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BlackBerry emerge de su enésimo terremoto con más dudas que respuestas
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HEINS ABANDONA EL BARCO Y FAIRFAX GANA PESO

BlackBerry emerge de su enésimo terremoto con más dudas que respuestas

La tecnológica canadiense seguirá siendo una empresa independiente, pero los cambios en la cúpula auguran un proceso aún sin terminar

Foto: El ex CEO Thorsten Heins durante la presentación de BB10 (Reuters)
El ex CEO Thorsten Heins durante la presentación de BB10 (Reuters)

No ganan para disgustos en BlackBerry. El lunes 4 de noviembre, ayer, era una fecha marcada en rojo en el calendario de la canadiense. No, no hablamos del lanzamiento del desapercibido Z30 en España. Ayer, si todo iba según lo esperado, BlackBerry aceptaría la oferta de 4.700 millones de dólares del fondo Fairfax, máximo accionista con un 9,89% del papel y, más juntos que nunca, comenzarían una nueva era.

Pero eso no sucedió. BlackBerry rechazó la oferta y en su lugar se ha descolgado con un plan de viabilidad, o de rescate, según se mire, que incluye la inyección de 1.000 millones por parte de inversores externos. También internos, porque en esta operación Fairfax no solo ha sido la encargada de encontrarl financiación, sino que acomete personalmente un 25% de la capitalización.

La operación frustrada deja un cadáver en la linde: el del CEO Thorsten Heins. Poco más de veinte meses ha aguantado el alemán en el cargo, un periodo que apenas permite valorar su gestión: cumplió con la tarea principal que se le encomendó, desbloquear el lanzamiento de un atascado BlackBerry 10, y aportó la estabilidad que se echaba de menos en la época del duopolio Balsillie-Lazaridis. Hoy BlackBerry dispone de un ecosistema actualizado, a la altura en prestaciones, diseño y funcionalidad de sus competidores directos.

Heins aportó estabilidad y sacó adelante BB10, pero no logró frenar la sangría de usuarios y dinero de la compañía

No consiguió, sin embargo, frenar la sangría económica de la compañía y, lo que es peor, comprobó el carnes propias el dolor de ver cómo Windows Phone le sobrepasaba en usuarios en Europa. Todo un sacrilegio procedente de un sistema operativo, el de Microsoft, que hasta hace poco era considerado un fiasco.

Lo que no se han desvelado los motivos -reales- que han dado al traste con el proceso de compra. Desde BlackBerry nadie dice nada, probablemente porque nadie sabe nada. A los mercados solo les queda conformarse con una nota de prensa en la que se afirma que la compañía ha optado por mantenerse independiente, en lo que sería la conclusión del proceso de revisión estratégica iniciado el pasado mes de agosto.

¿Fue un señuelo?

Por entonces, fue Heins quien se puso en manos de JP Morgan para valorar las posibilidades de BlackBerry a la hora de evitar la quiebra. El informe, al igual que otro paralelo encargado a RBC Capital, apuntaba en la misma dirección: enajenar la empresa a un precio cercano a la suma de su cartera de patentes (en torno a los 1.300 millones de euros) más lo de la caja.

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Es por esto que los 4.700 millones que ofrecía Fairfax sonaban tan desmesurados que muchos han llegado a pensar, y se ratificaron ayer, que no era más que un señuelo. Se trataría de establecer un precio suelo en la puja a través de un comprador insider y, de paso, poner en valor a un fabricante que costaba 80.000 millones de dólares en 2010. Durante los últimos meses han desfilado Facebook, Lenovo o Microsoft por el mostrador de la canadiense sin llegar a cerrarse un acuerdo. Un cierre en falso para la tragedia de Waterloo, interpreta el mercado, que ha provocado que BlackBerry se dejase ayer un 16% de su valor al cierre del Nasdaq.

Regreso a un modelo dual

Sea como fuere, el futuro de BlackBerry ahora reposa sobre el CEO "interino" John S. Chen, con un Prem Watsa que regresa como hombre fuerte del comité directivo. Chen es un experto en salvar a empresas de la quiebra. Es lo que hizo con Sybase. Cuando llegó en 1998, Oracle e IBM le habían comido su trozo de pastel en el sector de las bases de datos y el informe contable invitaba al suicidio. Chen dio por perdido lo que había para centrarse en el desarrollo de aplicaciones, principalmente enfocadas al negocio y a la movilidad. ¿El resultado? Hace tres años la cenicienta Sybase fue adquirida por SAP por más de 4.000 millones de dólares.

Chen, experto en salvar bancarrotas, y Watsa, ferviente defensor del valor de BlackBerry, toman el control del fabricante en su momento más delicado

Prem Watsa, por su parte, es un viejo conocido en BlackBerry. Director y CEO de Fairfax, Watsa está de vuelta a la junta de BlackBerry después de que la abandonase el pasado verano para dar via libre a los replanteamientos estratégicos. Considerado "el Warren Buffet de Canadá", a este hindú de 63 años le precede su fama de duro negociador y su visión idealizada, cuasi utópica, del valor real de BlackBerry. Una faceta en la que coincide con Chen, que en su presentación ayer insistió en que la compañía está muy infravalorada.

Los idealistas han sustituido al pragmatismo alemán en lo más alto del fabricante canadiense. Nos encontramos, qué duda cabe, ante una nueva etapa para BlackBerry.

No ganan para disgustos en BlackBerry. El lunes 4 de noviembre, ayer, era una fecha marcada en rojo en el calendario de la canadiense. No, no hablamos del lanzamiento del desapercibido Z30 en España. Ayer, si todo iba según lo esperado, BlackBerry aceptaría la oferta de 4.700 millones de dólares del fondo Fairfax, máximo accionista con un 9,89% del papel y, más juntos que nunca, comenzarían una nueva era.

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