Es noticia
Mr. Sam Sung, el trabajador al que Apple obligó a tapar su LinkedIn
  1. Tecnología
el surcoreano ERA EMPLEADO DE UNA apple store

Mr. Sam Sung, el trabajador al que Apple obligó a tapar su LinkedIn

La combinación de su nombre y apellido ha hecho famoso a este joven surcoreano, que para colmo terminó trabajando en la Apple Store de Vancouver

Foto: La tienda de Apple donde trabajaba Sam Sung, en el recuadro superior (GregEh/Flickr)
La tienda de Apple donde trabajaba Sam Sung, en el recuadro superior (GregEh/Flickr)

Llegó en el peor momento y en el lugar inadecuado. Los extraños designios del destino provocan, en ocasiones, situaciones divertidas. Es como cuando uno intenta sacar el llavero del bolsillo y una de las llaves se enreda de manera imposible en el aro que la sujeta. Intentar repetir voluntariamente la jugada es imposible. Pues bien, algo así le sucedió a Sam. Lo de las llaves y lo de la oportunidad. Este joven nació en Corea del Sur y si su trayectoria vital hubiera seguido lo establecido en aquel competitivo país, hubiera terminado trabajando largas jornadas para llegar agotado a su pequeño apartamento en las afueras de Seúl. Pero en ocasiones, sucede algo en la vida de uno que provoca que nos salgamos de la vía. En el caso de nuestro Sam fue la lectura de Robinson Crusoe.

El libro cayó en manos del coreano provocó una pequeña catarsis en su forma de ver la vida. En la épica novela de Defoe, el protagonista se entrega en una aventura que lo absorbe, y el joven dijo aquello de “esto quiero yo para mi vida”. Concluida la lectura de esta obra transformadora, Sam decidió que él sería también un Robinson a su manera: “Reservé un billete de ida y en menos de tres semanas estaba en un país diferente, sin trabajo, sin un sitio donde dormir y sin amigos”, escribe en su perfil de LinkedIn. La isla deshabitada de este aventurero era Canadá, y “al igual que Crusoe, pronto eché raíces”, escribe para explicar que enseguida encontró su camino.

¿Por qué estamos hablando de un coreano llamado Sam que emigró a norteamérica a labrarse un futuro mejor? No es que su trayectoria, por el momento, tenga nada de extraordinario. Pero nuestro personaje pronto se hizo famoso y llegó a lo más alto por apellidarse Sung

¿Por qué estamos hablando de un coreano llamado Sam que emigró a norteamérica a labrarse un futuro mejor? No es que su trayectoria, por el momento, tenga nada de extraordinario. Pero nuestro personaje pronto se hizo famoso, y no por haber destacado como un gurú en lo suyo o una rutilante estrella en el firmamento tech: Sam llegó a lo más alto gracias a su padre, o siendo más precisos, por apellidarse Sung. Sí, Sam Sung. Hasta aquí, sería una gracia más, como quien tiene la mala suerte de llamarse Dolores Fuertes o tantos otros nombres que han divertido a generaciones enteras al pasar lista en el colegio.

La casualidad le condujo a Apple

Pero nuestro protagonista, lo advierte en su extracto de LinkedIn, es un aventurero, y uno no sabe si por eso o por pura casualidad, terminó trabajando en la Apple Store de Vancouver. Sí, Sam Sung trabajando en Apple. Con su camiseta azul y todo. Una sonrisa de oreja a oreja recibía pacientemente a los clientes con sus iPhones, MacBooks y demás equipos con el logotipo de la manzana en el lomo. Así pasó nuestro protagonista dos largos años hasta que el 17 de noviembre del año pasado Shaun O’Toole, un joven de Toronto, se presentó en la tienda acompañado de un familiar y recibió la entusiasta asistencia de Sam.

placeholder La acreditación de Sam Sung como especialista de Apple

Todo fue según lo previsto hasta que el coreano entregó la tarjeta a O’Toole y compañía por si necesitaban algo más. Y ahí estaba: el logo brillante de Apple con el nombre de nuestra estrella, Sam Sung, bien clarito. El agua y el aceite fueron uno por un momento y el cliente no dudó en subir la foto de la tarjeta a Twitter. Demasiado divertido como para no darle una buena dentellada y la inesperada atención de un empleado de Apple con el nombre de uno de sus más directos rivales se hizo viral en cuestión de horas.

El perfil de la citada red social del célebre empleado de la firma fue eliminado en cuestión de horas, no sabemos si por una delicada recomendación del departamento de Recursos Humanos de Apple

¿Aquello era real? Sí. Los internautas levantaron hasta la última piedra en la red y dieron con el perfil de LinkedIn de Sam Sung. No había duda: existía y trabajaba para la firma de Cupertino. A partir de este punto la historia se volvió un tanto confusa: el perfil de la citada red social del célebre empleado de la firma fue eliminado en cuestión de horas, no sabemos si por una delicada recomendación del departamento de Recursos Humanos de Apple, que sin duda vería este asunto como una mofa difícilmente asumible, o si por el contrario, fue iniciativa del Robinson Sung, que podía haber considerado que ya había vivido demasiada aventura.

“Sam Sung ya no trabaja para nosotros”

Nos gustan las anécdotas, y más cuando son tan divertidas. Y en estos casos, cuando la marca intenta tapar el acontecimiento suele conseguir el efecto contrario, como cuando un DJ se presentó en la inauguración de una de las tiendas de Microsoft con un MacBook, y alguien decidió taparlo de forma muy burda. Bien, se ve que tanto Sam Sung como Apple decidieron correr un tupido velo al asunto y dejar que el paso del tiempo calmara las aguas. En realidad, es la medida más adecuada cuando se desata una tormenta de este tipo.

En el instituto comenté a un amigo que quería entrar en la universidad y me dijo que ni lo intentara, que no era lo suficientemente inteligente. Quiero dar las gracias a esa persona: desde entonces, nunca me rendí

Pero historias tan sabrosas como esta no envejecen con facilidad y un periodista de la cadena de televisión CNBC ha considerado que dado el calibre del enfrentamiento en los tribunales y en el mercado de Samsung y Apple, sería buena idea preguntar al coreano de la sonrisa sobre el asunto. “Buenos días, desearía hablar con Sam”, preguntó decidido esta misma semana en una llamada a la Apple Store de Vancouver. “¿Qué Sam?”, escuchó al otro lado de la línea. “Sam Sung”. Silencio. “Sam Sung ya no trabaja para nosotros”. Vaya. Pero hemos vuelto a LinkedIn para saber el destino de este decidido aventurero para descubrir que trabaja desde julio en una consultora de Vancouver centrado en temas de marketing.

Y seguro que con ese empuje y ambición le irá de maravilla. En su resumen podemos leer un rasgo evidente de su espíritu luchador: “En el instituto comenté a un amigo que quería entrar en la universidad y me dijo que ni lo intentara, que no era lo suficientemente inteligente”, confiesa, “quiero dar las gracias a esa persona: desde entonces, nunca me rendí”. De Corea a Canadá, y de ahí a ser una estrella reconocida en la red. ¿Cómo será un día normal para Sam Sung? Nos lo pone fácil: “¿Quieres saber más de mí? Llámame y nos tomamos un café”, escribe.

Llegó en el peor momento y en el lugar inadecuado. Los extraños designios del destino provocan, en ocasiones, situaciones divertidas. Es como cuando uno intenta sacar el llavero del bolsillo y una de las llaves se enreda de manera imposible en el aro que la sujeta. Intentar repetir voluntariamente la jugada es imposible. Pues bien, algo así le sucedió a Sam. Lo de las llaves y lo de la oportunidad. Este joven nació en Corea del Sur y si su trayectoria vital hubiera seguido lo establecido en aquel competitivo país, hubiera terminado trabajando largas jornadas para llegar agotado a su pequeño apartamento en las afueras de Seúl. Pero en ocasiones, sucede algo en la vida de uno que provoca que nos salgamos de la vía. En el caso de nuestro Sam fue la lectura de Robinson Crusoe.

Samsung
El redactor recomienda