"Los 10 megas son prehistoria" y otros grandes mitos del ADSL
Siempre que hablamos de tecnología nos enfrentamos al fenómeno yomas: yo te doy más cobertura, yo te doy más velocidad, yo te doy más datos para
Siempre que hablamos de tecnología nos enfrentamos al fenómeno yomas: yo te doy más cobertura, yo te doy más velocidad, yo te doy más datos para descargar… Incluso en el sentido contrario: “yo quiero más velocidad”, “quiero más tecnología”, pero siempre “quiero precios más bajos”. A veces tenemos la sensación de que esto es una carrera en la que no debemos quedarnos descolgados, porque si no, estaremos perdidos.
La realidad es que no todo el mundo necesita una conexión de 100 Mbps con fibra óptica: muchas personas apenas notarían la diferencia con una conexión de 10 Mbps vulgar y corriente porque, simplemente, no aprovechan la conexión. Lo que queremos de verdad es encontrar el ADSL más barato posible.
Efectivamente, para todo esto necesitamos, o nos viene bien, una conexión estrella. Pero, ¿de verdad la mayoría de los clientes de ADSL acceden a esos servicios? ¿No será que eso lo hacen algunos, y nosotros podemos tener cubiertas nuestras necesidades con menos?
Para empezar, hay que decir que lo normal cuando contratamos ADSL es que no disfrutemos de toda la velocidad en nuestro domicilio. Esto es porque, dependiendo de la distancia a la que se encuentre la central telefónica de nuestro hogar, la potencia de la señal recibida en nuestro router se ve reducida a razón de 10 y hasta 13 dB por kilómetro. En cristiano: la potencia recibida se reduce un tercio (aproximadamente) cada kilómetro. ¿Qué significa? Que los errores se multiplican, y la cuenta final es que recibimos menos velocidad efectiva. Y cuanta más velocidad teórica contratemos, más se nota esa pérdida.
Existen zonas, sobre todo de nueva construcción, a las que no llega una conexión estándar, pero en las que las compañías sí ofrecen soluciones como el cable o la fibra óptica. A lo mejor no es lo que más nos conviene, pero es la solución que se nos ofrece. Cuando una operadora nos dice que no tenemos cobertura ADSL en el domicilio, normalmente suele ser porque las pérdidas de la potencia de la señal son tan importantes que el servicio sería horrendo, algo que nadie ofrecería porque los clientes reaccionarían con desagrado.
En el resto de casos, es decir, en las zonas donde existe cobertura, donde las distancias a la central telefónica más cercana son razonables y las velocidades en domicilio son mínimamente aceptables, es donde el cliente puede elegir, analizar y ahorrar en su conexión ADSL.
Navegar a 10 Mbps no es, para nada, algo del pasado. Muchos de los que contratan 10 Mbps navegan, de forma efectiva, a 8, 6, 5 Mbps. Hablamos de ADSL, es decir, par de cobre. Si hablamos de ADSL2+, también se ve afectada por la atenuación, pero partimos de velocidades superiores (20 Mbps o más). Si queremos navegar a la velocidad de la luz, elegiremos fibra óptica, que además no pierde apenas potencia con la distancia.
Navegar a 10 Mbps, como digo, es navegar a una velocidad muy buena. Pero claro, ¿qué pasa si estoy lejos, como comentamos? ¿Qué pasa si además uso WiFi? ¿Y si no protejo la WiFi y un vecino amistoso se engancha con nuestra red? Entonces podemos tener, sin problemas, 1 o 2 Mbps efectivos. Y eso puede parecer que es un problema de la conexión.
Cuando nos conectamos por WiFi estamos experimentando una atenuación adicional a la del cable que llega a casa, a saber: con la distancia desde el router hasta nuestro ordenador, si tenemos más de un equipo conectado a la WiFi (ordenadores, smartphones, tablets), si además tenemos un router de mala calidad, si además la antena del router es de baja ganancia, si además tenemos muchas redes WiFi de vecinos interfiriendo…
Son muchas las razones por las cuales nuestra experiencia con el ADSL puede ser peor de lo esperado. Pero si las conocemos, tenemos más herramientas para elegir la mejor conexión ADSL posible. Es más, vamos a hacer un resumen de lo que es más recomendable según las necesidades:
La clave está en dos frentes: por un lado, saber qué necesitamos y no contratar por contratar, y por otro, saber que en ADSL, y sobre todo ADSL2+, la atenuación es muy importante, y que en conexiones de 20 Mbps es posible que nos encontremos con 6 u 8 Mbps efectivos. Lo más recomendable, si vivimos lejos de una central, es elegir un proveedor con infraestructura propia, y una velocidad no muy elevada (6, 10 Mbps), y si necesitamos prestaciones adicionales, queremos TV Digital o simplemente estar a la última, (¿por qué no?), dejar el ADSL y acceder a ofertas de cable o fibra óptica.
Esteban Viso, experto de iAhorro.
Siempre que hablamos de tecnología nos enfrentamos al fenómeno yomas: yo te doy más cobertura, yo te doy más velocidad, yo te doy más datos para descargar… Incluso en el sentido contrario: “yo quiero más velocidad”, “quiero más tecnología”, pero siempre “quiero precios más bajos”. A veces tenemos la sensación de que esto es una carrera en la que no debemos quedarnos descolgados, porque si no, estaremos perdidos.