Gecko, el 'gadget' que encandila desde el primer momento

“Voy a apoyar este proyecto: es útil y se pueden gastar bromas”. Este breve tuit sirvió de espaldarazo a un proyecto que promete enamorar al mercado si finalmente consigue recaudar los fondos necesarios para arrancar. Lo dijo el mismísimo Steve Wozniak y se refería a Gecko, uno de estos extraños productos que asoman por las webs de crowdsourcing y que cautivan desde el primer segundo con el vídeo de presentación, que es el gran momento de la verdad para este tipo de productos. ¿De qué estamos hablando exactamente?

El pasado mes de julio nos hicimos eco de Tile, unas pequeñas tarjetas que permitían localizar diferentes objetos mediante el móvil y una conexión bluetooth. En aquel caso Tile ubicaba su posición en un mapa en el móvil, o bien pitaba cuando no encontrábamos algo. La comunicación era del móvil a la etiqueta, pero Gecko recoge ese principio y lo mejora disparando sus posibilidades de uso.

Sorprendente es el dispositivo, pero sobre todo saber quién está detrás. Hasta la fecha nos habíamos acostumbrado a jóvenes estudiantes estadounidenses o emprendedores de aquel país que se iniciaban en la incierta aventura de comercializar un producto en un mercado tan complejo como el suyo. Pero con Gecko soplan nuevos aires. Esta virguería de la tecnología, pero sobre todo del ingenio no llega ni de Malibú ni San Francisco: sus promotores son una pareja de indios de Bangalore que se han plantado con toda su peculiar artillería en la otra punta del mundo. Puestos a arriesgar, que sea a por todas.

Y como suele suceder en los productos que enganchan al usuario desde el arranque en el crowdfunding, estos emprendedores tienen bien aprendida la lección de no bastar con ser bueno, sino también parecerlo. En este sentido, la presentación es impecable, y el vídeo gancho podría llevar el marchamo que cualquier firma tech de Silicon Valley.

Así las cosas, no sorprende que Woz no haya dudado un segundo en apoyar el proyecto y comunicarlo en Twitter a sus 180.000 seguidores, seguramente encantado ante la idea de poder gastar bromas con este producto. El tuit sirvió para que los medios giraran la cabeza ante este peculiar producto y pronto los medios corrieron a cubrir sus prestaciones.

TechCrunch fue sin duda uno de los más entusiastas, al proclamar que se trataba de uno de los mayores avances para el teléfono móvil, el otro gran protagonista de esta historia. Son muchos los elementos que han convertido al dispositivo de los indios en un cotizado gadget, pero hay dos que resultan sin duda irresistibles: su sencillez, y su precio de derribo. ¿De cuánto estamos hablando exactamente? Hacerse con toda la magia de un Gecko costará apenas 20 dólares y no cabe duda de que a ese precio, de prosperar el proyecto, se lo quitarán de las manos.

En cuanto a la sencillez, estamos ante un pequeño dispositivo con una pila de botón reemplazable que da vida al equipo durante un año y que cuenta con un acelerómetro que registra sus movimientos, bluetooth para relacionarse con el móvil, un diminuto altavoz para que nos indique su ubicación, y unas luces LED para este mismo motivo.

Posibilidades ilimitadas

Con estos ingredientes y la correspondiente app para el móvil el pequeño Gecko tiene munición suficiente para convertirse en un elemento indispensable en la vida diaria de sus propietarios: encontrar las llaves es, posiblemente, la función más tonta de todo lo que puede hacer, y así, el dispositivo nos alertará si alguien pretende sustraer algún objeto, o bien si el perro se escapa de casa. El abanico de usos del producto es ilimitado, y lo mejor del asunto es que basta con contar con un móvil (Android o iOS) para poder disfrutar de esta incipiente criatura.

Y las noticias no pueden ser mejores para los de Bangalore. Primero fue el empujón de Wozniak, pero ahora es el incontestable apoyo de los usuarios de IndieGoGo, que a falta de más de un mes para el cierre de la ronda de financiación, han cubierto una cantidad cercana a la mitad del capital demandado para arrancar. Gecko es sin duda una marca de la que oiremos hablar en muchas ocasiones en adelante.