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LG se mete de lleno en el mercado de los 'phablets': llega el Optimus G Pro
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CARGA INALÁMBRICA, PANTALLA DE 5,5 PULGADAS...

LG se mete de lleno en el mercado de los 'phablets': llega el Optimus G Pro

Cuando en 2011, Samsung apostó por ensanchar la pantalla de su smartphone, nadie se imaginaba el dinero que generaría el mercado de los 'phablets'

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Cuando, allá por 2011, Samsung apostó por ensanchar la pantalla de su smartphone hasta límites insospechados, nadie se imaginaba el dinero que generaría el nuevo mercado de los phablets. A la surcoreana la jugada le salió bien. El Note tuvo tanto éxito que no solo lanzó su segunda parte (el Note II), sino que además lo amplió aún más hasta las 5,5 pulgadas.

Desde entonces, han sido muchas las compañías que se han sumado al carro de los teléfonos inteligentes gigantes. Y LG ha sido una de ellas. La tecnológica acaba de lanzar su LG Optimus G Pro con el que se propone amenazar el reinado de su rival y vecina.

El Optimus G Pro es un dispositivo que se mueve entre el mundo de los smartphones y el de las tablets. Lo hace, como apuntamos, por su tamaño, pero además por la calidad de su pantalla. Conocedora de los gustos de muchos de sus usuarios que cada vez más consumen contenido multimedia desde este tipo de dispositivos, la surcoreana ha apostado muy fuerte por este componente: es Full HD de 5.5 pulgadas y tecnología IPS.

Esto, en la práctica, se traduce en una experiencia de usuario bastante sorprendente, algo que ya sucedía con su hermano menor, el Optimus G, pero en esta ocasión, en grande.

La imagen destaca por su nitidez, contraste y sus vivos colores. La alta definición también se nota y mucho sobre todo si se reproduce un vídeo en alta calidad.

LG apuesta por un nuevo diseño

A pesar de compartir prácticamente el mismo nombre, el último terminal de la tecnológica no se parece a su antecesor y ha variado bastantes aspectos de su diseño, que en esta ocasión es un poco más redondeado.

Su estética incluye por su parte trasera una retícula de píxeles en tonalidades negras y grises (que en parte recuerda al Nexus 4 de Google), y cuenta con un botón físico en su parte delantera que el G tampoco tiene. Este componente se ilumina con un color u otro dependiendo de lo que esté haciendo en ese momento el terminal.

Además, la compañía ha apostado por colocar la cámara en el medio de la carcasa trasera en lugar de la esquina superior izquierda, y el flash y el altavoz a ambos lados.

Pero sin duda lo más llamativo es que el terminal ya no es unibody. El Optimus G es complejo de abrir incluso si tan solo se quiere cambiar la batería. Esto ya no sucede con el Pro. La carcasa se puede quitar con los dedos (exactamente igual que la del Galaxy S4). Una vez abierto, se puede distinguir la carga inalámbrica y la batería, que está descubierta y en este caso es de 3.140 mAh.

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Así mismo, también encontramos espacio para la tarjeta microSIM y microSD. Entre ellas destaca el conector para la carga inalámbrica que tiene pegada en la carcasa trasera.

El Optimus G Pro cuenta con 9,4 milímetros de grosor y pesa 174 gramos. En este sentido, parece que hubiesen querido calcar a su gran rival, el Note II, que también tiene 9,4 mm de ancho y 180 gramos de peso.

El nuevo gigante de la tecnológica, por dentro

En su interior el terminal incluye un potente procesador QuadCore Snapdragon 600 a 1.7 GHz y 2 GB de memoria RAM. Tiene una memoria interna de 32 GB, cámara principal de 13 megapíxeles y otra frontal de 2.1 megapíxeles.

En cuanto a este último componente, además de su generosa cantidad de píxeles, incorpora acciones muy interesantes como tomar fotografías panorámicas, cámara dual o pausar una grabación y continuarla en otro momento. Por su parte, el sistema operativo no es lo último de Android, sino 4.1.2 Jelly Bean.

Por contra, el Pro ofrece varias aplicaciones y funciones muy útiles como por ejemplo Quick Remote, Multitarea con Quick Slide, función Smart Share o Smart Video, Además de otras como Quick Memo, Quick Translater o Live Zooming.

Cuando, allá por 2011, Samsung apostó por ensanchar la pantalla de su smartphone hasta límites insospechados, nadie se imaginaba el dinero que generaría el nuevo mercado de los phablets. A la surcoreana la jugada le salió bien. El Note tuvo tanto éxito que no solo lanzó su segunda parte (el Note II), sino que además lo amplió aún más hasta las 5,5 pulgadas.

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