MyFocus, el 'gadget' que promete acabar para siempre con las distracciones

La línea que separa el comienzo de la terminación de una tarea no es siempre recta. Esto lo sabe cualquiera que se ponga manos a la obra en cualquier cosa que tenga que realizar en el trabajo: es sentarse delante del ordenador y comienza el bombardeo de llamadas, notificaciones de nuevos correos, interrupciones físicas y el molesto pitido de las redes sociales.

En un abrir y cerrar de ojos, parece que todo el mundo se ha confabulado para lograr que uno no consiga avanzar un solo paso en aquello que estaba haciendo, y el sencillo proyecto al que se iba a dedicar un par de horas se dilata en el tiempo de forma indefinida.

Lo peor es que a esta pequeña tarea al cabo de la jornada se suma otra, y otra… Llega el viernes y un se lleva una buena lista de pendientesque pesan como una losa. Y no será por horas: entregado en cuerpo y alma al trabajo, al contrario, la sensación es que no llega el tiempo para todo lo que hay que hacer.

Sin embargo, el sufrido trabajador que vive esta situación se ha convertido en una suerte de bombero que va apagando pequeños incendios en forma de interrupciones: un correo por aquí, un WhatsApp por allá, llamadas, interrupciones…Al final, para lograr terminar el trabajo en concreto muchos empleados se ven obligados a robar horas al ocio, familia o incluso al sueño, o llegan al punto de llevarse el portátil al baño en la oficina para poder estar en paz y terminar el maldito proyecto.

Silencia tus dispositivos y avisa de que estás ocupado

Puede parecer disparatada, pero esta situación es cada vez más frecuente en las organizaciones, que no necesariamente tienen por qué ser grandes. Al final, el jefe no comprende cómo no se ha terminado una tarea aparentemente sencilla en plazo, el trabajo se resiente, y el empleado se frustra ante la presión e incapacidad por salir de ese brete.

Una startup de Toronto parece haber dado con un gadget que soluciona de golpe y porrazo este problema, y lo último no es figurado: se trata de un botón físico que acoplamos al ordenador y mediante una pulsación cambia de color a rojo y silencia todos los equipos para la máxima concentración del propietario.

La idea es básica: el periférico sirve de enlace para un software que se encarga de silenciar ordenador, tableta y móvil, y al mismo tiempo de semáforoque indica a los compañeros de trabajo que uno está con el "no molestar"colgado de la puerta.

El principio es absolutamente sencillo, y tal vez por este motivo la idea de los canadienses triunfe en las organizaciones, sobre todo las más desesperadas por la decreciente productividad. Se trata además de un botón de pulsación física, un gesto que todo el mundo conoce y que apaga de golpe las notificaciones en diferentes aplicaciones y servicios, realizándose la reactivación de la misma manera.

Manejo a distancia con una aplicación

MyFocus es además un botón conectado. Así, uno de los cofundadores de la firma reside en Tel Aviv pero tiene su botón en las oficinas de la firma en Canadá, y lo gestiona de forma remota a través de su smartphone.

Como mandan los cánones, hay una app que gestiona todo y aunque está ya operativa en la mayoría de las plataformas, es en Android donde está más avanzada por el momento. “La versión de iOS está, por ahora, claramente menos avanzada”, explican, pero se trata de una cuestión de tiempo que alcance las funcionalidades del sistema operativo de Google. La firma es consciente de que BlackBerry sigue siendo fuerte en el segmento de los negocios, y por este motivo ha desarrollado también una versión para BlackBerry OS 6/7.

Este enfoque de lograr la productividad de un manotazo puede resultar muy tentador para las empresas más saturadas de llamadas e interrupciones, sobre todo sabiendo que no se trata de un producto caro: el pack individual, consistente por un botón y su software, sale a la venta por poco más de 70 euros, mientras que un kit de cuatro botones por 285 euros.

¿Cuáles son los patrones de uso hasta la fecha? “Yo lo tengo en rojo entre un 10 y 15% del tiempo, mientras que los programadores o diseñadores llegan a alcanzar el 50% de su jornada laboral”, explica Paul Chipperton, CEO y cofundador de la firma.