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Seguimos utilizando Internet Explorer... pero solo cuando nos obligan
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SU USO SE CIRCUNSCRIBE A LOS DÍAS LABORABLES

Seguimos utilizando Internet Explorer... pero solo cuando nos obligan

Que el navegador Internet Explorer (IE) lleva un tiempo de capa caída no es ninguna sorpresa. A pesar de la presentación a bombo y platillo de

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Seguimos utilizando Internet Explorer... pero solo cuando nos obligan

Que el navegador Internet Explorer (IE) lleva un tiempo de capa caída no es ninguna sorpresa. A pesar de la presentación a bombo y platillo de varias versiones, la sangría de usuarios no ha dejado de producirse para el navegador de Microsoft. El año pasado fue superado por Google Chrome como el navegador más utilizado en el mundo, y las campañas de comunicación para lavar su imagen, aunque acogidas con simpatía, no parecen haber cambiado la opinión de los internautas.

Problemas de seguridad, vulnerabilidades demasiado conocidas y no corregidas a tiempo, lentitud exasperante e incompatibilidad con muchos complementos que sí están disponibles para otros navegadores son algunos de los motivos que han hecho huir a los usuarios en todas direcciones. Sin embargo, aunque hay más opciones, sigue manteniendo el segundo puesto en la lista de navegadores más usados a nivel mundial. ¿Por qué?

Podríamos explicarlo diciendo que los viejos hábitos tardan a morir y probablemente sea cierto, pero puede haber otra explicación: en muchas empresas aún se utiliza IE y sus empleados lo utilizan más por obligación que por elección.

Statcounter ha publicado estadísticas sobre los navegadores más utilizados en el mundo que confirman esta hipótesis. El gráfico representa el uso de cada navegador día a día a nivel mundial durante los últimos dos meses. Es fácil comprobar que el uso de Internet Explorer se mantiene durante los días laborables de la semana, pero cae periódicamente los fines de semana

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Esas bajadas coinciden con los picos en el uso de otros dos sistemas: Google Chrome y Safari, el navegador de Apple. Estos dos son los sistemas que los usuarios utilizan en sus equipos personales en casa, durante el fin de semana, cuando pueden elegir qué sistema prefieren. Por lo tanto, si los trabajadores tuviesen la opción de elegir libremente el programa con el que navegan por internet en su trabajo, probablemente IE vería acentuada la tendencia negativa en su cuota de mercado.  

El panorama global, efectivamente, no pinta muy bien para IE. Si en el año 2010 era el navegador utilizado por más de la mitad de los internautas –concretamente el 51,45%-, a mediados de 2013 son menos de un tercio –el 28,77%- los que lo usan.

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Gran parte del territorio que ha retrocedido IE lo ha conquistado Chrome de forma implacable. El navegador de la todopoderosa Google ha seguido la tendencia contraria, y desde el año pasado supera al sistema de Microsoft como el preferido a nivel mundial: del 10,25% de los usuarios en 2010 al 39,19% en 2013.

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A nivel mundial, IE ha sido superado por Chrome en prácticamente todos los países desarrollados del mundo, con tres excepciones notables: China, cuyos usuarios siguen prefiriendo el navegador de Microsoft, Japón, que también opta por IE, y Alemania, donde domina Firefox, el tercero en discordia.

El navegador de Mozilla también está notando el efecto de la expansión de Chrome. Aunque experimentó una subida entre 2008 y 2010, cuando alcanzó un 31,27% de cuota de mercado, desde entonces ha bajado hasta el 20,56%, lo que le sitúa en el tercer lugar. Sin embargo, el tirón alemán se nota en Europa, y mucho: en el viejo contiente, Firefox supera al otrora imbatible Internet Explorer en el porcentaje de usuarios que lo utilizan en sus búsquedas.

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Que el navegador Internet Explorer (IE) lleva un tiempo de capa caída no es ninguna sorpresa. A pesar de la presentación a bombo y platillo de varias versiones, la sangría de usuarios no ha dejado de producirse para el navegador de Microsoft. El año pasado fue superado por Google Chrome como el navegador más utilizado en el mundo, y las campañas de comunicación para lavar su imagen, aunque acogidas con simpatía, no parecen haber cambiado la opinión de los internautas.