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Andrew Hyde, el emprendedor vagabundo que sólo posee quince objetos
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PRECURSOR DEL 'MINIMALISMO EXTREMO'

Andrew Hyde, el emprendedor vagabundo que sólo posee quince objetos

El californiano se gana la vida lanzando 'startups', pero un día decidió venderlo todo y empezar de nuevo sin domicilio fijo y con apenas posesiones

Foto: Andrew Hyde es el fundador del evento Startup Weekend (Scott Beale)
Andrew Hyde es el fundador del evento Startup Weekend (Scott Beale)

No esChristopher McCandless. No morirá de inanición dentro de un autobús abandonado en mitad de la tundra de Alaska. Ningún Sean Penn le dedicará una película como Into the Wild. Los que busquen en la historia de Andrew Hyde un ejemplo de radical coherencia humana, un Siddhartao un Diógenes moderno, pueden dejar de leer ahora, pero considerando los orígenes profesionales de este emprendedor californiano, hijo pródigo del espíritu de Silicon Valley, su filosofía anticonsumo destila algunas moralejas que merece la pena valorar.

Antes de que decidiese convertirse en un nómada contemporáneo, en agosto de 2010, Hyde era un consultor tecnológico brillanteencargado de acompañar con sus consejos el lanzamiento de startups emergentes, una misión profesional que compaginaba con la organización de las populares conferencias TEDx.

En 2007,además, había fundado uno de los mayores eventos de emprendimiento del mundo, elStartup Weekend-dentro de unas semanas llegará a Burgos-, que hoy cuenta con el patrocinio deThe Kauffman Foundation,Google y Microsoft.

Hyde no dejó su profesión, pero decidió cambiar por completo su estilo de vida. Primero, vendió el mediático networking global que había fundado. A continuación,llegó a la conclusiónde que no necesitaba un domicilio fijo:viviría viajando como un vagabundo alrededor del mundo.Finalmente,comprendió que para ser felizno necesitaba más de quince objetos.

placeholder Andrew Hyde, franqueado por sus 15 posesiones

Dicho y hecho. El californianopuso en venta todo cuanto tenía, publicando regularmente en internet cada una de las posesiones materiales de las que se iba desprendiendo. Fue así comofundó los principios de una filosofía que él mismo ha bautizado como minimalismo extremo, a la que hoy sigue siendo fiel.

Los quince objetos esenciales

Aunque muchos internautas han criticado a Hyde, no sin razón, porquealgunos de sus objetos son, en realidad, el continente donde se guardan un puñado de significativositems -los más importantes dentro de la cartera-el esfuerzo de austeridad del emprendedor ha sido notable. Ésta es la relación inicial de quince cosascon las que decidió comenzarsu nueva vidaminimalista, aunque ha sufrido algunas variaciones.

- Una mochila.
- Unacamisa de manga larga.
- Una camiseta de manga corta.
- Una toalla.
- Una chaqueta.
- Unos vaqueros.
- Un neceser.
- Unas gafas de sol.
- Unos pantalones cortos.
- Una cartera.
- Un iPad.
- Un iPhone.
- Una cámara de fotos.
- Unas sandalias.
- Ropa interior y calcetines.

Fruto de su experiencia vital en base a las directrices del minimalismo extremo,Andrew Hyde ha publicado un manual -antiguía de viajes, le llama- donde el emprendedorexplica cómo recorrer quince países llevando encima solamente quince objetos, aunque lo cierto es que varios mesesdespués del comienzo de su aventura se vio obligado a actualizar su lista de pertenecias hasta 39, y subiendo.

placeholder Andrew Hyde, tras la actualización de su lista de posesiones

Además de nuevas prendas de vestir, en esta ampliación se incluyen algunas herramientas de supervivencia como una olla para cocinar, una estufao un purificador de agua. También ha alargado su lista de posesiones con varios medios de transporte:concretamenteuna bicicleta y el mismoVolkswagen Golf del que se había deshechoal comienzo de su aventura.

En lo que se refiere aelementos tecnológicos, Hyde ha adquirido una maquinillade afeitar y un cepillo de dientes eléctrico. Por supuesto,tampoco se ha olvidado de actualizar su versión de iPhone; y también se ha comprado un McBook Air para trabajar desde cualquier lugar del mundo.

Siempre he estado interesado por el minimalismo. Comencé quedándome con cien objetos, pero descubrí que la mayoría me resultaban innecesarios, y decidí llevar el concepto hasta el extremo

"Siempre he estado interesado por el minimalismo. Comencé quedándome con cien objetos, pero descubrí que la mayoría me resultaban innecesarios, y decidí llevar el concepto hasta el extremo", afirma el californiano, queha inspirado una comunidad donde miles de internautas comparten sus experiencias basadas en el minimalismo extremo.

Hyde no pretende evangelizar, ni convertirse en un modelo. Tampoco quiere resultar frívolo. Con su proyecto, que debe ser interpretado en clave occidental, y que a buen segurosólo es posible gracias a un alto poder adquisitivo y unas circunstancias profesionales especiales, el emprendedor sólo pretende llamar la atención sobre la bulimia consumista de nuestra sociedad.

Unade las cosasque nunca le ha abandonado es su cartera, donde seguramente guarda una tarjeta de crédito, el primer objeto que destruyó el joven Christopher McCandless cuando decidió dejarlo todo y caminar. Es más sencillo vivir en un tonel, como Diógenes,cuando a la vuelta de la esquina está tu banco.

No esChristopher McCandless. No morirá de inanición dentro de un autobús abandonado en mitad de la tundra de Alaska. Ningún Sean Penn le dedicará una película como Into the Wild. Los que busquen en la historia de Andrew Hyde un ejemplo de radical coherencia humana, un Siddhartao un Diógenes moderno, pueden dejar de leer ahora, pero considerando los orígenes profesionales de este emprendedor californiano, hijo pródigo del espíritu de Silicon Valley, su filosofía anticonsumo destila algunas moralejas que merece la pena valorar.

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