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Kuorum, la 'startup' española que lleva la democracia ciudadana a la red
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permite a los usuarios votar las leyes

Kuorum, la 'startup' española que lleva la democracia ciudadana a la red

"Mienten más que hablan". Así se presenta Kuorum, una plataforma web para que te informes, debatas y votes las iniciativas que llegan al Parlamento

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Inspirado en los videocomics de Aleix Saló, la carta de presentación de Kuorum es un clip en el que hace un breve repaso de la historia reciente de España. Breve y cargado de mala leche. Desde el franquismo al actual gobierno de Mariano Rajoy para concluir que “nos mienten más que hablan”.

Ante políticos que no dicen la verdad (o no toda la verdad, al menos), terminan preguntándose: “¿No sería bueno que de una vez nos pusiéramos de acuerdo en algo?”. Pues eso es precisamente lo que busca esta startup fundada por tres ingenieros que ha puesto en marcha una plataforma web desde la que recoger la opinión ciudadana sobre cada una de las iniciativas que se están tramitando en el Congreso de los Diputados. La página ya está activa, lista para acoger la versión ciudadana y online del debate parlamentario.

Teknautas ha hablado con el CEO y cofundador de Kuorum, que prefiere no desvelar de momento su nombre. Este ingeniero, que estudia a distancia una licenciatura de la London School of Economics, cuenta que tuvo la idea para esta plataforma mientras cursaba la asignatura de Democracia y Desarrollo. “Mientras estudiaba los principios de la democracia me di cuenta que hay dos muy importantes que muchos sistemas avanzados no cumplen: el de información y el de representatividad. Eso, unido a que las democracias modernas no están aprovechando el potencial de las nuevas tecnologías, fue el germen de la idea”.

“El problema es que en nuestro país, se vota cada cuatro años y luego los políticos pasan de ti. Te venden un programa político pero luego van decidiendo según las circunstancias, y no hay forma de hacerles responsables de sus decisiones”.Se unió a otros dos amigos, también ingenieros, y se les ocurrió solucionar el asunto igual que solucionarían un problema técnico: midiendo primero y decidiendo después. Así que crearon una plataforma en la que poder medir la opinión ciudadana de forma directa.

Votar como si fueses un parlamentario

El procedimiento es sencillo: los usuarios se registran, leen los breves resúmenes publicados sobre las iniciativas en trámite y a partir de ahí, votan como si ellos mismos fuesen parlamentarios. Si una postura concreta recibe votos suficientes, entonces hay kuorum.“Originalmente, que hubiese quórum significaba que había los votos mínimos suficientes para tomar una decisión. En Suiza, por ejemplo, el resultado de un referéndum solo es vinculante si hay quórum”, explica el emprendedor.

La plataforma acaba de salir, y de momento no saben el éxito que tendrá, por lo que no han establecido cuántos votos serán suficientes para que haya ese quorum. “Cuando lo consigamos, enviaremos un email al presidente de la mesa o de las comisiones implicadas en la iniciativa tramitada. Queremos decirles: ‘tomad la decisión que queráis, pero esto es lo que quiere la gente a la que representáis’”.

Él y sus compañeros son realistas en cuanto a sus objetivos. Saben que cambiar el sistema es algo difícil "pero tampoco es eso lo que queremos. Queremos despertar conciencias, demostrar a la gente que cree que no se puede hacer nada que están equivocados”.

Un debate a prueba de troles

Pero hay otros dos aspectos interesantes en Kuorum. El primero de ellos es el foro de debate, especialmente diseñado para anular lo más posible el pernicioso efecto de los troles. Cada usuario puede plantear un debate, que empieza teniendo lugar en una asamblea privada en la que solo participan sus contactos. Si obtiene suficientes votos de éstos, pasa a ser pública durante 48 horas, y si vuelve a recibir un número de votos determinante quedará abierta de forma permanente. “No solo reducimos el impacto de los troles, sino que se convierte en una especie de juego en el que tienes que implicar a los demás”.

Este sistema pretende convertirse en una plataforma para líderes de opinión. “Decía José Luis Sampedro que no tenemos líderes. Nosotros creemos que en eso, solo en eso, se equivocaba: hay muchos líderes de opinión, pero les falta encontrar sitios donde expresarse e intercambiar ideas”.

La otra característica interesante de Kuórum son sus estadísticas de representatividad. El sistema analiza qué has ido votando para las distintas propuestas legislativas desde que te registrarte y te ayuda a identificar a los partidos y diputados que más coinciden con tus votos. Eso puede guiarte a la hora de elegir a qué partido votar en las próximas elecciones, aunque puede que más de uno se sorprenda al descubrir con quién está más de acuerdo.

Un espacio para el 'lobby responsable'

Pero no solo los individuos pueden participar en Kuorum. También hay un espacio para ONGs, empresas y otras organizaciones que quieran hacer lo quellaman “lobby responsable”: “la idea es que en vez de hacer presión de tapadillo, enviando una carta a los políticos, expliquen de una manera transparente y responsable por qué les interesa que se apruebe una u otra ley”.

En la visión de esta incipiente startup, las empresas también tienen que asumir parte de su responsabilidad en una democracia muy imperfecta, y por eso quieren implicarlas en este proceso para mejorarla. “Hay que cambiar el concepto empresarial, las empresas deben buscar el bien social, por muy pequeño que sea, y de ahí vendrán al final sus beneficios”.

De momento, Kuorum es un proyecto recién nacido, y habrá que darle tiempo para ver si tiene el éxito que espera. “De momento estamos abrumados con la respuesta que ha tenido”, dice este responsable, que explica que varias ONGs y partidos políticos ya han contactado con ellos, aunque no da nombres. “Iremos publicando toda la información a medida que se vaya confirmando”.

Inspirado en los videocomics de Aleix Saló, la carta de presentación de Kuorum es un clip en el que hace un breve repaso de la historia reciente de España. Breve y cargado de mala leche. Desde el franquismo al actual gobierno de Mariano Rajoy para concluir que “nos mienten más que hablan”.

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