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"Flipé por cómo se desmadró lo del poni del PP en cuestión de minutos"
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"Flipé por cómo se desmadró lo del poni del PP en cuestión de minutos"

La tarde del 8 de julio de 2013 se recordará por la filtración de los datos contables del Partido Popular. Pero también por la anotación de

Foto: "Flipé por cómo se desmadró lo del poni del PP en cuestión de minutos"
"Flipé por cómo se desmadró lo del poni del PP en cuestión de minutos"

La tarde del 8 de julio de 2013 se recordará por la filtración de los datos contables del Partido Popular. Pero también por la anotación de la compra de un poni que, presuntamente, aparecía en los libros de 1995. El animalito fue trending topic durante toda la jornada y epicentro de las bromas de la red, que no daba crédito a tan estrambótico dispendio de la formación que gobierna España. Es más, aunque la mañana después se conoció que todo era una broma, todavía muchos tuiteros hacen referencia al poni con ánimo de mofarse del Ejecutivo.  

Teknautas fue el primer medio de comunicación que puso en duda la existencia del apunte en los libros de cuentas. Nos llevó toda la noche escudriñar los diez gruesos volúmenes que integran la contabilidad de 1995, pero amanecimos el día 9 convencidos de que nos encontrábamos ante un bulo intencionado. Más tarde, tirando del hilo, dimos con la fuente: el blog del tuitero @moedetriana. Ahí, entre un puñado de asientos contables reales, se encuentra camuflado el poni. "Claro, el único modo de hacerlo verdaderamente creíble era mezclándolo con apuntes verdaderos. Cada diez minutos iba actualizando el post, y de hecho el poni llegó en la cuarta actualización con su montajito correspondiente", dice @moedetriana a Teknautas

Detrás de esta ciberpersonalidad se encuentra Álvaro Ballén, un joven gaditano técnico en animación sociocultural. Por perfil se le podría considerar un tuitstar (tuitero destacado), si bien él prefiere huir de la consideración: "Para nada (...) Estoy en Twitter para pasármelo bien y soy uno más". 

Así vivió los primeros momentos después de lanzar el poni imaginario a la red: "Flipé, si te soy sincero. Este tipo de noticias virales se desmadran en cuestión de minutos, se pierde la fuente original y empiezan a correr de boca en boca dentro y fuera de las redes sociales. Jamás pensé que esto fuese a tener tanta repercusión. Ver a todo el mundo compartiendo el post y, lo que es más, escribiendo chistes y haciendo montajes sobre el poni me hizo darme cuenta de que se me había ido la broma un poco de las manos", relata.

Escogió el poni porque "entre tantos disparates que se me ocurrieron, ése fue el que me hizo descojonarme con mayor fuerza". Era también la noticia perfecta para promocionar la nueva imagen de su blog. Vaya si lo consiguió. En pocos minutos, impulsado por el punch que le otorgan sus 52.000 seguidores, el bulo de Álvaro se propagó por toda España. Periodistas, políticos y ciudadanos anónimos compartían los titulares insertos en la contabilidad de Bárcenas y Lapuerta sin reparar en que incluía un caballo de Troya (en formato toy). 

Un día después el autor pediría perdón acogiéndose a una fórmula que a buen seguro le sonará familiar:

Lo siento mucho, me he equivocado en lo del poni, y no volverá a pasar.

En esta ocasión Ballén se inventó la realidad, si bien su producción está más basada en la crítica social desde una ironía muy pegada a la actualidad. ¿No teme perder credibilidad con este tipo de episodios? "La gente se lo tomó con humor, yo sólo intentaba quitarle hierro a un asunto grave y bastante jodido. Siempre digo que las verdades más grandes se dicen detrás de una sonrisa. El humor es necesario en todos los aspectos de la vida porque es terapéutico y ayuda a darle otro tono a lo crudo de la realidad. Rigor y humor son compatibles aunque a veces nos empeñemos en separarlos. En España el humor en internet son vídeos de caídas en Youtube, debemos educarnos en eso para avanzar un poquito en dicho aspecto". 

El tuitero reconoce que llevaba "muchísimo, al menos tres años, intentando colarle a los medios una noticia de broma". En esta ocasión no lo logró, aunque no sería la primera vez que sucede: "Es inevitable mencionar al amigo @FacuDiazT, que le coló a un medio como El País un golazo por la escuadra que le sacó los colores a la publicación, dejando claro que a veces no contrastan lo que dicen. Aquello lo descubrimos porque se trataba de una soberana barbaridad, pero en otras ocasiones a buen seguro nos la han metido y bien".

Y es que un gran poder siempre conlleva una gran responsabilidad, que diría un superhéroe. A medida que proliferan las redes sociales se hace más y más sencillo compartir información con los demás, aumentando exponencialmente su impacto sin que nadie se detenga a comprobar la veracidad de los datos. Siempre me he preguntado si los tuistars son conscientes del nivel de influencia que tienen sobre la sociedad, mayor aún que el de muchas publicaciones periodísticas. Responde Ballén: "Hasta el pasado lunes no era consciente. A ver, llevo cuatro años haciendo montajes y cosas de coña en mi blog y, aunque siempre han tenido aceptación, nunca habían llegado tan lejos. Por un lado asusta, pero por otro, como todo, mola bastante saber que tienes ese trampolín hacia el público (...) Twitter es el arma de difusión más poderosa que existe".

La tarde del 8 de julio de 2013 se recordará por la filtración de los datos contables del Partido Popular. Pero también por la anotación de la compra de un poni que, presuntamente, aparecía en los libros de 1995. El animalito fue trending topic durante toda la jornada y epicentro de las bromas de la red, que no daba crédito a tan estrambótico dispendio de la formación que gobierna España. Es más, aunque la mañana después se conoció que todo era una broma, todavía muchos tuiteros hacen referencia al poni con ánimo de mofarse del Ejecutivo.