Proyecto Venus: una utopía en la que seremos felices gracias a la tecnología
Nació en 1995 de la mano de Jacque Fresco. Sus propuestas científicas y tecnológicas han influido a varias generaciones, pero su viabilidad genera dudas
Antes de comenzar el escrutinio tecnológico del Proyecto Venus, erigido comouna de las mayores utopías científicas modernasdesde su constitución en 1995, a cargo deJacque Fresco y Roxanne Meadows, fijemosuna serie de conceptos para entender la tradición del pensamiento donde se encuadra.
Si las ciencias de la conducta estudian la capacidad de adaptación del comportamiento humano, la ingenería social es el resultado de la aplicación de la leyes de la conducta con el objetivo de moldear la sociedad, en función delas interacciones de sus individuos,en una dirección concreta: buena o mala.
El objetivo humanista del conductismo, dentro de la corriente iniciada por del filósofo social B. F. Skinner, es la creación de un sistema -político, económico, social-basado en decisiones científicas, tratando de eliminar el sufrimiento humano adaptando su comportamiento a un modelo sostenible dondela tecnología se convierte en un elemento esencial para crear una condiciones óptimas de felicidad.
Aunque no de un modo tan extremo, lo que ocurre en 'Un mundo feliz' -donde los seres humanos son condicionados para ser felices, evitando genéticamente el sufrimiento; o el Estado suministra a los ciudadanos drogas legales- está ocurriendo en Occidente
Según la teoría del refuerzo, existen tres tipos de acciones: las que nos gustan, las que nos disgustan y las que nos causan indiferencia. El objetivo de las utopías sociales inspiradas en las ciencias de la conducta consiste en el refuerzo de las primeras.
Sin embargo, la ciencia ficción nos ha mostrado el camino del control radical de la conducta. Aunque no de un modo tan extremo, lo que ocurre en Un mundo feliz -donde los seres humanos son condicionados para ser felices, evitando genéticamente el sufrimiento; oel Estado suministra a los ciudadanos drogas legales- está ocurriendo en Occidente.
Tecnología y felicidad
Las versiones blandas de la ingeniería socialaspiran, por contra, a una organización equilibrada de la vida, de tal forma que el ser humano sea capaz de aplicar de forma racional los conocimientos y tecnologías a su alcance para generar un modelo de felicidad.Fue ése elpensamiento que inspiró la novela Walden Dos, donde el propio Skinner imaginó una red de ciudades de 1.000 habitantes donde la existencia, sin ningún tipo de hipérbole sospechosa de ciencia ficción, se tornaba perfecta gracias al método científico.
La disyuntiva es clara: o nos quedamos sin hacer nada y dejamos que nos devore un futuro nefasto, tal vez catastrófico, o nos servimos de nuestros conocimientos sobre la conducta humana para crear un ambiente social en el que podamos llevar una vida productiva
"La disyuntiva es clara: o nos quedamos sin hacer nada y dejamos que nosdevore un futuro nefasto, tal vez catastrófico, o nos servimos de nuestros conocimientossobre la conducta humana para crear un ambiente social en el que podamos llevar unavida productiva y creadora sin malbaratar las posibilidades que los que han de seguirnospuedan tener para hacer lo mismo que nosotros", escribía en 1976.
En esa misma filosofíase basa el Proyecto Venus, aunque con un componente radicalmente tecnológico. Su ideólogo,Jacque Fresco, un gurú a medio camino entre la filosofía y la tecnología,ha alcanzado notable fama en los últimos años. Si bien los defensores de sus ideas se cuentan por millones, también sus detractores, sobre todo a raíz de la difusión del movimiento a través del último documental deZeitgeist, considerado por muchos el primer culto surgido de internet.
Los defensores de Venuscreen al pie de la letra en el proyecto: la abundancia, el pleno empleo y la felicidad condicionada son posibles.En contra, sus enemigos tachan las ideas de Fresco ideas de pura superchería new age, de engañabobos.
¿Son viables las propuestas tecnológicasdel Proyecto Venus para sus cuidades modelo? Como veremos, sus innovaciones, por separado, no están demasiado lejos de la realidad.A nuestro alrededor existen indicios que apuntan en esa dirección, pero para alumbrar una utopía semejante tendrían que aplicarse multitud de tecnologías al mismo tiempo. Y aún así, todavía no sería posible. El cambio de paradigma propuesto por Venus implica la transformación del sistema monetario en una economía basada únicamente en los recursos.
Ciudades concéntricas y rascacielos
En cuanto al urbanismo,proponen el diseño de las ciudades en forma de círculos concéntricos. En el centro de la urbe, fácilmente accesibles, estarían los espacios públicos de afluencia masiva -escuelas, centros de salud,instituciones-, para canalizar el tránsito urbano de forma eficiente.
La idea de no esnueva. Una de las tres ciudades utópicas dePlatón, la Atlántida, era, de hecho, circular. La teoría de los tres imanes, formulada por el urbanistaEbenezer Howard -concibió las ciudades jardín, que con el tiempo han terminado siendo ciudades satélite-tambien es un antecedente claro del proyecto, aunque con diferencias.Más cercano en el tiempo, el proyecto urbanístico para la reconstrucción de Londres tras la segunda guerra mundial, elGreater London Plan, estructuró la ciudad en una serie de anillos concéntricos, aunque sus objetivos eran diferentes a los de Venus: entre otros,bloquear la inmigración.
En ese sentido, partiendo de la idea de que el crecimiento horizontal es ineficiente, el proyecto apuesta por la construcción de grandes rascacielos, dejandoespacio parazonas verdes. Además, los edificios estaríanequipados con servicios mínimos, para evitar desplazamientos.
Hoy, los datos demuestran que ciudades compactas como Hong Kong oMónaco son más eficiente energéticamente; yManhattan se ha convertido en un modelo de diseño sostenible: un gran parque-pulmón, barrios adaptados a peatones,transporte público eficiente. Siendo la cuna del capitalismo, comparte la fórmula urbanística de Venus.
Materiales con memoria de forma
Si hablamos de materiales, los rascacielos deVenus estarían construídos de hormigón reforzado, vidrio y acero. Nada nuevo. Arquitectónicamente, con una estructura en forma de trípode, estaríanpreparados para resistir seismos y tornados, algo a lo que ya están acostumbrados en Tokio desde hace años. Susrascacieloshan soportado sacudidas de terremotos de8,9 grados en la escala Richter.
La novedad la hallamos enlos materiales con memoria de forma. Venus propone un modelo constructivo basado enun tipo de materiales capaces de recuperar, tras su exposición a un determinado tipode estímulofísicos o químicos, su forma original. Fresco pone el ejemplo de la cúpula de un edificio, que tras volverse plana al aplicarle una corriente eléctrica recupera su forma original, permitiendo así múltiples reparaciones y recambios.
A día de hoy, no se ha aplicado ningún tipo de material con memoria de forma en la construcción. En medicina y robótica, se utiliza con éxito el ninitol (niquel-titanio) para la fabricación de prótesis o componentes. Ésta fuela primera aleación descubierta con estas propiedades, aunque hoy existen muchas más, no sólo basados en metales, también en polímeros.
La energía geotérmica
Aunque el Proyecto Venus combina todas lasenergías limpias, cobra especial importancia la energía geotérmica, una fuente renovable basada en el aprovechamiento del calor interior de la tierra.
Gracias a la energía geotérmica, Islandia abastece la mitad de las necesidades de electricidad del país, a un precio dos tercios inferior a la media europea
En teoría, se trata de una fuente ilimitada de energía en cuyo usoIslandia es un caso de éxito que tratan de imitar otros países.A día de hoy, más del 85% de su energía procede del agua volcánica subterránea.
Gracias a la energía geotérmica, Islandia abastecela mitad de las necesidades de electricidad del país, a un precio dos tercios inferior a la media europea.
Automatización de las decisiones
Uno de los puntos fuertes de Venus consiste endotar a las ciudades de inteligencia propia, de tal forma que pueda gestionar automáticamente el consumo, los recursos energéticos, las materias primas y la producción.Existe un precedente: el Proyecto Synco, en la Chile de Allende.Entonces, no existía la tecnología adecuada, perohoy sí.
El objetivo es que los ordenadores se encarguen de la toma de decisiones, sin injerencias ideológicas, eligiendo de forma objetiva lo mejor para la mayoría, para el éxito del sistema
Además, el big data entronca dentro de esta tendencia de gestión de grandes volúmenes de información. El objetivo es que los ordenadores se encarguen dela toma de decisiones, sin injerencias ideológicas, eligiendo de forma objetiva lo mejor para la mayoría, para el éxito del sistema. Cuentan que en Google no se toma ninguna decisión importante si las matemáticas no están de su lado.
En Venus, los edificios también estarán dotados de inteligencia. Proponen una serie de tecnologías que no distan demasiado de las innovaciones propuestas hoy en día por el internet de las cosas para nuestros hogares: control remoto, automatización yeficiencia. Las nuevas reglas de la arquitecturaavanzan, también, hacia los edificios energéticamente autosuficientes, y las innovaciones a nuestro alcance ya están a la altura de los objetivos de Venus.
Por ejemplo, proponen cristales inteligentes, sin necesidad persianas, capaces de regular el espectro lumínico. Esta tecnologíaexiste: no sólo se comercializan ventanas que pueden ser opacas o transparentes;hace varios meses elInstituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (Icmab) presentó un tipo de vidriocapaz de bloquear también laradiación infrarroja: el calor.
No existe un día, en cualquier lugar del mundo, en que no se celebre un evento consagrado a las smart cities. Como el big data, está en boca de todos. Su viabilidad está fuera de dudas, y muchas capitales del mundo avanzan paso a paso hacia ellas -wifi gratuito, aplicaciones para gestionar el aparcamiento, zonas de recarga, sensores para detectar fugas de agua e incluso prevenir crímenes, pavimentos inteligentes-, aunque la preexistencia de modelos arcaicos impide el desarrollo total. Su progreso es selectivo, caprichoso y lento, como en el caso de la electricidad inalámbrica.
El proyecto Masdar City albergará 50.000 habitantes, no habrá coches, no emitirá CO2 y el transporte consistirá en los trenes de levitación magnética propuestos por Venus
Songdo, la ciudad surcoreana gestionada por Cisco, y que será inaugurada en 2015, no tiene tanto que envidiar a Venus.Ocupa seis kilómetros cuadrados y ha sido creada desde cero.En ella, existenrascacielos inteligentes, un 40% de hogares ecológicos y un parque inspirado en Central Park.
En la misma línea, el proyectoMasdar City, en Emiratos Árabes Unidos, también es interesante. Albergará 50.000 habitantes, no habrá coches,no emitirá CO2 y el transporte consistirá en lostrenes de levitación magnética propuestos por Venus, que por otra parte hace diez años que existen en Japón.
Distribución de los recursos
En las ciudades Venus nada está monetarizado, ni los bienes de consumo ni el ocio. La sostenibilidad del sistema se basa en la producción y utilización de los recursos en comunidad.
Por ejemplo, si alguien necesita un coche -por supuesto, eléctrico- tendrá que solicitarlo a uncentro de distribuciónencargado de gestionar los recursos. En lugar de una ciudad atestada de coches, Venus propone un parque móvil común, del que puedan hacer uso los ciudadanos cuando lo precisen.
En la actualidad, el consumo colaborativo está avanzando en esa dirección. No sólo están proliferando en las grandes ciudades los grupos de consumo, por ejemplo con huertos donde los ciudadanos tienen acceso a una serie de materias primas de forma directa. Lasaplicaciones para compartir coche o para intercambiar una vivienda son, a pequeña escala, tecnologías propuestas por Venus.
Agricultura hidropónica
Se afirma que es el futuro de la agricultura, pero fue aplicada por primera vez por los aztecas. La hidroponía es un tipo deagricultura urbana, hoy en auge, donde en lugar de tierra agrícola se utiliza un sustrato basado en soluciones minerales disueltasen agua.
Además de permitir el cultivo en zonas desérticas, su rendimiento es alto y la utilización de pesticidas mínima, permitiendo al mismo tiempo la aplicación de altatecnología para mejorar los cultivos.Jacque Frescopropone la generalización de este tipo de agricultura en las afueras de las ciudades.
En la actualidad, el Proyecto Venus no es más queun potente artefacto cultural que ha encontrado en la última crisisel momento perfecto para expandirsus ideas.De momento, sus ideólogos cuentan con uncentro de investigación de 8.7 hectáreasubicado en la localidad de Venus (Florida), donde nació el propio Fresco. Desde allí, dirigen el movimiento. Parahacerlo real, parece necesario un milagroo que alguien pulse un botón de resetque no existe. Aunque sus fundadores insisten. No es una utopía, tan solo ciencia.
Antes de comenzar el escrutinio tecnológico del Proyecto Venus, erigido comouna de las mayores utopías científicas modernasdesde su constitución en 1995, a cargo deJacque Fresco y Roxanne Meadows, fijemosuna serie de conceptos para entender la tradición del pensamiento donde se encuadra.