “yos” llegan a la pantalla sin siquiera desbloquearla.

Y lo mejor es que significa cualquier cosa, lo que tú quieras: ya he llegado, cómo estás, buenos días… Sería el equivalente a alguien llamando tu atención con un ligero toque en el hombro. A partir de ahí, la comunicación depende de cada uno.

Arbel asegura que la aplicación tiene incluso potencial para traspasar la barrera online y tener una función en el mundo físico: imagina que estás esperando a que te den mesa en un restaurante. Podrían enviarte este críptico mensaje para que sepas que ya está lista. O para avisarte de cuándo abre el embarque de tu avión, o de cuándo marca tu equipo en un partido…

Puede servir para todo eso, o, por otro lado, como ocurrió con los toques de Facebook, para absolutamente nada. De momento, eso sí, esas dos letras han servido para recaudar una enorme cantidad de dinero.

Aunque no hay una traducción exacta, la expresión inglesa “Yo!” sería el equivalente a “¡Ey!”, un saludo simple, una interacción simplona, poco más que una llamada de atención. Sin una conversación posterior significa poca cosa, una especie de toque en el hombro para que te des la vuelta.

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