Fotos de papel en el acto: así es la Fuji Neo Classic
Hace unos años nadie hubiese apostado ni un euro a que Fuji seguiría presentando cámaras instantáneas. Pero hoy tiene seis modelos en su catálogo
Que la fotografía instantánea sigue fascinando lo demuestran los 20 retratos de estrellas de Hollywood que ha realizado con una gigantesca Polaroid el fotógrafo Chuck Close. El encanto que tienen esas fotos es su gran sinceridad. Entre otras cosas porque en la fotografía instantánea no hay Photoshop que valga.
Además cada foto es única porque no hay negativo del que sacar copias. Esos son algunos de los motivos que llevan a que cada vez más gente use cámaras como la que acabamos de probar: la Fuji Instax Mini 90 Neo Classic.
Hace unos años nadie hubiese apostado ni un euro a que en 2014 Fuji seguiría presentando cámaras instantáneas. Pero actualmente tiene seis modelos en su catálogo. Además, hay varias cámaras de Lomography que son compatibles con sus películas instantáneas. De hecho, una Diana F+ Instant aparece en acción en The Walking Dead cuando uno de sus protagonistas logra hacer un retrato en pleno apocalipsis zombi.
Toda empresa de tecnología fotográfica debería tomar nota de lo que ha sucedido desde entonces para no cometer los mismos errores que Polaroid
En 2009 se publicaron gran cantidad de esquelas en forma artículos que proclamaban el fin de la fotografía instantánea. El motivo era que Polaroid había anunciado que dejaba de fabricar las cámaras que la hicieron famosa. Toda empresa de tecnología fotográfica debería tomar nota de lo que ha sucedido desde entonces para no cometer los mismos errores que Polaroid.
Hoy esta firma vende productos de electrónica sin personalidad a los que pegan el mítico logo multicolor. Aunque, sorpresa, también comercializan cámaras instantáneas analógicas y película para ellas. Algunas son Fuji Instax con la marca de Polaroid. También venden las viejas polaroids que fabricaban antaño.Pero estas han sido restauradas por la Impossible Project, que es la firma que actualmente fabrica película instantánea para estas cámaras.
La fotografía instantánea no ha muerto
Sorprende la colaboración entre Polaroid e Impossible Project, una empresa fundada por un grupo de entusiastas que se negaban a que la fotografía instantánea muriese. Es una alianza extraña porque las películas de Impossible tienen mucha menos calidad que las que en su día fabricaba Polaroid. Sobre todo porque sus responsables no han querido compartir la patente de sus carretes con Impossible. Aunque a ellos ya no les sirve de nada.
Pocas veces una empresa ha ninguneado tanto a los que confiaron en sus productos como lo ha hecho Polaroid. El tiempo se ha encargado de demostrar que la firma cometió un gran error al dejar de vender su principal seña de identidad en vez de reinventarla. La prueba está en la red de tiendas que Impossible Project tiene hoy por todo el mundo -incluida una en Barcelona-. Pero también que Fuji esté vendiendo bien sus cámaras Instax. Dos hechos que están demostradosporque cuando Polaroid hizo su funesto anuncio muchos seguían usando sus productos.
Es a esos fotógrafos a los que debemos que esa tecnología fotográfica inventada en los años 40 siga viva.
Un paso adelante
La Fuji Instax Mini Neo Classic es una cámara que da un paso adelante en la serie Instax Mini, pues hasta ahora estas cámaras eran demasiado básicas y apenas teníamos control sobre las fotos que hacíamos con ellas. La nueva cámara incluye funciones para realizar fotos nocturnas con hasta 10 segundos de exposición, jugar a mezclar dos imágenes en una misma foto y una mayor capacidad de controlar el enfoque.
Aunque tampoco hay que hacerse ilusiones. Esta Fuji es sobre todo una cámara automática que nos permite sólo jugar un poco con algunos controles. Eso sí, a los que no hayan visto una foto realizada con una Instanx Mini el formato les puede chocar porque es muy diferente al de las viejas Polaroid. Pues el tamaño del papel es de sólo 54 x 86mm y el de la imagen 46 x 62mm. Lo que no cambia es la magia de ver cómo la toma va revelándose lentamente.
La cámara no es precisamente pequeña, pues es bastante mayor que una compacta digital. Pero aún así mucho menor que la Fuji Instax 210. Que es el único modelo de la firma capaz de hacer fotos con un tamaño similar al de las viejas polaroids (el papel de estas cámaras mide 108 x 86mm y la imagen 99 x 62mm). Algo que logra a costa de su enorme tamaño, como pudo comprobar este periodista cuando tuvo ocasión de probarla.
Por otra parte, el diseño retro de la Fuji Instax Mini Neo Classic la aleja del aspecto de juguete que tienen otras Instax. Aunque su cuerpo sigue siendo de plástico.
El visor, uno de sus componentes mejorables
Lo que es bastante mejorable es su visor. Pues en ocasiones cuesta ver la imagen que queremos encuadrar. Además, al ser un visor directo, algo típico de todas las cámaras instantáneas, hay cierto error de paralaje. Por lo que vemos no se corresponde exactamente con lo que aparecerá en la foto. Eso sí, Fuji ha incorporado una función para que al usar el modo macro ese error se vea levemente corregido.
Otro aspecto curioso es que la ranura para colocar la cámara en un trípode no se encuentraen la parte inferior de la cámara, sino en uno de sus laterales. Algo que hace que tenga que ser colocada en vertical. Lo que nos da una pista bastante clara de que esta es una cámara fundamentalmente pensada para hacer retratos.
En su parte trasera incorpora una pantalla LED para poder elegir los diferentes programas de disparo. Su flash se defiende bien y tiene un alcance de varios metros.
El precio oficial de la Fuji Instax Mini Neo Classic es de 149 euros. Aunque quizá lo más importante no es tanto eso como el precio de los carretes, que es una de las claves que explican el relativo éxito de las Fuji Instax Mini.
Es fácil encontrar paquetes de dos unidades con 10 fotos cada uno por un precio de 15 euros. Por lo que cada foto sale a unos 75 céntimos. Un coste mucho menor que el de las películas de Impossible Project. Pues los carretes de esta firma para las polaroids de la serie 600 cuestan 20 euros y vienen cargados con ocho fotos, por lo que cada una nos sale a un precio de dos euros y medio.
Quizá lo más interesante de hacernos con una máquina como esta es que nada puede competir con tener en nuestra mano una foto, para guardar o regalar, pocos minutos después de pulsar el botón de disparo. El papel sigue teniendo algo misterioso que despierta un extraño instinto en nosotros.
Que la fotografía instantánea sigue fascinando lo demuestran los 20 retratos de estrellas de Hollywood que ha realizado con una gigantesca Polaroid el fotógrafo Chuck Close. El encanto que tienen esas fotos es su gran sinceridad. Entre otras cosas porque en la fotografía instantánea no hay Photoshop que valga.